Joan Garcia: "Mi sueño es jugar un Mundial, pero ahora sólo pienso en salvar al Espanyol"

BarcelonaEl nombre propio del Espanyol en el último año es, sin lugar a dudas, Joan Garcia. En marzo del 2024 empezó a ser titular en Segunda y, un año después, pocos días antes de cumplir 24 años, es el portero con más paros de Primera (101) y uno de los cinco porteros con más intervenciones de las cinco grandes ligas europeas. El de Sallent se ha convertido en una de las grandes revelaciones del campeonato después de un intenso verano, con un ascenso, una medalla de oro olímpica y rumores sobre una posible venta. Este verano, pretendientes no le faltarán. El guardameta atiende al ARA antes de enfrentarse a uno de sus pretendientes, el Atlético de Madrid (16.15 h, Movistar LaLiga), para reflexionar sobre su mejora y sus objetivos y sueños pendientes.

En un año has pasado de ser suplente en Segunda a ser el guardameta más en forma de Primera. ¿Cómo se asimila un cambio tan drástico?

Con naturalidad. Cuando no jugaba entrenaba al máximo, aprovechaba el día a día para mejorar y estar preparado. Ahora que me ha llegado la oportunidad lo estoy aprovechando, me estoy sintiendo muy cómodo jugando y estoy muy contento por todo el trabajo que he hecho. Ojalá puedan seguir viniendo cosas buenas.

¿Quién decidió que no salieras cedido?

Uno quiere estar donde pueda tener minutos. El club, mi entorno y yo valoramos la opción de salir, pero acabó decidiendo que no fuera así para seguir creciendo aquí, donde tarde o temprano me llegaría la oportunidad. En algún momento pensé que quizás hubiera sido mejor en otra opción, pero cada año es diferente y no sabes qué puede pasar. Quería jugar, pero sé relativizar las cosas. Sabía que era muy joven y que sería complicado tener una oportunidad, pero confiaba en mi trabajo y estaba centrado en mejorar. Hace unos años daba más vueltas a los errores. He mejorado mucho a la hora de entender el juego, saber en qué acciones puedes participar y cuándo es mejor no hacerlo. Aún puedo mejorar en muchas cosas, sobre todo a nivel técnico: desplazamientos, reubicaciones, bloqueos…

Estuviste tres años en la sombra de Diego López y de Pacheco. ¿Se te hizo muy larga la espera?

Hay momentos de todo. Algunos días estaba desmotivado y pensaba que quizás otra cosa podía ser mejor para mi crecimiento, pero uno debe adaptarse a todas las situaciones. Aunque no jugaba aprendí mucho en un equipo de máximo nivel, y no sólo en el campo, también a nivel mental. Diego López y Tommy N'Kono me enseñaron a saber esperar mi momento, a trabajar mucho, a no rendirme y seguir motivado en el día a día. Los porteros jóvenes necesitan regularidad para tomar confianza. Manolo me ha dado mucha; aunque fallara o no hiciera un buen partido he seguido jugando. Si un día no lo haces bien o fallas y no sigues jugando, no mejoras ni coges confianza.

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Eres el portero con más paros de esta Liga. ¿Qué te dice este dato?

Me gustaría más ser el que menos debe detener o el que recibe menos goles. Últimamente me siento bien, como el equipo. El entrenador ha encontrado la tecla en cuanto a la defensa, ha encontrado la forma en que el equipo se siente más cómodo, y eso es clave. Tenemos todos una idea clara sobre qué hacer con y sin balón.

En Son Moix paraste dos penaltis. Contra el Betis habías detenido a otro. ¿Los analizas mucho?

Antes del partido miro cuáles son los chutadores principales y hacia dónde suelen chutar, pero no dedicamos mucho rato porque en este nivel el chutador puede colocarla donde esté. Algunos jugadores varían su forma de correr en función de si chutan a uno u otro lado. Intento concentrarme y pensar en cuál es el lado preferido del pateador. Y cuando decido un lado, voy convencido de que la pelota irá hacia allí y me estiro con el pensamiento que debo detenerla. Los porteros no tenemos nada que perder en los penaltis e intentamos jugar con los nervios de los delanteros.

¿Ir acumulando paros de mérito te refuerza anímicamente?

Sí, la cabeza es importantísima. Si enlazo un par de acciones buenas me sube la confianza. Si no las hago tan buenas, intento que no me afecte tanto. Es importar entrar bien en el partido, concentrado, y que la primera acción sea buena. Así después, todo lo que viene es más fácil.

Hablamos de la selección española, que esta semana ha jugado partidos de la Liga de las Naciones. ¿Esperabas estar en la convocatoria?

Evidentemente tenía una parte de ilusión. Ojalá hubiera podido ir, pero no le doy mayor importancia. Hay tres porteros muy buenos increíbles.

El próximo año hay Mundial. ¿Te ves?

No es un objetivo claro que tenga marcado, pero me ilusiona pensar que puede producirse. Mi sueño como futbolista es jugar un Mundial. Hay que seguir trabajando, y si llega sería un premio muy grande para mí.

Cómo viviste el pasado verano, lleno de rumores sobre una hipotética salida al Arsenal?

Fue peculiar. Acabamos tarde la temporada por play-off y después vinieron los Juegos Olímpicos. Cuando volví ya empezaba la Liga, así que apenas tuve tiempo para preocuparme. Tenía claro que seguramente me quedaría, aunque en el fútbol nunca sabes lo que puede pasar, porque no dependía de mí que algún club pagara la cláusula. Yo tenía bastante claro que quería estar aquí y conseguir el objetivo con el Espanyol. Intento estar algo aislado de todo lo que se dice. Los rumores nunca me han desenfocado de lo que quiero en cada momento. Sólo tú sabes cómo estás, cómo te sientes y cuál es tu objetivo.

¿El deseo para este verano es que tu futuro se resuelva lo antes posible?

Sí, aunque al final nunca se sabe si puede ser rápido o tardar más, si pueden salir cosas nuevas o no… Ahora sólo pienso en acabar la temporada cumpliendo con el objetivo prioritario, que es salvar la categoría. Si seguimos en esta línea seguro que lo conseguiremos. Luego, a descansar. Y de cara a la próxima temporada ya lo veremos.

El (último) portero de mi vida