El primer equipo trans del fútbol federado: "Cambiarme sin que me miren las cicatrices del pecho es una libertad muy grande"
El Fénix, con el nombre de la Peña Recreativa Sant Feliu, competirá en la Cuarta Catalana a partir de septiembre
Barcelona"Lo que me atrajo del Fénix es el hecho de sentir que puedo entrar en el vestuario y que no se me quedarán mirando", explica al ARA Pol, uno de los jugadores del primer equipo de fútbol de la historia formado íntegramente por hombres trans que se federará en el Estado español. "Cambiarme sin que nadie me mire las cicatrices del pecho es una libertad muy grande", añade.
Pol, cuando aún jugaba en un equipo femenino de fútbol, había tenido que sufrir preguntas y desconsideraciones por su físico. "Yo ya había explicado quién era. Después de salir del armario todavía no podía jugar en el masculino porque no tenía el DNI y me encontraba que se me juzgaba por parte del club, de las compañeras y de los comentarios que se hacían en las gradas. ¿Pero iba a pasar a jugar en un equipo de hombres cis cuando tenía como última experiencia las burlas de los compañeros al salir del entrenamiento?", pregunta en voz alta ahora que tiene 25 años.
Iker, otro de los jugadores del Fénix, llevaba nueve años sin jugar a fútbol. Ni en la plaza de su ciudad, Vilanova i la Geltrú. El balón desapareció por completo de su vida. "No me sentía cómodo en el equipo donde estaba por problemas personales y cuando intenté una nueva toma de contacto con el fútbol ya estaba con las hormonas y me daba mucho miedo lo que me podían decir desde las gradas. En ese momento, era muy débil mentalmente y sabía que no podría aguantarlo", explica. Ahora tiene 26 años y se siente más fuerte. "La grada no puedes controlarla, sentirás de todo juegues donde juegues. Pero dentro de un vestuario es muy importante no sentirte juzgado, sentirte acompañado y seguro", considera.
El único problema ha sido con un árbitro
La aventura del Fénix en el fútbol federado empezará en septiembre, cuando competirá en la Cuarta Catalana con el nombre de Peña Recreativa Sant Feliu, de cuya entidad forma parte. Pero los inicios del equipo se remontan a hace un año y medio, cuando Hugo, otro de los jugadores, hizo un llamamiento en las redes sociales que supuso que llegaran a reunirse en un grupo de WhatsApp hasta 30 interesados. El primer entrenamiento fue a principios del 2023 en una pista pública de Sant Feliu de Llobregat y, desde el pasado septiembre, el equipo juega en una liga de fútbol 7 no federada en los terrenos de la Escuela de Fútbol TARR de Barcelona.
El Fénix compite en esta liga con otros equipos comprometidos con el colectivo LGTBIQ+ y Pol e Iker aseguran que durante la temporada no se han encontrado ningún problema con los rivales. Sin embargo, no pueden decir lo mismo de otro integrante del juego. "Un compañero se quejó de una falta", dice Iker. "La respuesta del árbitro fue que no se quejara tanto, que ya sabía dónde se había metido y que eso le ocurría porque el fútbol es para hombres y no para mujeres", sigue relatando Pol. El comentario quedó grabado porque los árbitros llevan una cámara y el Fénix puso una reclamación. La organización decidió que ese árbitro no volviera a arbitrar al equipo ni tampoco otros partidos el mismo día que el Fénix juegue.
El cambio al fútbol federado
Àlex debería haber sido uno de los porteros del Fénix, pero una lesión le impide, a los 33 años, ponerse entre los tres palos. La alternativa ha sido convertirse en uno de los entrenadores y también en uno de los encargados de preparar psicológicamente a los jugadores para los peligros asociados a la LGTBI-fobia que se pueden encontrar en el fútbol federado. "Pronto empezaremos a trabajar el aspecto mental", informa. "A mí me da respeto qué puede pasar cuando seamos visitantes", admite, por su parte, Iker. "Sentirás de todo y encima te lo tendrás que comer. El árbitro puede parar el partido, pero una vez acabe y el acta esté cerrada él ya no es responsable de lo que pueda ocurrir", añade.
Y expone un ejemplo de una situación que se podría dar durante un partido: "Cuando un compañero mío regatee un defensa y éste sepa a quien se está enfrentando puede que vaya a hacer daño porque lo considere una humillación. Esto no es un problema de una persona en concreto, sino de la mentalidad de la sociedad".
De todos modos, el proyecto del Fénix, aunque dará un paso hacia el fútbol federado, no quiere centrarse únicamente en la competición. Bajo la Federació Catalana de Futbol (FCF) jugará con el nombre y la camiseta de la Peña Recreativa Sant Feliu, pero la idea es que el nombre y la camiseta del Fénix con los colores de la bandera trans sigan luciendo fuera de la exigencia de los resultados deportivos. "El Fénix seguirá siendo el espacio seguro para quien quiera iniciarse en el fútbol y tener una competitividad sana", explica Àlex. "Todos nosotros hemos pasado experiencias similares, aunque las transiciones nunca son iguales. Al haber compartido esto, el nuestro es un espacio muy amable. Es como un grupo de amigos que no te juzga y en el que no debes estar pendiente de si les pareces un chico o no".
Su objetivo final es que la sociedad avance lo suficiente para que proyectos como éste no sean necesarios. "La idea a largo plazo es encontrar estos espacios seguros en equipos cis. Espero y deseo que dentro de 20 años no sea necesario un equipo como el Fénix", sentencia Àlex. De hecho, el Fénix tiene la intención de coger jugadores de otros equipos de la Peña Recreativa cuando vaya corto de efectivos durante el próximo curso y a la inversa.