Paso de gigante del Espanyol para seguir en Primera División

Cornellá de LlobregatEl Espanyol de Manolo González sigue avanzando con velocidad de crucero hacia la salvación. La visita del Getafe era una fecha señalada para alcanzar la permanencia y los blanquiazules se supieron imponer a la baja de Puado ya la dureza del rival -que acabaría quedando con diez por la expulsión de Uche- para sumar una victoria vitalicia (1-0) gracias a un solitario gol de Kumbulla.

Ante el Getafe, tocó afrontar un escenario casi inédito este 2025 en casa: hacer frente a un equipo poco propositivo, un conjunto de soldados de José Bordalás más dispuesto a defenderse que a jugar. El partido era una batalla para conquistar el preciado trofeo de la tranquilidad que significa dejar lejos el fantasma del descenso. La empresa no era fácil, pero el botín de seguir haciendo almohada y la oportunidad de brindar una nueva alegría a los 25.000 aficionados presentes un Viernes Santo eran suficiente motivación.

La hoja de ruta de los madrileños era tan evidente como enojoso: luchar cada balón al límite del reglamento y aprovechar cualquier acción aislada, la pelota parada o los contragolpes para pellizcar y después replegarse. Recaía en Burgos Bengoetxea frenar la agresividad que el Getafe proponía y antes del minuto 15 ya había enseñado la primera amarilla, pero no siguió ese listón y eso beneficiaba a los de Bordalás mientras sacaba de quicio a la afición.

El relato para el Espanyol implicaba masticar un bocadillo de piedras ante un rival cargante. La oportunidad más estimulante antes del gol fue una acción en la que Alderete llegó un segundo antes a mangar el balón a Antoniu Roca. El central le derribó, pero le salvó haber tocado antes el esférico. El Getafe cuando más se acercaba era sobre todo a partir de saques de esquina o centros laterales. Así llegó un remate ajustado de Terrats que puso a prueba a un siempre seguro Joan.

¡ Parada clave de Joan Garcia antes de la expulsión de Uche

Parecía difícil poder dañar el entramado defensivo de los madrileños, pero el Espanyol encontró la brecha de la misma manera que, precisamente, más había intentado el Getafe: a partir de un córner. La fe de Kumbulla y la poca contundencia de Domingos Duarte permitieron a los blanquiazules abrir la lata poco antes del descanso. La diana era un tesoro a conservar y Joan tuvo su momento de gloria una noche más cuando Arambarri puso el miedo en el cuerpo con un gran remate con la cabeza que se topó con una mano felina del portero de Sallent.

La oportunidad de Arambarri sería el último rayo de luz de un Getafe que, como en la última jornada, volvió a quedarse con un jugador menos. Christantus Uche perdió los papeles e hizo una entrada salvaje con los tacos a Jofre que, tras su revisión en el monitor, le supuso una expulsión clara como una casa de payés.

A partir de ahí todo bajó, pero el Getafe presionó con unos últimos minutos intensos en los que Cheddira vio portería, pero en un claro fuera de juego. Fue la última acción antes de un estallido de alegría: la salvación está muy cerca. Jugadores y afición lo celebraron juntos tras el pitido final.