La nueva cruzada de Donald Trump: evitar que el fútbol americano sea "afeminado"

BarcelonaEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siempre encuentra un rato para los deportes. Hace poco estuvo en la final del Open de tenis de EEUU entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, en el que llegó tarde y provocó un buen caos. Horas después del asesinato del comunicador Charlie Kirk, su amigo, estaba a un partido de béisbol bailando en el palco. Y ahora ha decidido iniciar una cruzada contra los cambios de reglamento en la NFL, la liga de fútbol americano.

"La NFL debe deshacerse de esta ridícula nueva regla de kickoff. ¿Cómo pueden implementar un cambio tan grande y radical con tanta facilidad y rapidez? Es al menos tan peligrosa como la patada inicial normal y se ve fatal", ha explicado Trump en la red social Truth Social. "El balón se mueve, pero los jugadores no, justo al contrario de lo que es el fútbol americano. ¡El fútbol americano afeminado es malo para Estados Unidos y malo para la NFL! ¿A quién se le ocurren estas ideas ridículas?", ha añadido.

Las críticas de Trump se refieren a una nueva norma que la NFL ha puesto en práctica esta temporada. El cambio afecta a la patada inicial cuando un equipo comienza una posesión. Un jugador del equipo que no tendrá el balón lo chuta en dirección a los rivales, que le esperan. Una vez alguien la recibe, comienza a atacar corriendo hacia los rivales, que han salido deprisa del otro lado del campo para detenerlos. Como vienen corriendo desde una distancia larga, a veces los golpes cuando chocan son violentos. Esta jugada se produce al inicio del partido, cuando pierdes la posesión o después de una anotación. Para conseguir que los golpes sean menos duros, se ha acercado la posición de ambos equipos.

Trump, sin embargo, no está de acuerdo. Y ha decidido levantar la voz en contra. Su relación con la NFL siempre ha sido complicada. En 1983, de hecho, había intentado comprar los New York Giants, sin suerte. Así que se convirtió en enemigo de la NFL durante unos años mientras apostaba por otra liga. Ese año compró los Generales de Nueva Jersey, un equipo de la segunda liga profesional de fútbol americano, la USFL. Los Generales eran un equipo flojo, pero Trump se gastó una morterada de dinero fichando jugadores de la NFL. Negoció con la recién fundada cadena ESPN, emitir los partidos por televisión e introdujo novedades en las retransmisiones, como cámaras que enfocan al público. Entonces la NFL y la USFL no competían entre sí, competían en meses diferentes, pero en 1984 Trump decidió que la USFL debía cambiar el calendario y coincidir con la NFL. El empresario llegó a denunciar a la NFL por tener cláusulas que impedían a las televisiones comprar los derechos de la USFL y ganó el caso. Pero el cambio de fechas fue un fracaso. En 1986 la liga se suspendió y todos los equipos habían perdido dinero.

Trump no volvería a intentar comprar un equipo de este deporte, aunque se dejaría ver muchas veces en los partidos del New England Patriots porque mantiene una buena relación con Rober Kraft, el propietario. Cuando algunos jugadores negros de la liga protestaron contra la ola de asesinatos en manos de la policía de ciudadanos negros, arrodillándose cuando sonaba el himno, Trump les criticó. Su guerra dialéctica con Colin Kaepernick, jugadores de los 49ers, fue dura. Trump llegaría a pedir a los equipos de la liga que nadie ofreciera un nuevo contrato en Kaepernick. Ya como presidente se ha convertido en el primer presidente en ir a una final, la Superbowl, y ha presionado a los propietarios de los equipos para que controlen a los jugadores, para evitar que se repitan escenas como la de Kaepernick durante los himnos. Y ahora quiere cambiar las reglas del juego. Nunca para quieto.