La ACCO alerta de que la opa del BBVA en el Sabadell amenaza la competencia con "efectos negativos" para los ciudadanos
El encarecimiento del crédito y el cierre de oficinas, entre las posibles consecuencias de la operación
BarcelonaLa adquisición del Banco Sabadell por parte del BBVA, mediante una oferta pública de adquisición (OPA), implicaría un notable incremento del grado de concentración existente en el sector bancario en Cataluña, con un elevado riesgo para la competencia. También podría tener "efectos negativos" para el bienestar de los ciudadanos.
Así lo considera la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), que este jueves ha publicado un informe sobre una operación que el banco de origen vizcaíno todavía debe materializar oficialmente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Está previsto que ese movimiento se produzca en las próximas horas o días.
En el informe, este organismo autónomo de la Generalitat advierte que la absorción podría acarrear el cierre de oficinas y la reducción de los servicios que se prestan. Esto, según la ACCO, podría llevar a un encarecimiento del crédito ya un empeoramiento de la calidad de los servicios a los clientes, como por ejemplo unos horarios más limitados o tiempos de espera más elevados. También aumentaría la concentración en el mercado de concesión de crédito, lo que puede derivar en un encarecimiento del coste del endeudamiento de las empresas y familias de Cataluña.
Crédito aún más caro
"Finalmente, esta reducción de las presiones competitivas entre las entidades de crédito también podría suponer una menor remuneración de los depósitos y un aumento de las comisiones aplicadas a los clientes", concluye la ACCO, cuya función principal es garantizar, mejorar y promover las condiciones de libre competencia y transparencia en los mercados. Este último punto es especialmente relevante en el contexto actual, en el que España es uno de los países de la eurozona con una menor remuneración de los depósitos, según datos de marzo del Banco Central Europeo.
De hecho, según el estudio, los cuatro principales bancos –CaixaBank (32,41%), BBVA (23,49%), Sabadell (16,13%) y Santander (12,78%) - concentran el 84,8% del crédito concedido a Cataluña. Una eventual adquisición convertiría a la nueva entidad en el principal operador, con el 39,6% del crédito de Catalunya. Junto a CaixaBank, actual líder, acumularían una cuota de mercado del 72,03%.
Según el Índice Herfindahl-Hirschman (IHH), que sirve para medir el grado de concentración económica –una puntuación más alta indica mayor concentración–, el mercado del crédito en Catalunya pasaría de 2.063 a 2.820 puntos, muy por encima de países como Austria (424), Suecia (875), Hungría (950), Irlanda (969), República Checa (1.076), Bulgaria (1.136), Portugal (1.204) y Dinamarca (1.258). Entre los países de la Unión Europea con población similar, sólo Finlandia (2.340) y Grecia (2.244) tienen valores superiores a los 2.000 puntos. En términos generales, se considera que el grado de concentración es moderado cuando el IHH sobrepasa los 1.800 puntos y alto cuando supera los 2.500.
El oligopolio de las oficinas
En el caso de las oficinas, la situación apunta en la misma dirección: de producirse la adquisición, el IHH pasaría de 2.289 a 2.888, con un aumento de 599 puntos. Este incremento en la demarcación de Barcelona sería de 708 puntos, el más alto de todo el Estado. En este parámetro destaca la ciudad de Sabadell, que tendría un índice de más de 3.000 puntos, con un aumento de 1.000 puntos.
Actualmente, Cataluña cuenta con 2.134 oficinas bancarias distribuidas en 444 municipios, y ya se considera un oligopolio. CaixaBank opera el 38,9% de las oficinas (831), BBVA el 18,7% (398), Sabadell el 16,1% (343) y Banco Santander el 12,0% (256). Entre los cuatro concentran el 85,7% de las oficinas. Y de materializarse la operación, los dos primeros bancos en oficinas en Catalunya –CaixaBank y la entidad resultante– operarían conjuntamente el 73,7% de las oficinas.
Alegaciones del Sabadell en la opa
El Banc Sabadell ha publicado este jueves un informe de 954 páginas en la CNMV en el que alega que la opa expone "múltiples incertidumbres", como la posible pérdida de personal cualificado. También dice que no se puede prever el tiempo que durará el proceso ni tampoco el resultado de la oferta, sobre la que deben decidir los propios accionistas de banco catalán con sede en Alicante.