RCD Espanyol

La millonaria factura impagada de los patrocinios más arriesgados del Espanyol

La rescisión precipitada de al menos cinco contratos de empresas de sectores emergentes provoca que la entidad haya dejado de facturar mucho dinero

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Stage Front desaparecerá de las gradas del RCDE Stadium en las próximas semanas

BarcelonaEl Espanyol vuelve a acusar al hecho de ser uno de los clubs pioneros de la Liga en cuanto a iniciativas en el ámbito comercial. Fue el primero en poner una gran pantalla LED XXL en la fachada de su estadio y también el primero que aceptaba pagos en criptomonedas para los servicios que ofrecía a sus socios. Fue el segundo, después del Mallorca, en vender los naming rights. Y también uno de los primeros clubs españoles que entraba en el negocio de los fan tokens.

Unos acuerdos atractivos en el ámbito económico para un club que, en las últimas dos temporadas en Primera (2021-22 y 2022-23), facturó más de 13 millones en concepto de publicidad. Sólo en la última década, sin embargo, la entidad blanquiazul ha tenido que resolver de forma precipitada al menos cinco de estos contratos de patrocinio o comerciales, dos de los cuales incluían los naming rights de Cornellà-El Prat, debido a diferentes impagos. Un problema para una entidad que pudo acabar cobrando más de 40 millones si las demás partes hubieran respetado los acuerdos firmados.

La entidad, que actualmente mantiene vigentes un centenar de patrocinios, lleva bastante tiempo buscando en sectores emergentes oportunidades de negocio para poder elevar sus ingresos ordinarios. "Tenemos una base de patrocinadores fuerte y arriesgamos según las oportunidades, sea en sectores nuevos o menos estables", explica al ARA Toni Alegre, subdirector general y responsable de marketing del Espanyol. No es casual, por tanto, que las cinco resoluciones mencionadas afecten a empresas extranjeras de dos sectores: el tecnológico y las criptomonedas.

El aumento de la competencia a la hora de buscar patrocinadores en la Liga es otro factor que obliga a ser original y optar, a menudo, por empresas menos convencionales. "Antes éramos uno de los pocos clubes emprendedores, ahora muchos se han puesto las pilas y las empresas negocian con varios en paralelo", apuntan fuentes del Espanyol.

Hace diez años, en el verano del 2014, una supuesta empresa tecnológica china vinculada a las apuestas deportivas, Power8, irrumpió en el negocio del Espanyol ofreciendo un contrato para siete temporadas valorado en 38,5 millones (5,5 millones anuales). Éste incluía los naming rights del estadio y la presencia en el frontal de la camiseta. Siguiendo un criterio de prudencia económica, la entidad blanquiazul exigió cobrar una parte por adelantado, lo que le permitió ingresar 7,5 millones de una empresa que resultó una pantalla para estafar a inversores asiáticos. Aparte del Espanyol, también se había llegado a asociar con clubes de la Premier como el Everton y el Fulham.

Casi dos años después, en la primavera del 2016, el Espanyol encontró en la empresa alemana Powerpixxel un nuevo socio para explotar comercialmente una fachada del estadio que ven cada día cerca de 120.000 vehículos diarios, unas 300.000 personas. El contrato, firmado por un mínimo de diez años, debía reportar al Espanyol unos 300.000 euros por temporada entre una prima fija y distintas variables. Pero ese acuerdo también fue fugaz. Menos de un año después la empresa constructora entró en finiquito y la pantalla se detuvo. El Espanyol inició un litigio para conseguir en el juzgado un traspaso de activos sin el que no podía explotarla de nuevo. No fue hasta febrero pasado que el club logró encontrarle un relevo: firmó con el inversor Publimaes un contrato similar, también para diez temporadas (hasta el 2034), para explotar comercialmente una nueva pantalla LED.

De las criptomonedas a la venta de entradas

En los últimos años la apuesta del club fue por el mundo blockchain. Primero convirtiendo la empresa de criptomonedas Bitci en su segundo principal patrocinador. La firma turca, que también se había asociado con clubs de la Liga como el Celta, el Alavés o el Cádiz, así como con selecciones como España, Brasil o Uruguay, dejó de pagar menos de un año después de haber firmado con el equipo perico. Esto a pesar de haber generado transacciones por valor de unos 2 millones de euros con fan token con el nombre del Espanyol. El club blanquiazul reclama cerca de un millón de euros a la empresa en un litigio que aún permanece abierto.

Del mismo sector es Crypto Snack, empresa nacida en Estonia que en 2022 permitió que los socios del Espanyol pudieran pagar con criptomonedas su abono, entradas u otros productos del RCDE Stadium. Eso sí, sin ningún tipo de ventaja o descuento. El vínculo se rompió un año después, dos antes de su finalización. No trascendieron los detalles económicos de la operación.

Stage Front es el último caso. La asociación con la empresa tecnológica norteamericana especializada en la venta de entradas de eventos pudo dejar cerca de 10 millones en las cuentas del club, entre fijo y variables. El contrato superaba el millón de euros anuales en Segunda y estaba por debajo de ambos en Primera. Sin embargo, Stage Front sólo llegó a pagar algo más de la mitad del primer año. También tenía acuerdos con la Liga y la RFEF. El Espanyol, que intentará reclamar a los tribunales todo lo que pueda de los cinco años de contrato que firmó, asume que será complicado encontrar de nuevo, al menos a corto plazo, un nuevo apellido comercial para el estadio. Un problema que afectará al margen salarial en este mercado. "Debemos pasar página rápidamente y pensar en nuevas oportunidades", aseguran desde Cornellà-El Prat, que volverá a llamarse RCDE Stadium.

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