La inquietud con la letra pequeña del contrato de Stuani en el Girona

GIRONADespués de un curso muy convulso, el Girona afronta el verano con mucho trabajo en los despachos. Contando entradas, salidas, los cedidos que vuelven y los que terminan su compromiso, se vislumbran fácilmente una veintena de movimientos, una cifra habitual en Montilivi. Lo que pocos intuían es que uno de ellos tendrá como protagonista a Cristhian Stuani. El uruguayo, que en octubre cumplirá 39 años, tiene contrato hasta el 2026. Pero la letra pequeña tiene trampa, porque existe una "deuda" del club con el jugador. El propio futbolista no puso la mano en el fuego por su continuidad, pese a asegurar que la voluntad no es otra que quedarse en el club. Quien reconoció el problema fue Quique Cárcel, director deportivo, que también espera que Stuani no se mueva de Girona. Ambas partes ya negocian una ampliación que permita al 7 gerundense retirarse a la entidad.

La semana pasada Stuani encendía las alarmas en el podcast Montiliving. "No sé si seguiré. No me gusta hablar de ello, porque es un tema delicado y respeto mucho al club. Lo único que puedo decir es que siempre he priorizado al Girona y siempre lo haré. Yo quiero estar aquí y el Girona lo sabe, pero hay cosas que no dependen de mí, dependen de quien lo va a decidir cuando van vano. firmábamos hasta el 2026, pero no me corresponde hablar de un contrato personal, es confidencial". Tras la sorpresa, los periodistas le repreguntaron si podía quedar libre este 30 de junio y la respuesta acabó de asustar a todo el mundo: "No puedo decir eso".

Stuani llegó el verano del 2017 con un contrato de tres temporadas, hasta el 2020. Pero este documento se ha retocado tres veces, dada la importancia de su figura. 2019, cuando el club lo blindó pese al descenso a Segunda Le prorrogó un año, hasta el 2023. En todo este tiempo, las dos partes han hecho un esfuerzo importante: el club, presentándole un contrato alto para poder retenerlo, y el jugador, rechazando ofertas superiores. play-off perdidas y el Girona en una posición frágil por la pandemia y apretado por la reducción de presupuesto, llegó la última renovación (hasta ahora): alargó tres años el vínculo, hasta el 2026, bajándose el sueldo por temporada y difiriendo una parte relevante a lo largo de todos los años restantes, una acción que redujo el límite salarial y redujo el límite salarial.

En este diferimiento está la madre de los huevos. Porque llegados al último año de contrato, prácticamente todo el salario del futbolista es deuda acumulada por el club en los cursos anteriores, de la época en la que jugaba en Segunda con una ficha de Primera. El contrato también detalla una ficha para la nueva temporada, pero es simbólica y no se sostiene por sí sola; pero esto explica que se alargue hasta el 2026. Y que el salario actual, dejando la deuda al margen, sea tan pobre es suficientemente convincente para ser el motivo por el que trabajan para actualizar las condiciones del uruguayo.

"Éticamente queda libre"

En la rueda de prensa de balance de curso, Quique Cárcel despejó la situación. "Si hablamos de Stuani, hablamos, posiblemente, del jugador más importante de la historia del Girona. Me merece un respeto brutal. No quiero entrar a hablar de cosas que no tocan, pero el Girona quiere que continúe y le hemos hecho una oferta para que sea así". El director deportivo no escondió nada. "El contrato pone que acaba el próximo año, pero cuando estábamos en Segunda se difirió una deuda porque si no se habría marchado. La deuda todavía existe. Teóricamente, él tiene razón cuando dice que no tiene contrato, porque éticamente queda libre".

Si se produce una nueva renovación el jugador podría retirarse a Montilivi. "Con su edad le aseguramos hacer un año más con nosotros, y si cumple una serie de condiciones todavía tendría un segundo. Queremos que acabe su trayectoria en el Girona". Es un deseo compartido. Tan sólo hace falta comprobar los hechos o recurrir a la hemeroteca y buscar las palabras del uruguayo. "Sería un sueño retirarme al Girona. En los momentos buenos y en los difíciles he estado aquí, poniendo el pecho para parar las balas. Tengo un sentimiento inmenso por el club". Son testigos los 8 años, los 289 partidos y los 141 goles.