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Francia pone contra las cuerdas a Djokovic: si quiere jugar Roland Garros, se tendrá que vacunar

La medida afectará a otros acontecimientos importantes, como el Tour de Francia, el Seis Naciones de rugby o los partidos de la Liga de Campeones

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Una imagen de Djokovic, vigente campeón, al abierto de Australia

BarcelonaEl cerco a los deportistas que no quieren vacunarse cada vez les deja menos espacio. La misma mañana que Novak Djokovic ha aterrizado en Belgrado, rodeado por un gentío que lo ha recibido como un héroe, el jugador serbio ha descubierto que el gobierno francés tampoco lo dejará entrar en su territorio si no acredita una pauta de vacunación completa. Es decir, después de quedarse con un palmo de narices al no poder jugar el primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia, ve cómo le cierran las puertas del segundo, Roland Garros. En estos momentos, a la espera de cómo evolucionen las medidas de cada gobierno, el número 1 mundial solo podría jugar uno de los cuatro grandes torneos, el de Wimbledon en el Reino Unido.

El gobierno francés, que hace unos diez días había afirmado que el serbio podría participar en el torneo de Roland Garros aunque no estuviera vacunado, ha rectificado y advierte ahora de que todos los deportistas que quieran competir en su territorio tendrán que tener la pauta completa, que también se exigirá al público y a los profesionales implicados. La rectificación ha llegado de la mano de la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, horas después de que el Parlamento adoptara definitivamente el proyecto de ley que impondrá un certificado de vacunación para muchas actividades de la vida social, entre las cuales asistir a espectáculos deportivos. En un mensaje a la cuenta de Twitter, Maracineanu ha constatado que se ha adoptado este certificado sanitario, de forma que "desde el momento que se promulgue la ley, será obligatorio para entrar en los espacios ya sometidos al pasaporte sanitario (estadios, teatros o salones) para el conjunto de los espectadores y de los deportistas participantes, franceses o extranjeros”.

La medida pone contra las cuerdas al serbio, que hasta ahora se ha negado a vacunarse. En caso de no hacerlo, perderá la condición de número 1 mundial. La mayor parte de tenistas se han vacunado, y pueden seguir compitiendo, como un Rafa Nadal que ha debutado con paso firme en Melbourne, deshaciéndose del norteamericano Marcos Giron en tres sets (6-1, 6-4 y 6-2). El mallorquín, que aspira como Djokovic a ser el primer jugador que gana 21 títulos de Grand Slam (ahora los dos están empatados con Federer, ausente por lesión), ha visto cómo la baja del serbio le permite aspirar al título. "Ya estoy cansado del tema, pero no me gusta ir contra la justicia. Las normas son estas, todo el mundo entiende que es mejorar estar vacunado", ha dicho. Por el contrario, el también serbio Miomir Kecmanovic ha afirmado: "Djokovic ha recibido un trato injusto. Lo han convertido en un problema político cuando tenía derecho a jugar, puesto que había acabado de pasar el virus". Kecmanovic sí se ha vacunado.

Aficionados serbios esperando a Djokovic en Belgrado

El cambio de postura de Francia puede afectar mucho a la agenda de los deportistas que no se han querido vacunar. El 7 de enero la propia Maracineanu, en pleno contencioso político y judicial en Australia por la presencia de Djokovic a pesar de su negativa a vacunarse, había señalado que el serbio sí podría participar en Roland Garros, programado entre finales de mayo y comienzos de junio. La responsable francesa de Deportes argumentó entonces que, para los deportistas de las competiciones internacionales, Francia aplicaría una excepción a la obligación del certificado de vacunación, de forma que no se les aplicaría la nueva normativa francesa y podrían competir incluso sin estar inmunizados. Lo justificó con el argumento de que en las competiciones internacionales rigen los "protocolos obligatorios impuestos por las federaciones", que, según dio a entender, estarían por encima de la normativa francesa.

Hay que tener en cuenta que, a diferencia de lo que pasa en Australia, para entrar en Francia no es imperativo tener la pauta completa de vacunación. Se puede entrar con un pasaporte sanitario que pruebe que se dispone de un test negativo acabado de hacer en el país de origen. Esto cambia con el proyecto de ley sobre el certificado de vacunación que tiene que entrar en vigor a finales de esta semana. Será necesario para tomar algo en un bar o en un restaurante, para ir al cine, a un espectáculo o a un estadio. Y, evidentemente, irá más allá de Roland Garros. Otros grandes espectáculos deportivos, como el Tour de Francia, los partidos del Torneo de las Seis Naciones de rugby o de la Liga de Campeones de fútbol, como el próximo PSG-Madrid, se ven afectados. Todos los implicados tendrán que estar vacunados, pues.

Madrid quiere ver a Djokovic en acción

Novak Djokovic fue deportado de Australia este domingo después de que la justicia del país decidiera echarlo porque representaba un peligro para la salud pública, puesto que habría mentido en su visado de entrada y en la manera de comunicar que había dado positivo en diciembre. El ministro de Inmigración, Alex Hawke, se valió el pasado viernes de sus poderes especiales para cancelar el visado del serbio por motivos sanitarios y de mantenimiento del orden. Djokovic había llegado el 5 de enero a Melbourne con una exención médica por el hecho de no estar vacunado, puesto que recientemente se había contagiado de covid-19. Pero, cuando llegó al país, las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron. El serbio, el jugador que ha ganado más veces el torneo australiano, pudo salir en libertad para entrenar al ganar un primer recurso que acreditaba que no le habían dado el tiempo necesario para defenderse al aterrizar en Melbourne, pero el gobierno australiano pudo acreditar un error en su visado (no informó de que había pasado en los 15 días anteriores por España, donde estuvo entrenando) y que los días que había dado positivo en Serbia había seguido participando en actos públicos. La normativa australiana permite a un deportista no vacunado participar en un torneo si ha pasado el covid-19 en las semanas anteriores, tal como defendía Djokovic. El serbio, por cierto, no tendría que poder entrar en territorio australiano los próximos tres años, tal como manda la ley después de ser deportado, pero el gobierno de Canberra explicó que podría aceptar su regreso al Abierto de Australia de 2023 si se dan las "circunstancias adecuadas".

En el territorio español, de momentos los deportistas pueden entrar acreditando un test PCR negativo. Y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ya ha afirmado que tener a Djokovic en el Mutua Madrid Open del 26 de abril al 8 de mayo sería «un gran reclamo; todavía es el número 1 mundial». El alcalde madrileño ha añadido que «al final será el gobierno central quien determinará si cumple los requisitos de entrada».

Badosa y Nadal debutan sin sufrimientos

Mientras el serbio era recibido por centenares de admiradores en Belgrado, en Melbourne los otros tenistas luchaban para conseguir su corona. En primera ronda, todos los favoritos han empezado fuertes. Aparte de Nadal, tampoco han fallado Matteo Berrettini, Alexander Zverev, Gael Monfils o el joven murciano Carlos Alcaraz.

En el cuadro femenino, la catalana Paula Badosa, justo después de ganar el Torneo de Sydney, ha superado a la australiana Alja Tomljanovic en dos sets y ha demostrado que está a punto para presentar batalla. Por su parte, la japonesa Naomi Osaka ha empezado la defensa del título ganado ahora hace un año con un claro triunfo sobre la colombiana Camila Osorio (6-3, 6-3). Tampoco falló la gran favorita, la australiana Ashleigh Barty, que no sufrió contra Lesia Tsurenko (6-0 y 6-1). La gran sorpresa fue la derrota de la norteamericana Coco Gauff ante la china Qiang Wang en dos sets (6-4, 6-2).  

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