Acuerdo para la reforma de los autónomos: ¿cómo te afecta y cuánto tendrás que pagar?

MADRIDLa organización de trabajadores autónomos ATA, vinculada a la patronal CEOE, ha dado su visto bueno al texto de la reforma del nuevo sistema de cotización de los autónomos. Así, la organización que preside Lorenzo Amor se suma a UATAE –vinculada a CCOO– y a la organización UPTA –vinculada a la UGT– que ayer martes ya dieron su sí. Ahora, el texto todavía tiene que pasar por los órganos directivos de la CEOE, pero todo apunta que a lo largo de la mañana también votarán favorablemente, según indican al ARA fuentes próximas a la patronal.

La reforma entrará en vigor el 1 de enero del 2023. Contiene cambios estructurales y otros a corto plazo, como las cuotas que a partir de ahora pagarán los trabajadores autónomos y que se aplicarán de forma progresiva hasta el 2025. Después de meses de complicadas negociaciones, así queda el texto final consensuado por el ministerio de la Seguridad Social, bajo la batuta de José Luis Escrivá, y los agentes sociales.

¿Qué cuota pagarás a partir de ahora?

Con el nuevo sistema de cotizaciones por "ingresos reales" se dividirá a los autónomos en 15 tramos en función de las ganancias mensuales. Estos tramos determinarán si la cuota que se paga es más baja o más alta: en el primer tramo se encuentran los autónomos con unos ingresos inferiores a los 670 euros al mes y en el último aquellos trabajadores que ganan más de 6.000 euros. Para el 2023 la horquilla empezará siendo de entre 230 (cuota del tramo más bajo) y 500 euros al mes (cuota del tramo más alto) en función de los rendimientos netos del trabajador. En 2024 las cuotas serán de entre 225 y 530 euros mensuales y, finalmente, para el 2025, el gobierno plantea una horquilla de cuotas de entre 200 y 590 euros al mes. Así pues, habrá una rebaja progresiva de la cuota para los trabajadores con menos ingresos y un incremento para los que tienen una mejor situación financiera.

¿Qué significa cotizar por los rendimientos netos?

Hasta ahora, los trabajadores autónomos escogían una tarifa o cuota a pagar cada mes independientemente de sus ganancias. Con la reforma esto cambia totalmente y los autónomos pagarán una cuota en relación a sus rendimientos netos. El cálculo de estos rendimientos netos sale de la cantidad de dinero que factura el autónomo, descontando los gastos. Es decir, todo aquello que el trabajador se puede deducir.

Antes de la reforma, el grueso de los autónomos cotizaba por la cuota mínima y esto generaba una situación "anómala": la protección social mínima que tenían los autónomos, ya sea a la hora de cobrar la pensión o una prestación por maternidad o paternidad. Esto se quiere revertir vinculando la cotización a las ganancias.

¿Se podrá cambiar de cuota?

Se podrá cambiar de cuota hasta seis veces el año. Esto se ha hecho para que los autónomos puedan modular lo que abonan a la Seguridad Social en función de la situación económica que atraviesan. También tendrán que facilitar una previsión de las ganancias. Más tarde, la Agencia Tributaria comprobará si lo que se ha declarado corresponde a la realidad. Hacienda determinará si el contribuyente tiene que pagar algo más porque ha ganado más dinero de lo estimado o, por el contrario, si se le tiene que devolver dinero.

¿A quién afecta la tarifa plana?

Afecta a aquellos trabajadores que estén por debajo del salario mínimo interprofesional y que no se hayan registrado en la Seguridad Social en los dos años anteriores. Será una tarifa plana o reducida de 70 euros durante un año y no tendrá efectos retroactivos, es decir, aquellos autónomos que estén pagando la cuota reducida de 60 euros al mes la continuarán pagando hasta que se les acabe.

¿Habrá más prestaciones?

Sí. De hecho, este ha sido el punto más conflictivo a negociar con la patronal. Si bien a ATA le parecían bien las cuotas, la organización reclamaba mejorar las prestaciones para los autónomos en caso de que un trabajador pase por una situación económica complicada. Finalmente, no solo se mantiene "el paro" que ya existía, sino que se refuerza. En algunos casos, por ejemplo, se podrá tener en cuenta la necesidad de reducir las jornadas laborales de los empleados o si hay una reducción de los ingresos.