De Nou Barris a Europa: el arma secreta del Espanyol de Manolo González

BarcelonaEl Espanyol vive un momento histórico: acumula cuatro victorias consecutivas y 30 puntos en 16 jornadas, su mejor registro del siglo XXI en Primera. Sólo Miguel Ángel Lotina (2004), campeón de Copa con los pericos, y Ernesto Valverde (2007), finalista europeo, sumaron tanto como Manolo González, que hace apenas un año y medio que entrena en la élite. La suya es la historia de un jornalero del fútbol que está aprovechando la oportunidad de su vida, y siempre que puede reivindica el talento que hay de Primera RFEF hacia abajo.

"A veces, la gente desprecia la Segunda B... pues bien, la acción del gol ya la hacía en la Penya Deportiva, el Badalona y la Muntanyesa", dijo el gallego tras el triunfo en Getafe, sellado una vez más desde la pizarra –la mitad de las dianas del Espanyol (10); centro de Expósito en el punto de penalti, bloqueo de Urko González y cabezazo a la red de Cabrera, que venía trasera. "Es que es una jugada que se ha hecho toda la vida. Recuerdo varios goles de este estilo en la Montañesa", confirma el excentral Juan Pablo Amantini, que coincidió con Manolo González en el club de Nou Barris y, posteriormente, en el Badalona.

"El campo de la Montañesa es muy pequeño y la estrategia era fundamental, le sacábamos mucho partido. Cada viernes lo entrenábamos. Eran acciones sencillas de aprender y muy eficaces. Con Nils Puchades y Alberto Padilla de lanzadores, y Sascha, Borges o Amantini, que eran unos animales rematando, hicimos muchos goles. Hicimos muchos goles. "Nunca había hecho tantos como aquella temporada (2013-14). Me parece que solo yo marcé seis o siete", cifra el defensor argentino. Su última diana, en el polémico play-off de ascenso a Segunda B contra el Formentera, también fue la última en la Montaña de Manolo González, quien en su primera etapa como entrenador de un equipo amateur firmó el mejor curso de la historia de los de la Vía Júlia; en buena parte, gracias a la pizarra.

"Al Badalona también le daba mucha importancia. Los sábados antes de los partidos ensayábamos faltas laterales y lanzamientos de esquina, y muchos viernes también los saques de banda. De hecho, en el 2020 forzamos la prórroga ante el Granada con un cabezazo de Robusté a la salida de un córner la eliminatoria anterior, el día que el Badalona se cargó en el EuroGetafe de Bordalás en la Copa del Rey y que por primera vez se escuchó el nombre de Manolo González más allá de los campos de hierba artificial de Cataluña.

El tándem con Gerard Garrido

"Si te fijas en el banquillo del Espanyol durante las acciones de estrategia, verás que hay un asistente de Manolo que está de pie y da indicaciones. Él es Garri", apunta Max Marcet, que estuvo a las órdenes del gallego en el Badalona y en la Peña Esportiva de Ibiza, en Segunda RFEF. El actual jugador del Sant Andreu hace referencia al palamosí Gerard Garrido, segundo entrenador blanquiazul y encargado de la pizarra, que en Sant Adrià se ensaya los jueves.

Garrido es un enfermo del fútbol que jugó de centrocampista en varios equipos del Baix Empordà. Hace una década, cuando tenía 23 años, colgó las botas para hacer de ayudante en los banquillos de Palamós, Tordera, Ordino andorrano y Llagostera de Oriol Alsina, antes de ser el segundo de Manolo González en las Pitiusas, entre 2021 y 2242. ratificar al gallego como entrenador perico tras alcanzar el ascenso a la Liga, lo primero que le pidió al director deportivo vasco fue que fichara a Garri –también le llaman así en el vestuario blanquiazul–, que como él tampoco tenía experiencia en Primera.

"Hacen un tándem increíble. No me extraña que les vaya tan bien", sentencia Marcet. "Es que Garrido es todo lo que se puede esperar de un segundo entrenador: un currante nato con recursos tácticos y una capacidad de análisis brutal; además, es un gran tipo, muy cercano con el futbolista. Manolo, que le considera un hermano, se rodea de buenos profesionales y, sobre todo, de buenas personas", lo remata Moreno. Es ahí donde nació la conexión que rompe prejuicios en la Liga y que ha convertido al Espanyol en el equipo revelación del fútbol español.