Bruselas aprueba nuevas excepciones ecologistas en las pequeñas explotaciones agrarias

BruselasLa Unión Europea sigue flexibilizando las regulaciones ecologistas. La Comisión Europea ha anunciado este martes que no aplazará la entrada en vigor de la polémica ley antidesforestación, pero sí ha incluido excepciones para las pequeñas y medianas explotaciones agrarias. Esta reforma legal es una de las medidas estrella del plan verde de Bruselas y obliga a las empresas a demostrar a través de un sistema de geolocalización que los productos vendidos en la UE no han generado deforestación o degradación forestal en todo el mundo.

Las materias (aparte de la ganadería) que se ven afectadas una vez entre en vigor la normativa son el café, el cacao, el caucho, el aceite de palma, la soja o la madera, así como derivados como el chocolate, el cuero o, entre otros, los muebles. Esta lista de productos se puede actualizar y ampliar a lo largo del tiempo.

La medida ya se aprobó en el 2023, pero la derecha y la extrema derecha europea la han convertido en uno de sus principales caballos de batalla contra la lucha de la UE contra el cambio climático y continuamente ponen obstáculos para que no se acabe aplicando. Su presión ha logrado incluso que la Comisión Europea haya propuesto aplazar su entrada en vigor en varias ocasiones. Sin embargo, finalmente ha optado por excluir las pequeñas y medianas explotaciones agrarias. De hecho, una de las prioridades del nuevo ejecutivo comunitario es teóricamente proteger más a las empresas de menor tamaño del primer sector y, en cambio, incrementar las exigencias ecologistas a los grandes grupos agroalimentarios, que son las que más estropean el medio ambiente.

Un plan para potenciar el relevo generacional en el sector agrícola

La Comisión Europea también ha presentado este martes un plan para impulsar el relevo generacional en el sector agrícola de toda la Unión Europea. Las explotaciones agroalimentarias son una de las prioridades del bloque comunitario, que desea evitar depender en este sentido de potencias externas. Pero uno de los problemas con los que se encuentra es que hay pocos jóvenes europeos que quieren dedicarse a ellos y cada vez son más las empresas del sector primario que acaban bajando la persiana.

El objetivo del ejecutivo comunitario es duplicar la proporción de jóvenes agricultores europeos en 2040 y que pasen a representar el 24% del total. El plan plantea diferentes medidas para mejorar el acceso a financiación pública y subvenciones, así como mejorar de forma general las condiciones de vida en las zonas rurales. Además, y como medida estrella del plan, Bruselas recomienda a los Estados miembros que destinen al menos un 6% del fondo que recibirán de la próxima Política Agrícola Común (PAC) a medidas para fomentar profesiones del sector agrícola entre los más jóvenes.