La victoria de la paradoja: los apuntes en caliente del Barça-Eintracht

BarcelonaTriunfo muy sufrido del Barça ante el Eintracht de Frankfurt en la Liga de Campeones (2-1). Dos goles de Kounde en tres minutos dejaron los tres puntos en el Camp Nou. A continuación, unos apuntes en caliente.

Las paradojas del fútbol. Visitaba el Camp Nou al equipo más goleado de la Champions y de la Bundesliga. El Eintracht acababa de encajar un resultado lamentable en Leipzig (6-0) y era previsible que el Barça, ya con Pedri y Raphinha plenamente recuperados, no tendría problemas para imponer su ley y asustar a los fantasmas en Europa. Los azulgranas llegaban a la cita después de una semana con marcadores y sentimientos positivos. Todo hacía pensar en una noche, la primera continental en el Camp Nou después de más de dos años y medio, plácida y sin margen para las sorpresas. Pero el fútbol es tan caprichoso que la victoria necesaria solo llegó tras mascar decenas de jugadas en espacios reducidos, apretar los dientes en la presión en campo contrario y arriesgar con sentido en la línea defensiva.

Piedra y qué más. Los hateros de De Jong no podrán descargar esta vez culpa alguna al neerlandés. Deberán esforzarse más por justificar la falta de ideas del Barça para generar juego contra un rival encerrado en su campo. Solo Pedri –otra vez el mejor barcelonista– y Lamine Yamal fueron capaces de inquietar a un Eintracht muy bien plantado en una primera parte frustrante. Dicho esto, que Flick mantenga la apuesta de Eric Garcia en medio del campo también en un partido importante europeo habla tan bien del de Martorell como mal de la planificación deportiva azulgrana. ¿Es sostenible tener una ficha recién renovada y tan cara como la de De Jong en el banquillo? ¿Es normal que el equipo afronte enfrentamientos en los que debe ser protagonista con tres centrales y medio en la alineación? Un poco contradictorio sí es.

Jekyll y Mr. Hyde. Para continuar con las paradojas, resulta que Kounde, uno de esos defensas aplicados en ataque, fue quien se disfrazó de goleador para remontar el marcador en tan sólo tres minutos. El francés, además, se contradijo (en positivo) a sí mismo con ese doblete, ya que poco antes había cometido dos errores atrás que hicieron que el Eintracht rondara el 0-2 saliendo del descanso. Sobre todo ese año, Kounde es la encarnación de un contraste. Es tan capaz de olvidarse de una marca elemental o de fallar una fácil entrega en campo propio como de ser indetectable en terreno oponente y cargar el área como si fuera un ariete de toda la vida. Con cuatro delanteros en el césped, y contra la tradicional envergadura alemana, el Barça ganó el partido con dos goles de cabeza de un defensa.

Hacer un hat-trick no importa. El excel de Flick fue implacable con los tres goles de Ferran Torres en el campo del Betis. Al delantero valenciano no le sirvió ser decisivo en La Cartuja para mantenerse en la alineación en un partido de Champions en el que Lewandowski volvió a evidenciar limitaciones cuando es defendido por centrales contundentes. El polaco falló un penalti absurdo hace una semana ante el Atlético de Madrid y contra el Eintracht fue una prenda prescindible. Con Raphinha otra vez disponible, en los últimos días dejan claro que la primera opción por lo menos para los duelos más complicados debe ser ir por el mundo sin un punta fijo, con la movilidad por bandera y una presión más eléctrica que la que Lewandowski puede ejecutar con 37 años recién cumplidos. Coherencia con el uso de los recursos, por favor.