El Espanyol se complica la vida y alarga el sufrimiento hasta el final

BarcelonaEl Espanyol se complica la vida y tendrá que jugarse la permanencia en la última jornada. Los blanquiazules fueron el único de los equipos implicados en la lucha por la permanencia que no realizaron el trabajo: cayeron al Sadar (2-0) y gastaron la penúltima bala que les quedaba para certificar la continuidad en la máxima categoría. La quinta derrota consecutiva, combinada con los triunfos del Alavés y del Getafe –ya matemáticamente salvados– y, especialmente, la victoria del Leganés en Las Palmas, obliga a los de Manolo González a igualar el resultado de los madrileños en la última jornada. Ambos equipos recibirán a rivales descendidos: el Espanyol el Las Palmas, el Leganés el Valladolid.

En un Sadar lleno a rebosar, Osasuna salió más intenso y con ganas de dominar a un Espanyol que avisó primero. Expósito habilitó dentro del área a Puado, que chutó fuerte pero desviado. A partir de ahí, la tarde de transistores empezó a anunciar noticias desfavorables para los intereses del Espanyol. El Leganés se adelantó pronto con un gol de cabeza de Raba, y poco después fue Kike García, de penalti, quien puso por delante al Alavés en el marcador.

En Pamplona, ​​mientras, Osasuna abrió la lata con un gol afortunado. Budimir desvió con el cuerpo la trayectoria de un disparo de Aimar Oroz y cogió a contrapié a Joan García, que no pudo reaccionar para evitar el tanto. Pocos minutos después, el croata pidió penalti por un contacto insuficiente con Calero que el árbitro no castigó. El Espanyol reaccionó con demasiada timidez al empuje de los navarros, que necesitaban el triunfo para llegar a la última jornada con opciones europeas. Sin demasiadas ideas por dentro ni capacidad para sorprender por fuera, sólo incomodaron a Herrera con disparos lejanos y centrados de Expósito y Romero.

Por si la tarde no estaba yendo lo suficientemente mal, Kumbulla vio una amarilla que le impedirá jugar la próxima semana. Tras la reanudación, además, el Getafe encarriló su permanencia con dos goles casi consecutivos que dejaban al Espanyol como el único equipo al que el Leganés podría atrapar en la última jornada. Manolo González intentó añadir más argumentos en ataque con la entrada de Pere Milla y Veliz. Y, por momentos, los blanquiazules aprovecharon que los navarros aflojaron un poco la presión para dar un paso adelante. Expósito, Roberto y Puado tuvieron diferentes ocasiones claras por al menos arañar un punto, pero Herrera les privó del empate. El Espanyol no tuvo puntería y Osasuna firmó la sentencia en el tramo final.

La última esperanza perica era un gol del Las Palmas que habría dejado resuelta la lucha por la permanencia, pero que no llegó. Los canarios, que podían haber sido un aliado del Espanyol ante el Leganés, serán el principal obstáculo de los blanquiazules en una última jornada de infarto y transistores. Los blanquiazules necesitan reavivar para levantar el estado de ánimo y gestionar una final en el RCDE Stadium en el que la angustia será clave. Seguramente sólo valdrá la victoria. Todo o nada.