Ya no es coser y cantar: el Girona sigue sin ganar
El equipo de Míchel colecciona ocasiones, pero no desequilibra, y encadena el cuarto partido sin vencer y el tercero sin marcar
GIRONASi de París a Valencia Míchel hizo ocho cambios de golpe, contra el Rayo Vallecano hizo siete. Sigue en busca de una tecla que no acaba de encontrar, ante la incertidumbre de quienes le rodean, que si algo destacan de él es su fiabilidad. El técnico hace aspavientos constantemente, no demuestra tener las cosas bajo control. Y el entorno, inconsciente, se impacienta un poco, exigiendo a futbolistas que no tienen según qué registros que hagan cosas que no saben hacer. Quieren repetir la fantasía que se vivía no hace mucho en el estadio. Y es comprensible, porque ¿quién no quiere que esto vuelva? Sin embargo, las dos últimas semanas se están haciendo bola: encadena cuatro partidos sin ganar y tres sin marcar. La última muestra, el empate contra los madrileños (0-0).
Sobre todo porque el Girona, quien debía decirlo, echa de menos más a Aleix Garcia que a Savinho. El de Ulldecona era el director de orquesta perfecto, y ahora no hay nadie que asuma ese rol. Su trabajo, y con muchas diferencias, debe hacerlo entre dos o tres, y de esa manera. Y el equipo no avanza. Cuando se bloquea, o no encuentra espacios, antes un cambio de sentido facilitaba superioridades. Cuando esto ocurre este curso, el ritmo es tan lento que cuando ha cambiado de lado la defensa visitante ya le espera. Y así todo el rato, en un bucle infinito. El bajo rendimiento no es tema físico, es una cuestión de perfiles. Aparte de no estar nada preciso.
El Girona ha pasado de la espontaneidad a la monotonía. Aquel equipo desacomplejado que no sabías por dónde saldría se ha transformado hasta el punto de estar completamente llano. Sólo alguna transición vertical o alguna acción aislada individual rompen los esquemas. Las cosas han cambiado demasiado, en poco tiempo. Incluso el Por favor, un famoso aficionado rojiblanco que suele pasarse los partidos alrededor por el Gol Norte con el bombo pidiendo a la grada que apoye, llegó cuando el árbitro estaba a punto de silbar el descanso.
Y eso no impide que los gerundenses puedan ir sumando puntos y coleccionando victorias, como se comprobó en la doble consecutiva al inicio de campeonato. Este Girona está capacitado para ganar, porque sabe jugar al fútbol y tiene futbolistas con talento para ello. Fue superior al Rayo, que no inquietó pero no desequilibra. Porque todavía no es un equipo en el sentido estricto de la palabra. Y la irregularidad no es buena acompañante. De hecho, si el vestuario sigue sin funcionar por completo, a la gestión de egos y al calendario pronto habrá que sumar el aspecto mental. Y si la dinámica negativa se instala, ya ha bebido aceite. Puede ser un infierno.
Punto de mira desviado
Fue Yáser Asprilla, el extremo colombiano de veinte años, el fichaje más caro de la historia rojiblanca, quien más se lamentó en una primera parte aburridísima, en la que el Rayo jugó mejor las cartas que los catalanes . Prácticamente todo Montilivi cantaba gol tras una fantástica jugada de Miguel Gutiérrez, que adelantó hasta la línea de fondo y le puso un caramelo que sólo tenía que empujar, porque tanto la defensa como el guardameta Batalla estaban superados. Pero Asprilla calculó fatal, pegado al área pequeña, e hizo botar el balón demasiado fuerte, perdiéndose por encima del larguero. Ocasiones que por sí solas ya no se pueden desperdiciar; menos en duelos cerrados como el que se vivía y con la necesidad que había.
A punto estuvo de quitarse la espina, con un chutazo que hizo temblar la madera en la segunda parte, cuando el Girona ya se había decidido a poner toda la leña en el fuego. Miguel falló una inexplicable y Misehouy y Stuani flirtearon con la heroicidad. Pero eso ya no es coser y cantar.
- Gerona: Gazzaniga, Arnau, David López, Blind, Miguel, Yángel Herrera, Iván Martín, Tsygankov, Asprilla (Misehouy, 75'), Bryan Gil (Danjuma, 67') y Abel Ruiz (Stuani, 67'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Rayo Vallecano: Batalla, Balliu, Lejeune, Mumim, Pep Chavarría (De Frutos, 33'), Pedro Díaz (Gumbau, 46'), Óscar Valentín, Andrei, Embarba (Álvaro, 60'), Isi (Unai López, 46' ) y Camello (Nteka, 78'). Entrenador: Íñigo Pérez.
- Goles: Ninguno.
- Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano).
- Tarjetas amarillas: Tsygankov (20'), Pedro Díaz (45'), Abel Ruiz (58'), Unai López (64'), Yangel Herrera (83'), Balliu (89') y Andrei (93').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Montilivi, 12.272 espectadores.