Apuntes en caliente

Ahora se entiende la tibieza de Laporta con Koeman: los apuntes en caliente del Barça - Atlético de Madrid

El holandés ha servido para rescatar a los azulgranas de la penumbra, pero se queda corto para pensar en grande

Busquets, en tierra antes de ser sustituido.
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BarcelonaMés vidas que un gato. La Liga está en manos del Sevilla, del Athletic Club, del Granada y del Villarreal. Es decir, de los oponentes que tendrá el Real Madrid, que está muerto físicamente y afectadísimo por las lesiones, en las cuatro jornadas que faltan para que acabe la competición. El empate a nada entre el Barça y el Atlético de Madrid en el Camp Nou entrega el privilegio de depender de sí mismo al equipo de Zidane, que está en disposición de aprovechar los errores de los colchoneros en la segunda vuelta y la falta de recursos de los azulgranas, que la semana pasada cometieron una falta imperdonable contra el Granada. El Madrid tiene más vidas que un gato. En una campaña de mínimos, los blancos lo tienen todo a favor para seguir alimentando su mito.

Falta de grandeza. Con la Liga en juego y la victoria como única vía para hacer algo de provecho en la Liga, Koeman ha tardado 75 minutos en reaccionar. Después de una primera parte dominada de principio a fin por el Atlético, el técnico del Barça solo ha cambiado a Mingueza por Araujo, defensa por defensa, y ha relegado el riesgo a los últimos quince minutos. Ya se sabe que sacudir en positivo los partidos en marcha no es el punto fuerte del neerlandés, pero tanta inacción en grandes escenarios incluso compromete su crédito para conservar el cargo. Se entiende la tibieza de la directiva hacia su continuidad porque cuesta ver un proyecto a largo plazo con él en el banquillo. Su mano ha servido para salir del desastre, pero se queda muy corta para pensar en grande.

Sin gobierno en medio del campo. La lesión de Busquets en la primera parte ha condenado al Barça al desgobierno. El de Badia venía de jugar los mejores partidos de la temporada y dejó su lugar a Ilaix Moriba, un interior con llegada que provocó que De Jong desapareciera de las zonas donde mejor influye, puesto que tuvo que atrasar su posición. Koeman bajó la media de edad hasta los 19,6 años en el compromiso decisivo para la Liga no por falta de recursos, sino porque ha dimitido de futbolistas como Pjanic, un centrocampista posicional harto de jugar partidos 100% tácticos. No juega un solo minuto en la Liga desde el mes de febrero. Tela. También es trabajo del técnico no derrochar los argumentos que tiene en el vestuario.

Experimentos con gaseosa. La Liga y la empresa que produce los partidos llevan un año pinchando ambiente enlatado en las retransmisiones para compensar la falta de público. También han inventado la fan cam para que los jugadores vayan a celebrar los goles y se han sacado de la manga una steady para calcar los encuadres típicos de los videojuegos. Renovarse o morir del éxito, de acuerdo. El negocio manda. Pero tanta innovación es ridícula si después la señal televisiva de los partidos es incapaz de minimizar los efectos de la sombra que dibujan estadios como el Camp Nou sobre el césped a determinadas horas del día. O si los árbitros no saben ver que las primeras indumentarias de equipos como el Barça y el Atlético se pueden confundir a la luz del día. No aprendemos.

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