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Bellerín, el futbolista que planta árboles, habla de la guerra y viste de segunda mano

Después de cambiar La Masía por el Arsenal hace una década, el lateral ha recuperado la sonrisa en el Betis, rival del Barça este sábado

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Héctor Bellerín durante el desfile de celebración de la Copa con el Betis

BarcelonaHéctor Bellerín (Calella, Barcelona, 1995) es futbolista de profesión, pero más allá del rectángulo de juego hace "muchas cosas", como él mismo afirma. Criado en la cantera del Barça y seducido por el interés del Arsenal, con 16 años hizo las maletas hacia Londres. Allí se dejó cautivar por el mundo de la moda, un interés que no le era nuevo: ya de pequeño ayudaba a su madre y a su abuela en el taller de costura donde trabajaban. Es en Inglaterra, sin embargo, donde se convirtió en todo un icono de la moda mientras, paralelamente, se formaba como futbolista y debutaba en el primer equipo del conjunto gunner de la mano de Arsène Wenger.

Su etapa como futbolista en el país británico, donde demostró un buen nivel y estuvo en la cartera del Barça en varias ocasiones –la última, el verano pasado– tuvo altibajos. Después de una década fuera de casa y de un último curso complicado en el Arsenal, en el que perdió la titularidad en el tramo final de la temporada, Bellerín tenía ganas de volver al fútbol español y de estar más cerca de su familia, una reflexión que ya había empezado a hacer durante la pandemia. Tenía varias ofertas, pero finalmente se dejó seducir por el Betis, el equipo del cual es seguidor su padre, por las buenas palabras que le transmitió Manuel Pellegrini.

"Está muy contento. Ha podido recuperar su nivel y el equipo está haciendo muy buen año: ha ganado la Copa, toda la temporada están en la zona alta de la tabla, luchando para entrar en la Champions, y se siente muy a gusto en el vestuario", explica al ARA una persona muy próxima al jugador. De hecho, la prioridad del lateral catalán es "continuar un año más en el Betis" o, "si no, seguir el próximo curso jugando en la Liga". A Bellerín le queda un año de contrato con el Arsenal, pero sus intenciones son muy claras, a pesar de que Mikel Arteta, entrenador del equipo inglés, ha manifestado públicamente que cuenta con él. El jugador es "muy feliz" en el Betis –ha sido titular en el 70% de los partidos– y la buena temporada en global del conjunto andaluz ha ayudado en su aterrizaje en el club y en una ciudad que vive el fútbol con pasión. Un vídeo con unas declaraciones suyas en un contexto desinhibido y festivo pocos días antes de la final de Copa no tardaron en viralizarse. Con pocas palabras, Bellerín resumía buena parte del sentimiento bético antes de la final: "Viva er beti, oé. [¿Qué vamos a ganar?] La Copa, oé". Después de ganar el título derrotando al Valencia en los penaltis, el mismo jugador no dudó en bromear con este vídeo compartiendo el mismo mensaje con fotos suyas con el trofeo. De hecho, el departamento de comunicación del Betis, con un community manager abocado a hacer broma también a las redes sociales, ha sabido explotar la popularidad de Bellerín.

Pero, además de la sonrisa que se esconde bajo su bigote y sus greñas, que a menudo tapa con una gorra (no porque haga sol, sino por gusto), su popularidad se explica también más allá de su rol como futbolista o como icono de la moda. Bellerín es uno de aquellos jugadores que, a diferencia de la mayoría de sus compañeros de gremio, se atreve a exponer públicamente su parecer sobre conflictos o cuestiones que afectan a la sociedad. En una entrevista reciente al digital La media inglesa se pronunció sobre la invasión rusa en Ucrania: "Me parece bastante duro ver que solo nos interesa esta guerra más que otras. No sé si es porque ellos [la población ucraniana] se asemejan más a nosotros o porque el conflicto nos puede afectar más directamente en el aspecto económico o de refugiados. La guerra en Palestina ha sido completamente silenciada, también pienso en Yemen, en Irak... Lo que ha hecho Rusia con Ucrania hay países que llevan muchos años haciéndolo y, en cambio, hemos hecho la vista gorda. Veo racista y poco empático olvidarse de estos otros conflictos".

Bellerín no solo recupera pelotas y sirve asistencias como lateral, sino que también rompe moldes. Recientemente ha explicado que solo utiliza ropa de segunda mano (a pesar de que en el pasado llegó a hacer de modelo para marcas como Louis Vuitton), es vegano y lleva años defendiendo y colaborando con movimientos ecologistas. El defensor catalán es desde el 2020 uno de los accionistas mayoritarios del Forest Green Rovers, equipo de la League Two (la cuarta división del fútbol inglés). Este club tiene el honor de ser considerado por la UEFA como el "más sostenible del mundo" en términos medioambientales.

De hecho, Bellerín se comprometió en junio del mismo año a promover la plantación de 3.000 árboles cada vez que el Arsenal ganara un partido. En total, ayudó a financiar la plantación de más de 60.000 árboles en el Amazonas. Así es Bellerín, un futbolista atípico y que este viernes contra el Barça, a pesar de no poder jugar por unas molestias, estará más cerca del sentimiento bético que le intentó inculcar su padre que no de su pasado azulgrana. "Es un partido crucial para el Betis: también se juega estar en la Champions de la temporada que viene", defienden desde su entorno.

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