Los bailes enigmáticos que llenan las calles de Barcelona

BarcelonaSon las seis de la tarde de un martes cualquiera. Aunque el sol ya se está poniendo, todavía se reflejan las nubes grises de un día bastante desencantado en los cristales de los rascacielos del 22@. Los oficinistas de la zona comienzan a abandonar su puesto de trabajo. Desfichan y van desfilando hacia el metro. Y entre hombres con americana, cintas con tarjetas colgadas del cuello, auriculares que se desenfundan y algunos estudiantes con mochila… "Baby can't you see, I'm calling a guy like you, should wear a warning, it's dangerous". Un grupo de cuatro chicas y un chico bailan una versión de la canción Toxico de Britney Spears.

"Somos New Generation", explica Humi Zhou. "Estamos ensayando el baile de la versión de Giselle, Julie y Yeji de esta canción icónica de Britney". Aunque la canción original es de pop estadounidense, la versión es de un grupo de pop coreano. Como ellas, diferentes grupos de entre dos y seis personas se concentran en esta zona junto a Glòries para bailar canciones de este género musical, conocido como K-pop.

"Nos encontramos aquí porque es una zona fácil de acceder para todos. Mucha gente viene de fuera de Barcelona ciudad. Por ejemplo, yo vengo de El Masnou", dice Laia Ferrando. "Es un punto que a mí también me va bien a nivel de combinaciones, porque vengo de Mollet", añade Jaime Muñoz. "Y más allá de la ubicación, están los espejos y los cristales de los edificios, donde podemos vernos bien".

A escasos metros, un grupo de tres chicas también practica otra coreografía. Y junto a la salida de las oficinas de Mediapro y RBA, dos personas se toman un descanso mientras comentan algunos pasos del baile que acaban de practicar. Todos los grupos aprovechan, como dice Jaime, las paredes de los edificios, recubiertas de cristales, para reflejarse mientras bailan. Como si de una sala de ensayo se tratara, con parquet y espejos, pero en la calle, con baldosas y ventanas.

"Hay de todo: gente que lleva cinco años bailando K-pop y gente que sólo hace unos meses que ha empezado. Nosotros llevamos dos años viniendo aquí", comenta Claudia Rodríguez, que viene de Badalona: "A mí me gusta mucho el K-pop, le escuchaba y me aprendía que bailaba, no conocía que conocía que conocía que conocía que sabía que conocía que conocía que conocía que conocía que sabía que me hablaba, no sabía que conocía, no conocía que mi baile. crear el grupo y empezamos a venir aquí”. Sobre el interés por bailar, Laia dice que no hay un motivo muy claro. "Supongo que lo hacemos porque nos gusta este tipo de música y un día, además de escucharla, empiezas a bailar y ves que también te gusta y te lo pasas bien. Es un poco eso, tampoco hay mucho más".

En ella coincide la Domenica Rodríguez, de otro grupo. Han acabado de ensayar con su amiga Caty Espinoza. el emplazamiento, a la practicidad a nivel de transporte y de los espejos, Caty añade un factor de peso: "Aquí podemos ensayar de forma gratuita".

Noche de ensayo

Esto hace que se reúnan grupos de diferentes edades, desde gente joven cerca de la edad adulta hasta adolescentes que apenas han entrado en esta etapa vital. Pese a coincidir en el espacio "no todo el mundo se junta con todo el mundo", explica Caty. "Los más pequeños se juntan entre sí y los más jóvenes o adultos igual". En general, según Domenica, "el ambiente es muy bueno" ya veces se juntan grupos para hacer coreografías específicas en las que hace falta mucha gente, pero también reconoce que "hay grupos que se han picado porque unos han hecho una cover y otros lo han hecho también al poco tiempo, o por las visualizaciones en YouTube o cosas así".

Mientras charlamos con Domenica y Caty, que forman parte del grupo Hydrus, las integrantes del grupo New Generation aprovechan para seguir ensayando. Jaime apoya un móvil en el altavoz para grabarse bailando y después poder ver los errores o los pasos a mejorar. Humi le dice que lo ponga más arriba y no a ras del suelo porque sino no se verá bien y el teléfono rebotará con las vibraciones que hace el altavoz cuando suena. Jaime recoloca el móvil sobre una mochila y vuelve a sonar Britney. Una vez terminan, se miran el vídeo todos juntos. "No está nada mal", dice sonriendo Jaime. Claudia lo corrobora, pero añade: "Pon por el grupo que debemos mejorar este paso". Al acabar de comentarlo, Humi se va a casa y el resto siguen comentando el baile.

Es importante que la coreografía salga bien, porque queda poco para el día definitivo. "Aquí en Glòries ensayamos las coreografías y, cuando ya las tenemos a punto, vamos al Portal del Ángel y las bailamos y las grabamos bien", explica Laia. "Lo hacemos en el Portal del Àngel porque es como una tradición. Se empezó a hacer allí y ahora siempre vamos excepto cuando la coreografía es muy grande o implica a mucha gente, que entonces bailamos en la plaza frente a la catedral". Jaime añade que para grabarla contratan un cámara. "Ahora mismo hay tres cámaras que hacen esto y, dependiendo del día, del precio y del estilo, escribimos por Insta a uno u otro y viene a grabarnos. Así después podemos subir a Youtube la coreografía y que la gente la vea, y también darnos a conocer entre otros grupos que bailan K-pop".

Por tanto, el trabajo no se acaba con los ensayos y la actuación. "En el grupo de WhatsApp tenemos repartidas las tareas que hace cada uno. Hay un encargado de llevar el YouTube del grupo, otra la cuenta de TikTok, otra que se encarga de coordinar las fechas de los ensayos, también hay una persona que contacta con el cámara…", detalla Laia. Y durante los ensayos, Claudia explica que "en cada grupo hay una persona que lidera; puede ir cambiando dependiendo del ensayo o la coreografía, pero lo que hace básicamente es ir indicando las posiciones".

Una tarde en el Portal del Ángel

Quedan pocos minutos por las siete de la tarde. El Portal de l'Àngel presenta, más o menos, la escena habitual de cada fin de semana: un mar de gente con bolsas de tiendas de ropa, patinetes eléctricos y bicis que intentan pasar entre la multitud, algún taxi o coche de policía que se abre paso… y un grupo de gente joven bailando, rodeados de un círculo de curiosos.

Hay a quien la escena le parece más familiar y hay quien pasa y se encoge de las cejas. Algunos de los confusos se detienen, la mayoría pocos segundos, pero buena parte de la gente pasa de largo y siguen su camino. algún elemento de atrezzo, como una puerta hecha con cartones pegados y pintados de azul.

En medio de la actuación, un taxi se empeña en pasar. Se crean momentos de confusión —es una calle peatonal—, pero se espera que el grupo acabe el baile. No será la única distracción que tendrán. Asimismo, un hombre con una bandera de la CNT llama con un megáfono "boicot a la empresa Lefties, no respeta a los trabajadores y aumenta los beneficios". La protesta es difusa; no parece que le acompañe nadie. Pega cuatro pegatinas en la fachada de la tienda y se va. Ya ha terminado la coreografía y el taxi puede seguir la ruta.

El grupo que acaba de bailar es una mezcla de grupos. "Somos de diferentes grupos y nos hemos juntado para hacer esta coreografía con este chico, que se llama Brayan y se ha creado un canal propio hace poco: Representing Chaos. Nosotros hoy bailamos en esta canción, pero no formamos parte de su grupo, por así decirlo", explica Yaiza.

"Normalmente hacemos como máximo tres presas. Si con menos lo tenemos, pues menos, pero como estamos en la calle y pasan taxis, bicis o gente caminando que a veces se pone de por medio, pues lo repetimos algunas veces hasta que sale bien", explica Julia, amiga de Yaiza, que añade: "Entendemos perfectamente que pasen estas cosas porque estamos .

Mientras hablamos con Yaiza y Julia, otro grupo vuelve a ocupar la parte central del Portal del Ángel. Los integrantes, cuatro chicas y dos chicos, se ponen en fila, uno junto al otro, y señalan con el brazo hacia arriba. La cámara va probando distintas posiciones. "Abríos más", comenta una compañera que hace de asistente. Otra pone música en un altavoz para que la cámara ensaye algunos movimientos y planos mientras el asistente le da indicaciones sobre cómo moverse y conversan sobre la manera de grabar algunos movimientos.

A los pocos segundos, cuando lo tienen más claro, vuelven a poner la canción en el altavoz y empiezan a grabar. Ahora hay menos gente que hace un rato. En un lado del círculo se concentran los distintos grupos que bailan hoy, esperando su turno. Entre ellos, New Generation. Tenían que bailar a las siete, pero ya pasan más de veinte minutos de la hora y no han salido aún. "Estamos esperando a la cámara, que va un poco tarde", aclara Jaime. Con el resto de compañeras del grupo, aprovechan el retraso para repasar algunos pasos de la coreografía a un lado de la calle.

No tienen mucho tiempo, porque nada más ponerse llega. Se sitúan en medio del Portal del Ángel, ya es su turno. Como todos los grupos, prueban algunos planes concretos antes de grabar. Ponen la música… y salta un anuncio. Terminada la interrupción, la cámara les graba algunos planos individuales mirando fijamente a la cámara, con un punto desafiante. Y una vez hechos estos planes de presentación, Laia dice: "Venga, a bailar".

Suenan las primeras notas de la canción y una amiga que les hace de asistente dice a otra que suba más el volumen de la música. Trajes también para la ocasión, con ropa negra de fiesta, bailan Britney y se van animando entre ellas. Los amigos y amigas que les apoyan tras la cámara les llaman florecillas y les dan algunas indicaciones: "¡Dilo!", "Ayúpese más", "¡Muy bien!"...

Cuando terminan, se miran riendo. Claudia dice a Laia que cree que ha salido bastante bien. Para comprobarlo, acuden a una esquina del círculo de gente a mirar el vídeo desde la misma cámara. "En este paso no hemos subido bien", dice Claudia a Humi.

Entre el público está Silvia, la madre de Claudia. "No se ha visto tan mal, ¿no?", le pregunta Claudia. "Just cambiamos este paso al último ensayo y creo que no ha terminado de quedar bien", le comenta. "Quizá lo repetiremos". Tal y como explicaban Yaiza y Julia, Claudia nos dice que lo hacen un máximo de tres veces para mejorar pequeños errores o poder salvar imprevistos: "Si en la tercera todavía hay algún error la damos por buena, porque sino estaríamos mejorando cosas todo el rato".

Por último, deciden volver a probarlo. Recuperan la posición inicial, pero uno de los chicos que les acompaña les advierte de que viene un taxi. Se apartan y Jut, otra integrante del grupo que no estaba en el ensayo del martes, se da cuenta de que se ha roto un poco el pantalón. No es grave, no se ve demasiado.

Lo vuelven a intentar y Claudia, nada más empezar, tropieza, pero se ríen y se lo toman bien. "Haga la fila más recta, ¡va, ahora sí!", dice Jut. El amigo que aguanta el altavoz les sigue animando: "¿Quéee?? ¡Muy bien!"

"Creo que ahora mejor!", dice Claudia a su madre al final. "Vengo de vez en cuando", nos comenta Silvia. "Por ejemplo, mañana vuelven a bailar, pero no vendré, porque si no me paso el fin de semana aquí", dice riendo. "Me gusta mucho porque es una forma de hacer deporte y encontrarse, y es un ambiente muy bonito", explica. "Bueno, depende donde te metas", matiza Claudia. "Pero en general es bastante sano, ¿no?", le pregunta la madre. "Sí, sí, depende con quien te juntes, pero nuestro grupo es bonito", concluye Claudia.

"En esta cover yo hago de acompañamiento", nos dice Claudia. "Los principales son Jaime, Laia y Jut, y ahora ellos decidirán si tenemos que repetirlo de nuevo o no". Revisan el vídeo con la cámara y ven ciertos movimientos que aún se pueden mejorar, así que deciden repetirlo una última vez.

Mientras hacen la tercera presa, una trabajadora del Lefties despega las pegatinas de la CNT que hace unos minutos había enganchado en la fachada al hombre del megáfono y la bandera. Con la Britney de fondo, de la tienda sale una mujer visiblemente angustiada. Mientras compraba, ha perdido de vista a su hija. Pero la historia acaba bien: un grupo de gente la ha encontrado alrededor por Portal de l'Àngel y una patrulla se ha quedado con ella hasta que la madre ha salido de la tienda.

El baile de New Generation también termina bien. No ha habido imprevistos que les hayan interrumpido ni tampoco ningún fallo que invalide la presa. El tercer y último intento ha salido redondo. Laia, Jaime, Jut, Humi y Claudia se felicitan y la chica de la cámara, después de hablar brevemente con ellos, se va a casa.