De la perrera al césped de un campo de fútbol
El Espanyol promueve la adopción de mascotas a través de la campaña 'Los pericos no abandonan'
BarcelonaEn el partido contra el Villarreal del pasado sábado, los jugadores del Espanyol saltaron al campo con un perro cada uno y protagonizaron una de las imágenes más tiernas de la jornada de Liga. "Alba, Black, Botón, Menta, Nuska, Pipa, Pistón, Mancha, Lobo, Oso y Tigre" fueron enumerados por la megafonía del estadio mientras aparecía en el videomarcador el retrato de cada uno de los animales. Y, al igual que con sus ídolos, los casi 30.000 aficionados que acudieron a Cornellà-El Prat recibieron con aclamaciones a las mascotas, que se fotografiaron con los 22 futbolistas y el equipo arbitral sobre el césped del estadio.
La alineación titular estaba formada por perros en adopción del Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB), una acción original y pionera –el conjunto blanquiazul fue el primer club del fútbol profesional español en salir al campo con mascotas– que se enmarca en la campaña Los pericos no abandonan. Está promovida por el Espanyol y tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de no abandonar los animales de compañía y fomentar la adopción responsable.
"Las cifras de abandono en España y Cataluña son escalofriantes, pero este es un problema que tiene muy poca repercusión mediática, no llega a la gente. Como club de fútbol decidimos utilizar nuestro altavoz mediático para visibilizarlo", explica al ARA Isaura Valle, del área social solidaria.
Una campaña de 15 millones de euros
Este año se celebra la tercera edición de una acción que en temporadas anteriores batió récords: en 2023 llegó a más de 65 millones de personas a través de la difusión que se realizó en las redes y los medios de comunicación de todo el mundo. El valor estimado de una campaña con esa audiencia es de 15 millones de euros. Además, el tuit con el vídeo de los jugadores y los perros todavía hoy es el más visto de la historia de la cuenta de Twitter del Espanyol.
Como en las anteriores ediciones, el sábado el Espanyol también habilitó un punto de recogida, ubicado frente a la tienda oficial, donde los aficionados pudieron dar de comer, mantas, toallas ysnacksdestinados a asociaciones protectoras y centros de acogida de animales. Acudieron más de 200 pericos, que pueden seguir haciendo aportaciones hasta el 22 de noviembre.
Buena parte del once ya tiene casa
"En menos de 24 horas, Black ya tenía un hogar", expone con una sonrisa Isaura Valle. Su nueva casa es la de Josep, Esther, Laia, Adrià y Drako, su nuevo hermanito. "Nos planteábamos tener otro perro y la iniciativa del Espanyol fue el empujón definitivo para adoptar. Teníamos claro que debía ser pequeñito, porque vivimos en un piso, y cuando salieron al campo con los jugadores nos decidimos. Al día siguiente fuimos al centro de acogida y al ver se tan feliz... de domingo... desde domingo. que si tuviera más espacio en casa habría adoptado unos cuantos más", dice con emoción Josep, un socio perico de Mollet del Vallès que cada quince días acude a Cornellà-El Prat con su familia.
Black no es el único que tiene una nueva vida: ocho de sus compañeros en la alineación también han encontrado una familia, prueba inequívoca del éxito de la campaña. Incluso algún futbolista del primer equipo se está planteando en serio acoger a uno de los peludos del once tras conocerlos. Quien ya adoptó en su día es Pol Lozano, que hace unos meses apareció en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Dani Jarque junto a su mascota, el Mango. Cuando le encontró abandonado en la basura con sus hermanos no tenía ni un mes de vida. Entonces el actual capitán del Espanyol, que ya tenía un perro, decidió quedárselo, y su mejor amigo acogió a otro. "Es una de las cosas más bonitas que me han pasado en mi vida", declaró, feliz, el centrocampista catalán, ejemplo del espíritu solidario de un club comprometido con la protección y el bienestar animal. Porque los pericos no abandonan.