El BBVA prevé sacar adelante la opa al Sabadell si obtiene un mínimo del 30%

La entidad de origen vasco obtiene autorización del regulador bursátil de EE.UU. para alinear los plazos de la operación con los de la legislación española

El presidente del BBVA, Carlos Torres, en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el pasado 23 de junio.
05/09/2025
4 min

BarcelonaLa opa del BBVA en el Sabadell empieza a moverse de nuevo. La entidad presidida por Carlos Torres prevé la posibilidad de renunciar a la condición de quedarse con un mínimo del 50,01% (49,3% si no se tiene en cuenta la autocartera) si consigue al menos el 30% de los derechos de voto.

Así lo ha comunicado al regulador bursátil de EEUU, la SEC, que le ha permitido "alinear los plazos previstos en las legislaciones que regulan el régimen de las ofertas públicas de valores en ambos países", es decir en EEUU y en España, según una comunicación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a última hora de la .

La condición supone que, en caso de conseguir el 30% y menos del 50%, el BBVA deberá lanzar una opa obligatoriamente por el resto del capital y, en principio, debería ser en efectivo. Y eso, que complicaría aún más una operación rodeada de polémica desde que se anunció hace casi año y medio, debería ser un máximo de un mes después de haber terminado el período de aceptación de la opa.

El folleto de la oferta, que el BBVA remitirá en breve a la CNMV para que la apruebe y se ponga en marcha el período de aceptación por parte de los accionistas, informará que el banco de origen vasco puede renunciar a la condición de aceptación mínima. También describirá el procedimiento para renunciar a esa condición según la legislación española y analizará detalladamente el posible impacto de la renuncia a esa condición, según el BBVA.

Oposición política y económica

Esa opa supuso un verdadero terremoto desde el primer día. Durante este tiempo, la operación, dada a conocer sólo tres días antes de las elecciones autonómicas en Catalunya, ha provocado la oposición del consejo de administración del Sabadell, pero también del gobierno español y de la Generalitat, así como de buena parte del mundo económico y empresarial catalán.

A pesar de las adversidades, el BBVA ya había anunciado que seguía adelante con su proyecto tanto después de que el gobierno español pusiera limitaciones a la operación como después que los accionistas del Sabadell avalaran en masa a principios de agosto la venta de la filial británica TSB en el Banco Santander.

Además, BBVA optó para recurrir ante el Tribunal Supremo las condiciones del gobierno español, concretadas en la prohibición de una fusión de ambas entidades durante tres años, que pueden llegar a ser cinco, limitación establecida después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) avalara la operación. El ejecutivo de Pedro Sánchez convocó incluso una consulta pública para conocer la opinión sobre una posible fusión de ambos bancos y cómo podría afectar a los intereses generales.

La entidad de origen vasco, que ya intentó una operación similar en el 2020 y fracasó porque no se pusieron de acuerdo en el precio y reparto de poder, ha tenido que ajustar en tres ocasiones su oferta a los dividendos que el Sabadell ha ido distribuyendo a sus accionistas. La última vez fue la semana pasada, cuando el banco presidido por Josep Oliu repartió 370 millones de euros a los accionistas, a razón de 0,07 euros por título (0,0567 euros netos, descontada la retención de Hacienda). Esta medida también ha sido comunicada a la SEC, que la ha autorizado.

El dividendo de la semana pasada forma parte de los 6.300 millones que el Sabadell tiene previsto distribuir tanto en efectivo como a través de la recompra de acciones entre 2025 y 2027, las fechas de su nuevo plan estratégico. Se incluye un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros por la venta de TSB (50 céntimos por acción) –ratificada masivamente por los accionistas a principios de agosto– y que se distribuirá a principios del 2026.

El BBVA se impuso como umbral para superar (49,3% si no se tiene en cuenta la autocartera), un requisito que ahora estaría dispuesto a evitar. La clave para el éxito de la operación está en manos de los inversores institucionales.

BlackRock al frente

BlackRock, que esta semana ha superado el 7% del capital y es también el primer accionista del BBVA, se ha consolidado como primer titular individual de títulos del Sabadell. La entidad tiene alrededor de 200.000 pequeños accionistas, muchos de ellos al mismo tiempo clientes, que tienen en sus manos más del 50% del capital. El motivo por el que se dice que puede ser una votación ajustada se debe a que los accionistas minoritarios no ven con buenos ojos la opa. Ésta es la opinión que han expresado entidades como la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banc Sabadell, que preside Jordi Casas.

Hay un factor importante que decanta de momento la balanza en favor de aquellos que están en contra de la opa. La razón es que desde enero pasado, el precio de la oferta del BBVA está por debajo de la cotización del Sabadell en el mercado. A consecuencia de este hecho, a los accionistas del Sabadell les saldría actualmente más a cuenta vender sus títulos directamente en el mercado que acudir a la opa. Esto hace que la mayoría de analistas esperen que la entidad de origen vasco mejore su oferta, algo que la cúpula de este banco ha negado en distintas ocasiones. BBVA tiene opciones de poder mejorarla hasta cinco días antes de terminar el período de aceptación de la opa.

BlackRock, con el 7,022%, se sitúa por delante de la aseguradora Zurich (4,700%), el inversor y empresario mexicano David Martínez (3,495%, que mayoritariamente controla a través de Fintech Europe), Dimensional Fund (2,873%), UBS,2 Goldman Sachs (1,490%), Vanguard (1,338%), Amundi (1,271%), DWS (1,212%), Qube (1,021%) y JP Morgan Chase (1,009%).

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