El Girona perpetúa su identidad, pero no su liderato
Iñaki Williams frustra la primera posición de los gerundenses, que empatan contra el Athletic y ahora son colíderes
GIRONAEl Girona saboreó cada segundo, minuto, hora y día que pasó sin jugar al fútbol. En un curso inolvidable, con las emociones por las nubes, los gerundenses se han tomado la pausa como un regalo para recordarse a sí mismos que lo que están haciendo, como si no lo supieran ya, es una pasada. En la ciudad no se habla de nada que no sea el equipo de fútbol. Todo el mundo se apasiona, explicando dónde y con quién vivieron según qué partido, gol o jugada. Y los sentimientos se contagian. Se han ganado todos los elogios que les lleguen, claro. Pero también saben, porque si intentan olvidarlo Míchel ya se lo recuerda, que el tema no acaba aquí. Que solamente estamos en noviembre y la temporada es larga. Que no se ha logrado nada más allá de haber logrado muchas cosas. Como el consenso general de que, por ahora, predica la entidad catalana como la gran sensación del fútbol europeo. Y que, y no es una broma, tiene la permanencia prácticamente liquidada. Hay que grabar en la memoria que éste era el gran objetivo. El primero de todos.
Y el primero no puede ser el único. Porque, puestos a llamar la atención, no hay ningún motivo para no desear romper toda la lógica posible. El Girona no quiere pasar de puntillas. Aunque, sin embargo, y pensándolo bien, ya es imposible que lo haga, después de alcanzar la cima de la mesa casi con el primer tramo de competición jugado. En el horizonte se cierne, como quien no quiere la cosa, la posibilidad de ser campeones de invierno. Puestos a hacer, ¿por qué no? Con el empate ante el Athletic (1-1) perdió el liderato, que vuelve a manos del Real Madrid. Ahora es colíder, empatado a 35 puntos.
Fluir y resistir, dos claves
Este Girona, el mejor de la historia, el que remonta en noches imposibles, el que protagoniza tormentas de fútbol ofensivo imparables, está también encontrando respuestas a diferentes tipologías de partido. Es un equipo rico en recursos, el rojiblanco, estimulado porque, como los resultados acompañan, el miedo está muy lejos. Juega desacomplejado, lo que provoca que el fútbol fluya. Y también sabe resistir. Como contra el Athletic. Todo acompaña.
Porque el conjunto vasco, que de eso del fútbol sabe un rato –de otro modo no habría jugado todas las temporadas posibles que han existido en Primera División–, fue mucho mejor, durante muchos minutos. Montilivi, congelado, de la misma manera que quisiera conservar a estos futbolistas toda su vida para que esta historia no se acabara nunca, dio gracias a Paulo Gazzaniga, que sacó un repertorio de paradas que posibilitaron el resto.
Sin Dovbyk, roto –una la baja que el Girona había escondido–, pero con la leyenda Stuani, que estuvo a punto de derribar el estadio con dos remates de cabeza de aquellos que ha hecho siempre, y que Unai Simón escupió con la punta de los dedos, un misil de Tsygankov tras una jugada de Savinho perpetuó la fe. Si otros días mantener el estilo cuando perdía le había favorecido, seguir atacando, en busca del segundo, esta vez posibilitó que Iñaki Williams cogiera a la defensa fuera de su lugar y marcara el empate. Nada que reprochar, porque la actitud y el compromiso del Girona, sus grandes activos, no se pueden comprar con dinero. Son su esencia y su identidad, lo que le está permitiendo vivir este cuento de hadas.
- Girona: Gazzaniga, Arnau (Yan Couto, 69'), Éric Garcia, Blind, Miguel, Aleix Garcia, Yangel Herrera (Ibrahima Kebe, 85'), Iván Martín (Pablo Torre, 79'), Tsygankov (Valery, 85') , Savinho y Stuani (Portu, 69'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Athletic: Unai Simón, De Marcos, Vivian, Paredes, Lekue, Galarreta (Ander Herrera, 81'), Vesga, Iñaki Williams (Adu Ares, 89'), Sancet (Unai, 89'), Nico Williams (Berenguer, 81' ) y Guruzeta (Raul García, 74'). Entrenador: Ernesto Valverde.
- Goles: 1-0 Tsygankov (55') y 1-1 Iñaki Williams (67').
- Árbitro: Melero López (Comité Andaluz).
- Tarjetas amarillas: Guruzeta (51') y Blind (59').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Montilivi, 13.123 espectadores.