España se enfrentará en los cuartos a Suiza, que fulmina a Francia
Los de Luis Enrique superan a Croacia en la prórroga (3-5) y se verán las caras con los helvéticos
BarcelonaLuis Enrique, Álvaro Morata y Pedri han sido los principales protagonistas de un triunfo de la selección española que ha vivido múltiples cambios de guion, pero que ha acabado con España superando a Croacia en la prórroga (3-5). Morata, objeto de mofa (y también de amenazas, según denunció el futbolista), se ha deshecho de su mala racha marcando en el tiempo extra un gran gol que ponía por delante a un combinado estatal que se había dejado remontar en menos de diez minutos un 1-3 a favor. Oyarzabal ha sellado el marcador de un partido en que ha brillado con luz propia Pedri. El rival de España en los cuartos de final será Suiza, que se cargó a Francia, la campeona del mundo, en los penaltis 3-3 (4-5).
Como Ronald Koeman con el Barça, Luis Enrique ha encontrado en el canario un futbolista exquisito e inamovible del once. Los forofos del Real Madrid y la prensa más afín al club blanco, dolidos porque el seleccionador español no ha convocado a ningún jugador madridista y críticos con Pedri por su condición de azulgrana de cuna, tendrán que convivir con la contradicción de que España se impusiera a Croacia con el joven centrocampista azulgrana como uno de los jugadores más destacados y con el plan del técnico asturiano funcionando, a pesar del empujón final croata que ha llevado el duelo a la prórroga.
Habrá quien querrá ensuciar la actuación de Pedri por ser el autor de un pase atrás que acabó con el autogol inicial de Unai Simón, pero el combinado español tiene suerte de poder contar con el azulgrana de 18 años entre sus filas. Bien que lo saben Luis Enrique y su terquedad. También aplicable al caso de Morata, con quien el asturiano no ha perdido la fe.
España empezó el partido con arrebato, con una ajustada mezcla de dominio de la pelota mediante la posesión y generando peligro, especialmente gracias a la movilidad de los tres centrocampistas encargados de comandar el juego: dos azulgranas (Pedri y Busquets) y un colchonero (Koke). Precisamente, de las botas de Pedri nació la primera oportunidad clara del partido, cuando filtró con precisión un pase al corazón del área que Koke estrelló en el cuerpo del portero Livakovic. El combinado de Luis Enrique se sentía cómodo, trazando con éxito su plan y, al poco de la acción de Koke, Morata envió un remate a las manos del central Vida, que quedó en nada por ser involuntarias.
Cuando mejor estaba España, sin embargo, llegó el error clamoroso de Unai Simón. El portero del Athletic Club fue incapaz de controlar un sencillo pase atrás de Pedri y la pelota acabó en el fondo de la red, haciendo enmudecer al millar de forofos españoles desplazados al Parken Stadium de Copenhague. El gol desactivó por instantes a la selección española, mientras que Croacia supo oler la sangre. El combinado croata intensificó la presión, avanzó sus líneas y enlazó dos acciones de peligro seguidas, pero ni Vlasic primero ni Kovacic después acertaron a chutar entre los tres palos.
La mejor medicina para España fue volver a recuperar el dominio de la pelota y el plan inicial de partido, que el gol en propia había trastocado por instantes. La reacción de los jugadores de Luis Enrique llegaría casi veinte minutos después, en una jugada larga que acabó con un remate potente de Gayà –titular en el lugar de Jordi Alba– que pudo rechazar Livakovic, pero la pelota acabaría a los pies de Sarabia y el centrocampista del PSG no falló, rematando con contundencia.
Con las fuerzas de nuevo igualadas se llegaría al descanso y con Unai Simón rehaciéndose de su error cortando, atento, una gran asistencia de Kovacic a Rebic. Luis Enrique felicitó a su portero por esta acción, que respondió con el dedo pulgar en alto. No sería el único gesto de apoyo que recibiría: David De Gea, a quien el portero vasco ha arrebatado la titularidad, fue a conversar con él de camino al túnel de vestuarios cuando el árbitro silbó el descanso.
Azpilicueta cambia el signo del partido
Tras la reanudación, el primero en mover ficha fue Zlatko Dalić. El seleccionador croata decidió cambiar de delantero centro retirando a Petkovic y dando entrada en Kramaric, buscando soluciones en una delantera en la que Croacia echaba de menos a Ivan Perisic, baja por coronavirus. Mientras tanto, España seguía dominando y después de buscar el peligro por la banda derecha con las centradas de Sarabia, el gol que pondría por delante al combinado español llegaría por el otro lado. Una conducción de Pedri acabó con un magnífico centro de Ferran Torres que Azpilicueta remató desde el área pequeña.
La selección balcánica, subcampeona del Mundial de Rusia de 2018, no se dejó intimidar por la remontada española. El equipo de Luis Enrique cedió la pelota a los croatas y Modric empezó a activar su fútbol. El primer aviso llegó de las botas de Josko Gvardiol, que conectó un buen remate dentro del área que topó con una mejor parada de un Unai Simón. Ferran Torres neutralizó la reacción balcánica. El valenciano, más listo que nadie, recogió un gran pase de Pau Torres aprovechando una distracción imperdonable de los croatas.
Croacia fuerza la prórroga
A pesar de que el partido parecía sentenciado, todavía no estaba todo dicho. En una jugada enrevessada, Orsic hizo el 2-3. Con España sacando agua del barco y Croacia desatada, los balcánicos consiguió forzar la prórroga -especialidad que ya demostraron que dominan en el pasado Mundial- gracias a un gol en el descuento de Pasalic. En diez minutos, los croatas ganaron una vida extra.
En la prórroga, en un intercambio constante de ocasiones, la fortuna cayó del lado de los jugadores de Luis Enrique. Mientras que Orsic no pudo ver portería en dos ocasiones claras consecutivas, Morata, primero, y Oyarzabal, poco después, marcaron sendos tantos para clasificar su equipo. También se habría podido sumar a la fiesta goleadora el catalán Dani Olmo, pero su chut topó con el palo ya hacia el final del encuento.