Mala noche para los que no intercambiarían a Dembélé por Neymar: los apuntes en caliente del Madrid-Barça
El extremo francés falló un gol cantado y no superó a Mendy en ningún momento
Barcelona¿La muerte del 3-5-2? Cuando llega la primavera el Madrid husmea la sangre. Da igual si Ramos y Varane, sus marcadores titulares, están lesionados. O que juegue sin público en un campo de Segunda B. Los blancos ya avisaron el martes contra el Liverpool y repitieron su plan simple pero efectivo para avanzar al Barça en la clasificación. Es cierto que los azulgranas tuvieron ocasiones para acabar empatando, pero los tres puntos se quedaron en Valdebebas en parte por el planteamiento de Koeman, que insistió con los tres centrales contra un equipo encerrado en su campo. Zidane ganó la batalla táctica y sigue sonriendo en los clásicos.
Dembélé salió cruz en el clásico. Arrancó el partido de ariete, pero no aprovechó ningún espacio porque se obstinó en incrustarse entre los centrales. Aún así, tuvo una ocasión clara a pase de Messi en la que demostró sus dificultades en el juego aéreo. Después de moverse por donde no tocaba y perder más pelotas de la cuenta, Koeman se equivocó al emparejarlo en la segunda parte con Mendy, sin duda el marcador más fiable del Madrid, cuando en el lado contrario lo esperaba Odriozola, mucho más blando que el francés. Mala noche para Dembélé. Y también para los que no querrían intercambiarlo a pelo por Neymar.
Los mejores, los jóvenes. Neymar quiere volver al Barça para volver a jugar clásicos con Messi, que todavía tiene que decir si seguirá o no de azulgrana. El 10 acumula ya siete partidos contra el Madrid sin ver portería. En su estreno en el Di Stéfano, hizo un partido tirando a discreto en el que lo más destacable fue un intento de gol olímpico que el larguero escupió. Messi no pudo decidir y Jordi Alba hizo aguas en defensa. Y es que los mejores azulgranas en Madrid fueron Pedri, que mientras estuvo en el césped ofreció siempre una alternativa sensata al juego, y Mingueza, debutando con gol en un clásico. Qué hallazgo, el defensa de Santa Perpètua.
Sin sorpresas. El Barça no perdió el clásico por el árbitro, sino porque fue peor que el Madrid. Dicho esto, la actuación de Gil Manzano no disipó mucho las sospechas derivadas de su estrambótica designación. El extremeño, sustituto de última hora del lesionado Mateu Lahoz (que, a su vez, fue escogido después de que cayeran las opciones de De Burgos Bengoetxea y Munuera Montero), cargó con amarillas a Pedri y Araujo antes que a Casemiro o Militão. No señaló tres posibles penaltis sobre Lenglet, Dembélé y Braithwaite que la realización televisiva, misteriosamente, casi no repitió. Y para acabarlo de adobar, añadió cuatro minutos después de diez cambios y un rato de juego parado por problemas técnicos.