Bocadillo de arena del Girona en Getafe

GeronaDe las 10 jornadas disputadas hasta ahora, el Girona ha sido colista en 8, ha vivido en descenso en 9, y la única ocasión que ha estado fuera de la línea roja fue en la primera jornada, y por goal average, porque perdió. "Mirando la clasificación, no hay por dónde cogernos", explicaba un resignado Míchel Sánchez antes de la derrota en el Coliseum, decidida por Mario Martín y Borja Mayoral en la segunda parte (2-1). Si no ocurre nada extraño, será último por novena ocasión en once jornadas.

De nuevo apáticos y sin capacidad de desequilibrio, ante un Getafe desagradable pero que cumple su plan pete a quien pete, alargaron la floja imagen ofrecida en la Copa, en la que el Constancia, un equipo de la quinta categoría, que compite por debajo del filial gerundense, los puso contra las cuerdas y los envió a la prórroga. Se respira poca confianza y esto se transmite en cada control, en cada desmarque y en cada duelo. Pasadas sencillas que antes se hacían sin mirar, ahora no llegan a su sitio.

Ounahi o Joel Roca son de los pocos futbolistas que todavía se atreven a hacer cosas diferentes, pero nadie les acompaña con continuidad. Esporádicamente, Vanat, que falló un uno contra uno con 1-0, ya enseña detalles. A veces, Iván Martín genera ya una superioridad con sentido. O Bryan Gil hace una carrera peligrosa por la banda. Pero la tónica general no es buena. Incluso hombres como Tsygankov parecen a otras personas. Ya nada tiene que ver con aquel futbolista que explotaba su imaginación. Se le ve gato, en el césped. Como si añorase mejores tiempos.

Los más goleados de la Liga

Se pueden contar con los dedos de una mano, y sobrarían, las veces que el Girona puso a prueba a Soria, el portero local. Más trabajo, pero tampoco excesivo, tuvo a Gazzaniga en la otra área, especialmente al inicio de la segunda parte. Era un partido de 0-0 o, a lo sumo, una victoria mínima para quien tuviera la delicadeza de colocar el balón en el fondo de la red más veces. Eso es lo que ocurrió: una falta lateral evitable, puesta perfecta por Milla (¿de verdad que en verano nadie en Montilivi podía fichar a un creador de ese perfil?), fue aprovechada por Mario Martín. Era el 1-0. Pero en los minutos finales Mayoral hizo el segundo. Stuani recortaría las diferencias en el descuento, de penalti. La sangría defensiva rojiblanca es otro de los grandes problemas, ya que es el equipo más goleado de la categoría, con 24 goles.

La situación desespera, porque lo que necesita el Girona es ganar y salir de abajo de una vez por todas. Lo irónico de todo es que si se toma la clasificación, empezando por la jornada 4, la primera con el mercado de verano cerrado, el Girona estaría fuera del descenso. Así que éste es el castigo con el que deben convivir para no haber hecho bien el trabajo, porque la Liga empezó en la jornada 1 para todos los equipos menos para ellos. Porque nadie niega la reacción actual: en las cinco jornadas anteriores, sólo había sufrido una derrota, en el tiempo añadido y ante el Barça. Pero va a remolque, y eso pesa.