Dos semanas para llenar el Camp Nou

BarcelonaLa actividad en las oficinas del Camp Nou será frenética durante el día de hoy y, al menos, durante dos semanas más. La decisión de la Generalitat de autorizar el 100% del aforo en todos los estadios catalanes permite que el Barça, como el resto de clubes, ya pueda volver a la máxima normalidad en los partidos que juega en casa. Ahora bien, la noticia, a pesar de que esperada, no garantiza en absoluto que el campo presente un aspecto como los de antes de la pandemia. Y este es precisamente el objetivo de la entidad de cara a los tres partidos trascendentales que tiene, consecutivos, como local: este domingo recibe la visita del Valencia, el miércoles juega en la Champions contra el Dinamo de Kiev y el domingo siguiente se disputa el clásico contra el Real Madrid. El sueño es que en la visita de los blancos el estadio se acerque a los 100.000 asientos ocupados.

No será trabajo fácil y en el Barça son plenamente conscientes de ello, al menos en el primer partido de la serie, contra el Valencia. Habrá que trabajar contra reloj para tener a punto toda la logística, incluido el personal –de seguridad y de servicios como la restauración– que trabaja los días de partido. Hace quince días, cuando el gobierno español había autorizado el 100% del aforo en los estadios pero el Procicat mantenía el tope del 60%, el club activaba el protocolo que puso en marcha desde que se había reabierto parcialmente el Camp Nou para que los abonados pudieran solicitar las entradas para el partido con los che. Un procedimiento que ayer por la tarde quedaba caducado, puesto que, tal como explicó la entidad al inicio de curso, una vez se recuperara la normalidad, aquellos socios que mantenían su asiento ya tendrían garantizada la entrada sin tener que notificarlo previamente. En paralelo, este fin de las restricciones de aforo implicaba que se tenía que volver a activar el Asiento Libre, el mecanismo que permite a los abonados que por el motivo que sea no pueden ir a un partido dejar libre su localidad para que el club la venda. Del dinero recaudado, una parte se la quedaba el Barça y la otra se descuenta del abono de la temporada siguiente. Y, en una tercera vía, aumentar la oferta de localidades para los aficionados en general.

Entradas a la venta

De momento, y a pesar de que ya hay entradas a la venta para los partidos contra el Valencia –con precios entre 49 y 199 euros–, el Dinamo de Kiev –entre 59 y 199 euros– y el Real Madrid –entre 109 y 219–, el club no ha detallado cómo procederá con los abonados, una información que se espera que llegue durante el día de hoy o, como muy tarde, el jueves. De momento, la entidad mandaba un mensaje a través de las redes sociales “agradeciendo el esfuerzo de toda la gente y aplaudiendo la decisión del Govern de aplicar una medida que acerca prácticamente a la plena normalidad”.

El Camp Nou se acerca a las 100.000 localidades y, de estas, unas 83.500 están ya reservadas para los abonados. Ahora bien, la cifra es inferior, esta temporada, puesto que 26.238 socios –según detalló Catalunya Ràdio– se habían acogido a la excedencia que ofrecía el Barça como medida excepcional durante la pandemia. Por lo tanto, tan solo conservan el asiento unos 57.000 culés –precisamente, esta semana han empezado a recibir el carné para acceder al recinto–. O, lo que es el mismo, hay al menos 42.000 localidades a la venta, a las que habría que añadir las que liberen los aficionados. Por lo tanto, llenar el estadio es un reto mayúsculo. Y más si se compara con lo que pasaba en temporadas anteriores. Aunque en el club ya se olían que podrían tener un 100% de aforo para el clásico, fuentes de la entidad admiten que será complicado vender todas las entradas, porque han podido trabajar con poca previsión y porque los turistas, que habitualmente compraban algunas de las localidades –sobre todo las más caras–, todavía no han vuelto masivamente a Catalunya.

Poca demanda

El mal inicio de temporada del equipo y las dudas sobre el entrenador, añadidos al miedo que genera todavía la pandemia entre buena parte de la población, han hecho que la masa social no haya respondido en los primeros partidos en el estadio. A pesar de que inicialmente el porcentaje de público era muy bajo –un 30% en el debut en la Liga contra la Real Sociedad–, no ha sido necesario hacer sorteo en ningún enfrentamiento. En la zona noble, sin embargo, confían en que la situación mejorará a medida que avance la temporada. Un dinero, el que llegará a través del ticketing, que permitirán empezar a secar las pérdidas millonarias que había tenido la entidad en los dos últimos cursos, provocadas sobre todo porque con los partidos a puerta cerrada se habían esfumado prácticamente todos los ingresos provenientes del estadio: en los últimos años habían rozado los 300 millones, pero en la temporada 2020/21 tan solo se generaron 25.

Con la reapertura total del Camp Nou también se activará a pleno rendimiento el servicio de restauración y las entradas vip, vías alternativas para generar ingresos. En cambio, el Players Experience, las entradas exclusivas detrás de los banquillos con cátering incluido, de momento no está disponible. En un clásico previo al covid, el Barça podía llegar a recaudar unos 6 millones de euros. Veremos cuál es la taquilla el próximo domingo.