Aplausos perturbadores en el Bernabéu

Rául Asencio debutó este sábado con el Real Madrid. Salió al campo en el sitio del lesionado Militao y fue recibido con aplausos por las gradas del Santiago Bernabéu. El jugador de La Fábrica figura como investigado en la causa por difundir un vídeo sexual con una menor de edad en junio de 2023. Hasta cuatro jueces vieron indicio de delito en la conducta de Asencio porque entendieron que había sido clave en la propagación del vídeo en chats que algunos medios hicieron públicos y que no voy a reproducir porque me generan un profundo asco. La defensa del joven futbolista pidió el archivo de la causa contra él porque no había participado en el encuentro sexual.

No hay resolución judicial todavía, pero mientras tanto el chaval –tiene 21 años– juega, la grada le aplaude y los medios deportivos se centrarán en su gran pase a Jude Bellingham en el segundo gol del Madrid ante Osasuna. Sobre su imputación, ni pío. Comprendo que el asunto produzca una incomodidad extrema, al igual que entiendo el concepto de presunción de inocencia. Es el silencio espeso el que me molesta, la omertá, el código de honor con el que se protege a un futbolista que no se ha pronunciado públicamente sobre este tema y del que de lo poco que sabemos es que su abogado pidió que no se pudieran vaciar los datos de su teléfono móvil.

Cargando
No hay anuncios

El patadón y tentetieso del Real Madrid como si no hubiera pasado nada, el "Mientras la justicia no se pronuncie", el "sigan, sigan" y los que no solamente callan, sino que vitorean, insisto, a un investigado por difusión de contenido pedófilo, merecen como mínimo un momento de reflexión, una conversación, un debate. La autocensura, la imposición del silencio, aunque sea porque el tema nos cause disgusto, desagrado, incomodidad, no debería ser la respuesta general. Tampoco la utilización por motivos partidistas, bufanderos. La violencia sexual contra las mujeres no puede, no debe, ser usado por fanáticos a los que las mujeres les importan una mierda y que lo único que quieren es que les sirvan como objetos, armas arrojadizas contra el archienemigo deportivo de toda la vida. Porque se puede, se debe, señalar que hay algo como mínimo perturbador, chirriante, en que Asencio debute y la afición le aplauda.

Cargando
No hay anuncios