El estudiante de ADE y extenista que disfruta robando balones para el Espanyol

BarcelonaJosé Gragera (Gijón, 2000) se está ganando un puesto en medio del campo del Espanyol. El asturiano enlazará este sábado (21 h, LaLiga TV Hypermotion), su sexta titularidad consecutiva en un equipo en el que quiere demostrar su especialidad, una calidad que el equipo necesita. “Siempre me he considerado un centrocampista defensivo, de contención. Me gusta pisar el balón, pero disfruto cuando lo tengo y no me gusta rifarlo”, explica en una entrevista en el ARA.

Antes de dar el paso del fútbol sala a la hierba, Gragera tuvo que tomar una decisión: elegir entre la raqueta y las botas. Durante varios años, el asturiano compaginó los entrenamientos y los partidos de dos disciplinas deportivas. “Hubo un momento en el que tenía un torneo de cada deporte y tuve que decidir. El tenis me gustaba y no lo hacía mal, pero el fútbol siempre ha sido mi pasión”, recuerda. En Gijón, de hecho, llegó a probar el surf, una modalidad que le ayudaba a desconectar, pero ahora acepta que no es adecuada por el riesgo de lesión. A sus 23 años, Gragera desprende una madurez poco habitual para alguien de su edad.

Ayuda a una familia que no ha querido que dejara los estudios. “En Asturias empecé a estudiar la carrera de administración y dirección de empresas (ADE), una temática que siempre me ha llamado la atención, en la Universidad de Oviedo por las tardes, y ahora la sigo a distancia por la UNIR y espero sacarme el título en dos años”, explica. También dice mucho de su carácter que, desde hace dos años, trabaje con una psicóloga. "Me ayuda a mejorar el rendimiento, me da las herramientas necesarias para gestionar determinadas situaciones lo mejor posible", indica. El suyo no es un caso aislado, ya que cada vez más deportistas de élite recurren al coaching para fortalecer cuestiones relacionadas con la salud mental.

La posición que ocupa le ha ayudado a madurar ya entender mejor el fútbol. “Tengo el primer título de entrenador y espero sacarme el resto en los próximos años porque me gusta mucho la táctica”, reconoce. El centrocampista responde sin tapujos a la polémica que generaron unas declaraciones de quien era el segundo entrenador del Espanyol con Luis García, Mario Fernández, por un vídeo que se hizo viral por unas declaraciones técnicas antes del partido ante el Eibar. “No es verdad que no entendiéramos el cuerpo técnico de Luis, su idea fue bien digerida y fuimos capaces de reflejarla”, reivindica. Y va más allá: “Cada cuerpo técnico utiliza un lenguaje, pero el vestuario entendía bien las instrucciones del cuerpo técnico de Luis. Si tenemos dudas, los jugadores tenemos muchas horas que preguntar. En el caso de Mario, siempre hablaba de forma técnica. Puede sorprender a la gente, pero teníamos las ideas muy bien asimiladas”. Gragera recuerda que la mayoría de jugadores llevan varias décadas "sintiendo ideas" futbolísticas que les ayudan a aprender ya interpretar situaciones del juego. Ahora, con Ramis, la idea ha cambiado: "Busca un equilibrio, quiere dar importancia al bloque defensivo, a ser fuertes y aguerridos, pero sin quitarle importancia a la pelota".

El asturiano reconoce que el primer año vivido en el Espanyol "ha sido duro". "Primero, porque fue complicado salir del Sporting y marcharse de casa. Luego, porque eran muchas sensaciones nuevas y, pese a la ilusión con la que llegué, bajamos a Segunda y ahora tenemos que luchar por volver a estar en arriba". Una lesión en el pie izquierdo le impidió participar en el tramo final del pasado curso. A pesar de tener ofertas para marchar en verano, lo tuvo claro: “Ni me pasó por la cabeza marcharme, no atendí ninguna propuesta porque quería volver a Primera con el Espanyol”. Gragera acepta el reto y pide confianza en la plantilla. “¿La presión? En Gijón ya era máxima, pero ahora tenemos la obligación de subir porque es lo que necesita el club. El Espanyol es el rival a batir en Segunda, pero debemos estar tranquilos, la Liga es muy larga”.