Industria

El aristócrata que ha perdido un bonus millonario con el veto en la opa de Talgo

Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz, consejero delegado del fabricante de trenes, acordó un bonus si cambiaba la propiedad

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Factoría de Talgo Las Matas, en el municipio madrileño de Las Rozas.

MADRIDEl terremoto empresarial que vive Talgo no debería poner nervioso a uno de sus máximos directivos, Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz (63 años), consejero delegado ejecutivo. Hijo de una de las estirpes más relevantes de la aristocracia madrileña y el mundo empresarial –su padre era Jaime Urquijo Chacón, vinculado a Banco Urquijo ya Tabacalera; y su madre es Carmen Piru Fernández de Araoz Marañón–, ésta no es la primera vez que el empresario está al frente de una compañía con un futuro incierto e incluso poco amable.

Antes de su aterrizaje en Talgo en marzo de 2021, el directivo pasó por la multinacional andaluza Abengoa entre 2016 y 2021, en su momento más crítico –se llegó a hablar de quiebra–. Gonzalo Urquijo fue fichado por Talgo dos meses después de su salida por la puerta trasera de la empresa andaluza, un desenlace polémico que todavía le salpica: un juzgado de Sevilla le investiga a él ya su consejo de administración tras una demanda presentada por diferentes accionistas, entre ellos la familia Benjumea, fundadores de Abengoa. También estuvo en la siderúrgica ArcelorMittal, donde desde 1997 y hasta 2015 ocupó diferentes cargos importantes. De hecho, durante esta larga etapa ya vivió una opa: la del productor de acero Mittal sobre Arcelor en 2006, y que se saldó con lo que hoy se conoce como ArcelorMittal.

Aquel episodio no fue agradable. Se trataba de una operación hostil, y una empresa rusa, Severstal, llegó a ofrecerse como "caballero blanco" para fusionarse con Arcelor y evitar así la adquisición por parte de Mittal. En cambio, la opa del grupo húngaro Magyar Vagon sobre Talgo que el ejecutivo de Pedro Sánchez ha vetado era amistosa. El propio consejo de administración de Talgo la veía con buenos ojos, sobre todo el fondo británico Trilantic, que con un 40% del capital social de Talgo lleva tiempo buscando la manera de deshacerse de su parte.

Un contrato suculento

Para Urquijo, más allá de una salida del callejón sin salida industrial y financiero de la empresa, el cambio en el accionariado habría supuesto un buen pellizco. Concretamente, tal y como ha comprobado el ARA en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Urquijo firmó un "incentivo de retención", es decir, un compromiso de retribución que asciende a 889.878 acciones de Talgo. Uno de los tres escenarios que activa este incentivo es el de un cambio de control en lo que se refiere a la propiedad de la empresa, lo que se habría producido con la opa húngara.

Si se tiene en cuenta la actual cotización de Talgo (3,89 euros el título), estaríamos hablando de una prima suculenta de 3,4 millones de euros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la acción es volátil. Por ejemplo, justo el día en que el grupo húngaro formalizó el interés, el 4 de abril, la acción de Talgo se situaba en los 4,43 euros el título, lo que enfila la prima en los 4 millones de euros. Pero si se tiene en cuenta que Magyar Vagon ofrecía 5 euros por título, el incentivo para Urquijo habría sido de 4,5 millones.

La remuneración de Urquijo no es precisamente modesta. A su llegada a Talgo se le pagó, aparte del sueldo, 850.000 euros como "otros conceptos", según la información publicada en la CNMV. Además, tiene un salario fijo de 500.000 euros y una variable que en el caso del ejercicio 2023 es de 500.000 euros más. Talgo aprobó también un plan de incentivos vinculados al cumplimiento de objetivos estratégicos.

Reestructurar y vender

Urquijo es consejero delegado con funciones de ejecutivo: es quien pilota el día a día pese a ser el número dos del presidente de Talgo, Carlos de Palacio Oriol. Junto a él hay un equipo de directivos que, en su mayoría, llevan años vinculados al fabricante español de trenes. "No hubo una desbandada [con el fichaje de Urquijo]", comenta una fuente sindical, que añade que el consejero delegado "deja trabajar mucho a sus equipos". "A pesar de venir de dónde viene, no se esconde y es accesible", apunta. Quien ha coincidido de cerca en reuniones también destaca su "perfil educado", pero "del profundo ecosistema del Madrid".

Sin embargo, el currículo de Urquijo no pasa desapercibido: "A nadie se le escapa su perfil financiero [como directivo]", apunta la misma voz, que vincula su fichaje al encontrar una salida para Trilantic . Fuentes del sector ferroviario ven con escepticismo que haya "continuado engordando" Talgo comprometiendo grandes contratos que aprietan al fabricante en cuanto al calendario. La plantilla, sin embargo, recalca que ésta ha sido la tendencia desde 2016, y no niega que "la compañía necesita un socio industrial con capacidad de producción". "La carga de trabajo es brutal", reconoce Gerardo Cortijo, de CCOO Talgo, quien añade que "están a la expectativa de lo que diga Talgo" tras el veto del gobierno en la opa.

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