El Espanyol hace algo más que soñar con Europa

BarcelonaUn cabezazo de Kike García a cinco minutos sirvió para que el Espanyol derrotara al Celta (0-1) y sumara tres puntos importantísimos para hacerse fuerte en las posiciones europeas. Los blanquiazules, quizá con un punto de fortuna, pero sobre todo con mucha resiliencia, han cerrado una semana fantástica que ha comenzado con la victoria ante el Sevilla y que ha terminado con un triunfo en Vigo que quizá no ha sido brillante, pero sí efectivo.

Manolo González ha hecho cambios en el once, ha dejado a Edu Expósito en el banquillo y ha confiado en Pol Lozano, suplente en el último partido. Al final, Expósito salió para jugar los últimos minutos, que fueron precisamente los mejores de los blanquiazules, cuando al Celta se le había acabado la gasolina y empezaba a romperse. Fue entonces cuando el Espanyol empezó a creer de verdad que podía ganar un partido que, durante muchas fases, parecía tener muy complicado.

El Espanyol suma ya 24 puntos. La mayoría –16– conseguidos en el RCDE Stadium. Fuera de casa, en cambio, al equipo le ha costado más. Pero la visita a Vigo podía ser un buen sitio donde ir a pescar, ya que el Celta aún no había logrado ganar ningún partido en su estadio. De hecho, los blanquiazules empezaron muy bien el partido, con proyección ofensiva, aunque sin crear ocasiones de gol.

La efervescencia, sin embargo, ha terminado en el ecuador de la primera parte. Los visitantes dejaron de acercarse al área rival y perdieron con facilidad el balón, abusando del juego directo. El Celta, en cambio, ha ido de menos a más, rompiendo líneas y moviendo el balón con rapidez. A los defensas del Espanyol no les quedaba otro remedio que subir la dureza física para cortar el juego. Que Isidro Díaz de Mera subiera el listón y no enseñara ninguna tarjeta hasta bien entrada la segunda parte, ha echado una mano al conjunto perico.

Aún sin ocasiones claras de gol, el partido dio un vuelco en el minuto 25. Borja Iglesias cayó al área y reclamó el penalti. El VAR ha revisado la acción porque había contacto de Calero, pero un fuera de juego milimétrico previo al contacto ha salvado a los blanquiazules. Unos minutos después, Bryan Zaragoza envió un disparo cruzado que salió rozando el palo, en la ocasión más clara del primer tiempo. Manolo González ha agradecido el descanso.

El segundo tiempo ha empezado con un guión similar, con el Celta atacante y un Espanyol sin el balón. Los locales han tenido algunas ocasiones, aunque no demasiado claras, siempre bien resueltas por un Dmitrovic que se ha mostrado solvente y seguro bajo palos. En ataque, los blanquiazules no inquietaron la portería gallega hasta que Urko, aprovechando un mal rechace defensivo, intentó sorprender con un disparo de sobrebote, que salió ligeramente desviado.

El Espanyol, de menos a más, acaba dominando el partido en Balaídos

En condiciones normales, el Celta habría acabado marcando algún gol. O al menos, teniendo ocasiones más claras. Pero a los gallegos les ha pasado lo mismo que les ocurre en esta temporada, que los enfrentamientos se les hacen largos. Los cambios de Giráldez no han ayudado demasiado al equipo, que ha empezado a romperse cuando Beltrán, Borja Iglesias y Iago Aspas se han sentado en el banquillo. En ese momento el Espanyol ha recuperado el balón y ha enlazado muchas fases jugando a campo rival. Quizás no ha creado ocasiones, pero al menos no ha sufrido atrás.

Han sido muchos minutos corriendo detrás del balón y parecía que el empate ya satisfacía al Espanyol. Hasta que ha llegado un córner que Edu Expósito ha centrado en el primer palo y que Kike García ha peinado. Radu erró en el rechace y el balón acabó atravesando la línea de gol. Un gol en el minuto 86 que confirma dos cosas: que la temporada blanquiazul es buenísima y, lo más importante, que el equipo no da nada por perdido hasta que el árbitro pita el final.