Jorge Vilda se envuelve explicando por qué fue a hablar con el hermano de Jenni Hermoso
El exseleccionador de la selección española femenina absoluta ha sido el principal protagonista del cuarto día del juicio por el beso no consentido de Luis Rubiales


BarcelonaEl exentrenador de la selección española femenina de fútbol, ha sido el gran protagonista de la cuarta jornada de declaraciones del juicio por el beso no consentido de Luis Rubiales en Jenni Hermoso. Vilda, que empezó a trabajar en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el 2006, tomó las riendas de la selección española femenina absoluta en el 2015 y fue destituido el pasado 5 de septiembre por el escándalo a raíz del beso forzado del expresidente de la RFEF.
Vilda ha hecho la declaración más larga de hoy en una jornada en la que también han participado Albert Luque, director deportivo de la RFEF durante todo el conflicto y Rubén Rivera, ex director de marketing del ente federativo. El exseleccionador ha negado que viera el beso porque "durante la entrega de medallas estaba el penúltimo en la fila". Respecto a cómo, tras el beso, el balón se iba haciendo mayor, Vilda ha afirmado: "Oí comentarios durante la celebración en el césped. Nadie le dio la menor importancia al beso". Y ha añadido: "En ese momento también me informaron de que mi hija había tenido molestias abdominales, y la tuvieron que atender a los médicos. Estuve muy poco en el vestuario. Atendí a mi hija y la rueda de prensa posterior a la final".
En el autocar de camino al aeropuerto para volver a España, el técnico afirmó que escuchó "cánticos de celebración y besos de"Beso, beso, presi, presi", pero que no le dio más importancia en ese momento: "Yo estaba pendiente de que pudieran viajar mi mujer y mi hija. Llevo más de 17 años conozco a Jenni Hermoso y su familia. Yo no percibí nada [sobre la afectación de Jenni Hermoso]. Hasta entonces yo sólo había percibido alegría, celebración, jeringuilla... En el aeropuerto estuve con Olga Carmona, que había perdido a su padre hacía poco, y los suyos -continuó Vilda-. En el autobús, Rubiales me dijo que le habían preguntado por el beso y que él había contestado mal. No le hice demasiado caso y seguí a la mía, pendiente del móvil". El exseleccionador ha dicho que fue en el avión donde empezó a ser consciente de "todo el balón mediático que se estaba haciendo".
Las contradicciones en la declaración de Jorge Vilda
"En el avión sí se habló de que se podía hacer para parar toda esa curva. Se estudió la posibilidad de hacer un comunicado conjunto. La gente de prensa [de la RFEF] estaba muy activa", ha dicho Vilda, quien tenía en Rubiales un par de asientos por delante. "Rubiales no me pidió que hablara con el hermano de Jenni. Lo hice por iniciativa propia. Viendo la relevancia mediática que tenía el beso, empecé a preocuparme, porque se estaba dando más importancia al beso que al gran éxito que habíamos conseguido. alusión. Mi preocupación era pensar que el equipo estuviera bien".
Cuestionado por qué no fue a hablar directamente con Jenni Hermoso, el técnico ha defendido: "Estaba preocupado por su situación, pero no fui a hablar con ella por no importunarla. Estaba con sus amigas, de celebración. Quise respetarlo". Vida ha añadido que "desde el Mundial" que no ha hablado con ella. "Ella aquí ha dicho que estaba dolida porque no le había preguntado cómo estaba. Debería haberlo hecho. Durante la celebración, todo era alegría. A nadie se le encendió ninguna luz de alarma [durante un trayecto en avión de más de 20 horas de regreso a España]".
Aquí es cuando Vilda se ha empezado a envolver. "Tenía a Jennifer detrás. No la vi llorar, pero sí tenía cierta cara de preocupación, mirando el móvil. Fui a hablar con su hermano para intentar normalizar la situación, pensando en el futuro y mi selección". Pero, ¿por qué fue a hablar con el hermano de Hermoso y no con ella? "Porque después de 20 años de profesión, sé cómo afecta a la presión mediática. Hablo con su hermano por cómo podía repercutir toda la presión mediática a Jenni. Cuando hablo con el hermano [en el avión], aviso al presidente. Estaba durmiendo [el hermano y allí, pude hablar con . im la conversación con su hermano, Victoriano [amigo íntimo de Jennifer Hermoso y que entonces Vilda dice que no conocía]. Tenemos una conversación de no más de cinco minutos. Hablemos un poco de fútbol y que bien había sido su hermana.
El lío es porque Vilda dice que fue a hablar con el hermano por iniciativa propia, pero al mismo tiempo ha admitido que alertó a Rubiales antes y después de la conversación, para comunicarle que el hermano de Hermoso intentaría hablar con ella. También admitió que le dijo a Hermoso "si podíamos encontrar una fórmula para normalizar la situación. No le especificé si era un vídeo o algún otro tipo de comunicación". Esto es lo que quería Rubiales, para calmar las aguas respecto a un escándalo que mediáticamente se estaba haciendo mayor a pasos agigantados. "Él [hermano] no me dijo que ella si hubiera negado. Su hermano me dijo que hablaría con ella", respecto de la posibilidad de hacer esta comunicación ha dicho Vilda, cuestionado sobre por qué le pidió al hermano que Jennifer Hermoso participara de algún tipo de comunicación pública cuando ya se había negado y lo sabía. "Yo quería normalizar la situación. Pensando en Jenni y en la presión mediática que le afectaría a ella ya la selección. Hablé con su hermano porque estaba más calmado, más frío. No le hablé de Rubiales".
Vilda también ha negado que intentara coaccionarla mediante su hermano. "No le dije que [no hacer un comunicado público junto a la RFEF] afectaría a su carrera, que tendría consecuencias personales o familiares. Nunca le dije esto a su hermano. Sólo le transmití mi preocupación por lo que podría transmitir esa carga mediática a Jenni", ha asegurado el técnico, contradiciendo la versión de la acusación. "Nadie, ni delstaff, ni ningún familiar suyo, me dijo que Jenni estaba sintiéndose presionada [durante el trayecto en avión de regreso y la escalera a Doha]. Yo lo que pensaba, porque sí estaba un poco con el gesto girado, es que todo lo que estaba leyendo a los medios no le estaba gustando, como a los demás", ha defendido también Vilda en una declaración que deja claroscuros.