Balonmano - Liga Guerreras Iberdrola

Marta Mera, la portera catalana que lucha contra la grasofobia

La denuncia por acoso de la jugadora del BM Granollers provoca un alud de empatía y solidaridad

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Marta Mera y Marc Guardia durante la presentación de las camisetas de la selección catalana

Barcelona"Hay movilizaciones si eres negro o gay, pero nadie me defendió cuando me llamaban gordo". Ronaldo, el exfutbolista de Barça y Madrid, alertó hace tres años de un fenómeno que a menudo pasa desapercibido en el deporte de élite: la grasofobia. El acoso que estos días ha recibido Marta Mera, portera del KH-7 BM Granollers de balonmano, ha recordado los riesgos de caer en la cosificación de las personas que se salen de los cánones tradicionales.

“La portera no debería jugar en el balonmano profesional. Ocupa toda la portería”. Este mensaje de un usuario anónimo en las redes sociales (@DemalagaSienpre) durante un partido de la Liga Guerreras Iberdrola abrió la caja de los truenos. La portera completó un partido excepcional, ya que detuvo 12 de los 37 lanzamientos. Su efectividad fue de 32,4%. “Con todos mis respetos, ¿puede ser jugadora profesional una jugadora con sobrepeso? Si ocupa toda la portería, ¿entonces por dónde podemos hacer gol?”, preguntó el aficionado.

No es la primera vez que la portera, de 23 años, recibe ese tipo de descalificaciones. La catalana, que lleva balonmano desde que tenía siete años, empezó a recibir insultos y burlas cuando disputaba partidos de categorías de formación. Tras muchos enfrentamientos se marchó a casa llorando, pero esta vez decidió levantar la voz y denunciarlo. “Mucho hacer el gatillo cuando nos escondemos detrás de perfiles falsos. A veces deberíamos vigilar un poco más los comentarios que hacemos sobre el cuerpo de los demás. ¡Un abrazo, que yo sigo siendo muy feliz!”, escribió la jugadora.

Su denuncia provocó un alud de muestras de apoyo. El equipo rival, Costa del Sol Málaga, fue de los primeros en criticar los comentarios del aficionado. “Marta, eres un ejemplo dentro y fuera de la pista. Todos los que te conocemos te admiramos profesional y personalmente. Nuestra condena más absoluta por un comentario que carece en este deporte ni en ninguna sociedad. ¡Estamos contigo para todo lo que necesites!”, anunció.

Las compañeras de vestuario de Mera estuvieron a su lado desde el primer momento. “El talento, el estado de forma o el físico es único para cada una de nosotros y eso hace guapo nuestro deporte. Mera engancha a la afición y es una pieza clave dentro del equipo y de la liga. Comentarios así no tienen cabida en este deporte”, dijo Martina Capdevila, jugadora del KH-7 BM Granollers.

Marta Mera felicitada por sus compañeras

“Desde aquí, quiero mostrar todo el apoyo a Marta Mera. No puedo hablar de ella fuera de pista, ya que no tengo la suerte de conocerla, pero lo que sí puedo decir es que es una excelente portera de balonmano y, tras el apoyo que ha recibido, una excelente compañera tanto dentro como fuera de la pista”, opinó Víctor Tomàs, excapitán del Barça.

“Pasados ​​unos días, sólo puedo agradecer a todas y cada una de las personas que me han demostrado su apoyo ante situaciones como ésta. Qué orgullo pertenecer a una familia tan bonita como la del balonmano. Por estas cosas vale la pena seguir luchando”, reaccionó Mera. La jugadora nacida en Les Franqueses del Vallès sólo espera que su ejemplo sirva para que otros niños y niñas no tengan que pasar el mismo trance.

Los servicios jurídicos estudian el caso

El BM Granollers trasladó el caso al abogado del club para estudiar si podía proceder realizar una denuncia. La Asociación de Mujeres de Balonmano (AMBM) calificó de desafortunados los comentarios. “Desde el AMB rechazamos y condenamos cualquier tipo de insulto o descalificación tanto de carácter verbal como físico. No todas las opiniones son respetables, lo que es respetable es el derecho a opinar”.

Marta Mera durante un partido de la pasada temporada

El acoso en Mera no es un caso aislado. Cansado de recibir insultos, Walter, un veterano exdelantero del Oporto, perdió diez kilos en un mes. "Me llamaban gordo, ballena. Es muy feo, complicado", reconoce el futbolista, uno de los deportistas que ha sufrido la grasofobia en primera persona. La gimnasta Alexa Moreno o el boxeador Andy Ruiz fueron también discriminados y juzgados por su complexión física.

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