BBVA

La CNMV autoriza la opa del BBVA al Banc Sabadell: los accionistas podrán decidirse hasta el 7 de octubre

El banco de origen vasco reduce los ahorros de la operación a 175 millones en 2027, 235 millones en 2028 y los eleva a 900 millones en 2029, cuando podrá fusionarse

BarcelonaCon la vuelta de las vacaciones, la opa del BBVA en el Sabadell se ha reavivado. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha autorizado la operación este viernes, después de analizar el folleto presentado por el BBVA. El período de aceptación para los accionistas será de treinta días naturales, que empezarán a contar el próximo lunes día 8, lo que significa que el plazo terminará el 7 de octubre. "A partir de ahora es el momento de los accionistas", una vez que el gobierno español puso sus condiciones relacionadas con el interés general, afirmó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, tras participar en una jornada en la sede de Pimec en Barcelona.

Según el acuerdo del consejo de la CNMV, en garantía del pago de la operación, el BBVA ha presentado dos depósitos para realizar el pago de la parte en efectivo por 701,4 millones de euros y otro adicional por un total de 2,3 millones más. El BBVA retrasa los ahorros previstos porque el gobierno español les obliga a esperar al menos tres años para hacer una fusión. De hecho, los sitúa en 175 millones en 2027, y 235 millones en 2028, en lugar de los 900 millones estimados con una integración a sufrir de 2029.

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Y mantiene que su oferta es "todavía hoy más atractiva", aunque las acciones del Sabadell cotizan por encima de lo. Esto significa que mantiene el precio previsto. También insiste en que es la valoración más alta por el banco catalán "en más de una década" y en que la prima que se ofrece "es muy superior a la de opas bancarias recientes". La entidad de origen vasco destaca que el Sabadell cotiza a los niveles más altos en una década, lo que achaca a su operación. Una vez terminado el período de aceptación el 7 de octubre se publicará el resultado de la oferta el día 14 del mismo mes y se realizará la liquidación de la operación del 17 al 20 de octubre.

Umbral del 30%

La entidad presidida por Carlos Torres había remitido a la CNMV el folleto que este organismo debía aprobar para que se ponga en marcha el período de aceptación. Esto se produce dedespués de admitir la posibilidad de hacerse con un mínimo del 30% del capital, por debajo del 50,01% (49,3% si no se cuenta la autocartera) que se fijó al presentar la operación hace casi año y medio. Así lo reconoce el banco de origen vasco tras recibir una autorización por parte del regulador bursátil de EE.UU., SEC, al que pidió "alinear" los plazos de la opa con los de la legislación española. La condición supone que en caso de alcanzar el 30% y menos del 50%, el BBVA deberá lanzar una opa obligatoriamente por el resto del capital, tal y como establece la legislación española, y debería ser en efectivo. Y eso, que complicaría aún más una operación rodeada de polémica desde que se anunció el 9 de mayo de 2024, debería realizarse un máximo de un mes después de terminado el período de aceptación de la opa.

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Hay un factor importante que decanta de momento la balanza en favor de aquellos que están en contra de la opa, entre ellos muchos pequeños accionistas y el segundo titular de acciones del banco, la aseguradora Zurich y algunos fondos que así lo han afirmado. La razón es que desde enero pasado, el precio de la oferta del BBVA está por debajo de la cotización del Sabadell en el mercado. A consecuencia de este hecho, a los accionistas del Sabadell les saldría actualmente más a cuenta vender sus títulos directamente en el mercado que acudir a la opa. Por eso la mayoría de analistas prevén que la entidad de origen vasco mejorará su oferta, algo que la cúpula de este banco ha negado en distintas ocasiones. BBVA, que mantiene por ahora el precio, tiene opciones de poder mejorarla hasta cinco días antes de terminar el período de aceptación de la opa.

Oposición política y económica

El BBVA anunció su oferta hace casi año y medio y desde ese momento la opa ha generado un terremoto. Tras anunciarla sólo tres días antes de las elecciones autonómicas en Catalunya en mayo del año pasado, se produjo un alud de críticas y la oposición frontal, además del consejo de administración del Sabadell, de los gobiernos español y de la Generalitat, así como de buena parte del mundo económico y empresarial catalán.

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Pese a las adversidades y la oposición recibida, la entidad de origen vasco ya había anunciado que seguía adelante con su proyecto tan después de que el gobierno español condicionara la operación a mantener la autonomía del Sabadell y, por tanto, impedir una fusión durante tres años, que pueden llegar a ser cinco; como después de que los accionistas del Sabadell avalaran en masa a principios de agosto la venta de la filial británica TSB en el Banco Santander. Otra de las ofensivas del banco vallesano durante este período fue devolver la sede social a su ciudad de origen.

El hecho es que la opa, además, ha entrado también en el terreno judicial, ya que el BBVA optó por recurrir ante el Tribunal Supremo las condiciones del gobierno español, establecidas después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) avalara la operación. Esto supuso la apertura de un expediente por parte de Bruselas. El ejecutivo de Pedro Sánchez convocó incluso una consulta pública para conocer la opinión sobre una posible fusión de ambos bancos y cómo podría afectar a los intereses generales.

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El BBVA, que ya intentó una operación similar en el 2020 y fracasó porque no se pusieron de acuerdo en el precio y el reparto de poder, ha tenido que ajustar en tres ocasiones su oferta a los dividendos que el Sabadell han ido distribuyendo a sus accionistas. La última vez fue la semana pasada, cuando el banco presidido por Josep Oliu repartió 370 millones de euros a los accionistas, a razón de 0,07 euros por título (0,0567 euros netos, descontada la retención de Hacienda).

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Esta suma forma parte de los 6.300 millones que tiene previsto distribuir tanto en efectivo como a través de la recompra de acciones entre 2025 y 2027, las fechas de su nuevo plan estratégico del banco presidido por Josep Oliu. Se incluye un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros por la venta de TSB (50 céntimos por acción) –ratificada masivamente por los accionistas a principios de agosto– y que se distribuirá a principios del 2026.

La clave para el éxito de la operación está en manos de los inversores. BlackRock, que esta semana ha superado el 7% del capital y es también el primer accionista del BBVA, se ha consolidado como primer titular individual de títulos del Sabadell. La entidad cuenta con alrededor de 200.000 pequeños accionistas, muchos de ellos al mismo tiempo clientes y que tienen en sus manos más del 50% del capital. El motivo por el que se dice que puede ser una votación ajustada se debe a que los accionistas minoritarios no ven con buenos ojos la opa. Ésta es la opinión que han expresado entidades como la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banc Sabadell, que está presidida por Jordi Casas. .

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BlackRock, con el 7,022% se sitúa por delante de la aseguradora Zurich (4,700%), el inversor y empresario mexicano David Martínez (3,495%, que mayoritariamente controla a través de Fintech Europe), Dimensional Fund (2,873%), UBS,2,2 Goldman Sachs (1,490%), Vanguard (1,338%), Amundi (1,271%), DWS (1,212%), Qube (1,021%) y JP Morgan Chase (1,009%).