Del ostracismo al récord: radiografía del milagro de Joan Garcia

BarcelonaJoan Garcia Pons se ha convertido en la gran esperanza del Espanyol. Las 40 intervenciones que lleva le han convertido en el portero con más paros de las cinco grandes ligas europeas en este inicio de curso. Son una decena más que los siguientes de la lista: Hermansen (Leicester City) ha cumplido 31, mientras que Hein (Valladolid) y Flekken (Brentford), llevan 30 cada uno. El guardameta catalán es el segundo con mejor ratio de paros por partido (5), empatado con Hein. Sólo le supera Hermansen (5,17). Su actuación contra el Betis —fue el primer portero que para diez disparos en esta Liga, incluido un penalti— no hizo más que confirmar el buen momento de forma que vive el de Sallent, que este sábado (14 h, M. LaLiga) querrá transformar los paros en puntos contra el Mallorca.

Luis de la Fuente le conoce bien de las categorías inferiores, y pese a no ponerlo en la lista para disputar dos duelos de la Liga de las Naciones, hace tiempo que le sigue y lo ha incluido en una lista preliminar con jugadores a tener en cuenta en el futuro. El seleccionador español puede desempeñar un papel clave en su futuro, ya que una convocatoria con la absoluta aumentaría su repercusión y cartel en el mercado, pero también subiría la cláusula de 25 a 30 millones de euros, según ha podido saber AHORA.

Tres temporadas a la sombra de Diego López y Pacheco

¿Pero cómo ha sido su camino hasta la élite? Si de algo no se puede quejar Joan Garcia es de no haber tenido algunos de los mejores mentores que pueda tener un portero de su edad: entrenadores específicos como Tommy N'Kono o Jesús Salvador y compañeros veteranos como Diego López o Fernando Pacheco, con quien se disputa actualmente la titularidad. "Si hubiera hecho un partidazo en mi debut no habría aprendido ni la mitad", confesó hace unos meses, recordando los complicados inicios que tanto tuvo en la visita al Solares en la Copa, a finales de 2021, como con la visita del Elche de Pere Milla, en su primer partido en la Liga, a principios de 2022.

Entre su primera suplencia con el primer equipo y el primer partido en que le ganó la partida a Pacheco transcurrieron 952 días, el equivalente a dos años y siete meses. Un ostracismo que García aprovechó trabajando en silencio. “Tanto Jesús Salvador como yo le dábamos muchos consejos a nivel técnico que él escuchaba y corregía. Aunque no jugó, asimiló muchas cosas. Lo que tiene talento, capacidad física y técnica y capacidad para aprender, crece mucho”, analiza para el ARA Diego López. Durante muchos meses hizo de esparring de goleadores como Raúl de Tomás. Una exigencia que, sumada a la confianza que le ha acabado dando el club, ha provocado su estallido.

“No me sorprende su rendimiento actual. Todos veíamos su talento. Yo no estaba de acuerdo en que no jugara, creo que el club se equivocó al no cederlo a un club de categoría inferior, pero lo que perdió en minutos de juego lo ganó en entrenamientos de calidad que el endurecieron”, recuerda el exportero.

López, ya retirado, ejerció como mentor del actual guardián del Espanyol. “Me recuerda mucho a mí en mis inicios. Es muy completo, tiene buen juego aéreo, envergadura, es ágil, juega bien con sus pies y toma buenas decisiones. Tiene margen de mejora en cuestiones que tendrá que ir puliendo, pero está a un gran nivel, el Espanyol ha encontrado un portero por muchos años”, analiza. De hecho, ya en el 2021 los informes de los entrenadores del club le señalaban como el titular de la próxima década de la portería blanquiazul. "Cuando empezó a entrenar con el primer equipo, siendo juvenil, lo comparábamos con Pau López. Tuvo una lesión en la rodilla, pero su recuperación fue espectacular", explica Jesús Salvador, exentrenador de porteros. "En lo físico es brutal, tiene una fuerza espectacular, por su altura es rápido y su velocidad gestual es brutal. Sus capacidades defensivas son excepcionales. Además, ve líneas de paso, es muy atrevido y tiene un disparo muy preciso y potente", añade.

A sus 20 años, de hecho, ya advertían de que estaba entrenando al mismo nivel que Diego López y Oier Olazábal, dos porteros con largas trayectorias. Mentalmente, además, era el que llegaba más maduro de la cantera. Le faltaba adquirir matices que sólo proporciona la competición. El club quería evitar como fuera un nuevo caso Pau López, por lo que ató su futuro con dos renovaciones estratégicas: la primera en el 2020, hasta el 2025, y la segunda a finales del 2023, hasta el 2028.

Un de sus principales puntos fuertes, coinciden ambos mentores, es su mentalidad. “Siempre ha estado muy atento a la hora de escuchar todo lo que se le dice, y esto tiene frutos. Tiene buena cabeza, sabe gestionarlo bien y no se empeña mucho con los errores. Esto es una gran ventaja para un portero”, comenta Diego López. El gallego tiene claro que será “un portero referente en España en el futuro al que no faltarán propuestas”, aunque por ahora celebra su continuidad como blanquiazul: “Le irá bien jugar este curso en una Liga en qué ganará confianza y aprenderá de los errores que cometa. No es fácil jugar en un club como el Arsenal y en una liga competitiva y física como la Premier”.