Bloque vecinal y ecologista contra la ampliación de El Prat: "Es un ecosistema, no un lago con patos"

BarcelonaMientras en la sede de la escuela de negocios Esade empezaban a llegar los primeros asistentes al acto empresarial a favor de la ampliación del aeropuerto de El Prat, entidades vecinales y ecologistas han elegido el mismo espacio este miércoles para rebatir los argumentos de este cónclave económico. "Exigimos a los ayuntamientos y a los gobiernos que no solo se posicionen con una imagen verde, sino que prohíban este proyecto", ha sentenciado la economista Sara Mingorria, una de las portavoces de la plataforma Zero Port, que reclama paralizar los proyectos para hacer crecer las dos principales infraestructuras de Catalunya.

Con un manifiesto conjunto, una cincuentena de organizaciones unidas por la defensa del decrecimiento han rechazado la mesa institucional que propuso ayer el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. "No queremos un govern mediador, queremos un govern que tome decisiones y esto solo pasa por una moratoria indefinida a la ampliación", ha asegurado Mingorria. Para Alejandro González, otro de los portavoces del bloque opositor, "pedir la ampliación es un capricho de las élites, cuando buena parte de la población ni siquiera coge el avión". Así pues, las entidades acusan a Aena de orquestar un "chantaje" y poner en riesgo una zona protegida por la Xarxa Natura 2000.

"Es un ecosistema, no un lago con patos", ha protestado Mingorria para contestar a la promesa de la empresa pública de compensar las partes afectadas en el estanque de la Ricarda con la creación de nuevos espacios naturales en otros puntos del delta del Llobregat. Desde la plataforma han recordado que las actuaciones ambientales de la última ampliación —que empezó en 2004— todavía no se han completado y que la Comisión Europea ya ha enviado un toque de alerta a las administraciones.

En las manos de Europa

Pese a la presión de Aena y los agentes económicos a la Generalitat por dar luz verde al proyecto, las entidades se han mostrado relativamente confiadas en que la Comisión Europea no lo permitirá. "Perdería toda la credibilidad en cuanto a la sostenibilidad", insisten. Además, defienden que con la regulación en mano la ley del cambio climático de Catalunya también complicaría los planes del gestor aeroportuario.

Josep Velasco, de la plataforma Prou Soroll, ha recogido el malestar de algunos de los núcleos vecinos al aeropuerto como Castelldefels o Gavà Mar, que se quejan del impacto acústico de los aviones y ha denunciado que la situación "no es sostenible". "El aeropuerto no es de goma para hacerlo más grande cada vez que lo deseen", ha lamentado.