Finanzas personales

Tres recargos (además del equipaje de mano) que las aerolíneas no deberían cobrar

Hacer pagar por reservar un asiento continuo a los acompañantes de un menor o por un cambio de nombre son otras prácticas cuestionadas

BarcelonaLa noche del jueves al viernes se produjo el solsticio de verano en el hemisferio norte, el momento en que la Tierra tiene su máxima inclinación respecto al Sol y el pistoletazo de salida –en términos estrictos de astronomía– de los meses de más calor. También es la temporada en la que la masificación turística se dispara, los hoteles cuelgan el cartel de completo y las aerolíneas hacen más negocio que nunca. Ante este último punto, las organizaciones de defensa de los derechos de los consumidores tienen un recordatorio para quienes este verano decidan tomar un avión durante sus vacaciones. Más allá de la larga disputa judicial debido a que muchas compañías de bajo coste cubren por el equipaje de mano, existen otras cláusulas abusivas con recargos extra que los viajeros deberían tener en cuenta antes de llegar a un aeropuerto.

Cambiar el nombre en la reserva

Compras unos billetes por internet, deslizando entre pantallas que te piden si quieres un seguro de viaje, alquilar un coche o reservar un asiento. Consigues llegar al paso final, haces el pago y un correo electrónico te felicita por el vuelo que podrás tomar en unas semanas. Con el inconveniente de que en ese mensaje –que quizás no has visto hasta unos días más tarde– te das cuenta de un detalle importante: unos apellidos con el orden invertido o un nombre de pila en el que hay una letra equivocada, que convierten aquella reserva en un pedazo de papel mojado.

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Algunas compañías aéreas han instaurado en sus condiciones la política por la que cambiar la identidad del pasajero también tiene un coste. Por ejemplo, Ryanair permite modificar gratuitamente el orden del nombre y los apellidos o un máximo de tres caracteres por nombre, pero sólo una vez por cada pasajero y hasta 48 horas después de realizar la reserva. Si se descubre el error más tarde, la compañía cobra 115 euros por la vía online y 160 euros si se realiza a través de un agente. En el caso de Vueling, los cambios se pueden realizar sin coste extra hasta dos horas antes de la salida del vuelo, si no, el recargo es a partir de 50 euros por pasajero y trayecto.

Aun así, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) dictó el año pasado una resolución de procedimiento sancionador que reconocía el derecho a la rectificación de los datos personales recogido en la normativa de protección de datos a raíz de la reclamación de un usuario que se encontró con este problema en una reserva en la plataforma eDreams. Así, el organismo defiende que la modificación de esta información, siempre que no suponga el cambio de un pasajero por otro, debería ser gratuita.

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Facturar en el aeropuerto

Ésta es una política por la que se ha hecho famosa, sobre todo, la aerolínea low cost por excelencia. Aunque ahora el uso del móvil para viajar se ha extendido y la mayoría de pasajeros enseña su pase de embarque directamente en la pantalla, Ryanair sigue cobrando una penalización si el cliente debe gestionar la facturación en el aeropuerto porque no lo ha hecho de forma online. Hacer esta gestión presencialmente en el mostrador tendrá un coste a partir de 55 euros (es gratuito con la tarifa Flexi Plus). Por otra parte, en caso de que tenga que imprimir el billete tendrá que pagar 20 euros. Esto puede ser un problema en caso de aeropuertos como los marroquíes, donde la aerolínea sólo acepta la versión física del pasaje. Una sentencia del Tribunal Supremo de 2021 dio la razón a la OCU sobre esta cláusula abusiva aplicada por Ryanair, que cobraba 40 euros por imprimir el billete. La entidad también había denunciado errores en el momento de hacer el check in online con Ryanair, que obligaban a los clientes a hacerlo de forma presencial y, por tanto, pagando.

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Reservar un asiento contiguo para un menor o dependiente

Viajar con menores de edad o personas dependientes es de por sí más complicado que hacerlo de otras formas y algunas aerolíneas de bajo coste añaden a este lío logístico un recargo económico. Por ejemplo, easyJet recomienda a las familias que elijan sus asientos con antelación –con un coste extra que puede ir desde 0,49 euros a 16,99 euros en función de la hilera y el espacio disponible– para asegurar que los padres podrán sentarse junto a sus hijos. "Si no has adquirido los asientos para tu familia, tendrás que realizar el check in lo antes posible para asegurarte de que todos se sientan juntos", explica la compañía en su web. easyJet asegura que su sistema de asignación de asientos siempre intenta colocar juntos a todos los miembros, pero recuerda que si lo dejas para el último minuto no pueden garantizarlo. "Es posible que solo podamos organizar esto en el aeropuerto oa bordo, lo que puede causarte retrasos a ti ya otros pasajeros y puede resultar en que no todos se sientan juntos", afirma.

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En la multa de 150 millones de euros que impuso el gobierno español a cuatro aerolíneas por cobrar por el equipaje de mano, el ministerio de Consum también hacía referencia a otras prácticas abusivas como hacer pagar un suplemento por la reserva de asientos contiguos para acompañar a menores y personas dependientes.