Cambio de era en CaixaBank: Tomàs Muniesa sustituye a Goirigolzarri como presidente
La entidad volverá a tener al frente a un catalán a partir de enero del 2025
BarcelonaEl presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, presentó este miércoles su renuncia al cargo, según avanzó el diario La Vanguardia y ha podido confirmar el ARA. La renuncia a la presidencia del primer banco catalán y de España se produce de forma voluntaria, según fuentes cercanas al ejecutivo, y tendrá efectos con fecha 1 de enero del 2025.
Hoy al mediodía se ha celebrado la reunión del consejo de administración de la entidad donde se ha hecho efectiva la renuncia y se ha anunciado que a partir del primer día del próximo año Tomàs Muniesa ocupará su cargo. Muniesa es un directivo histórico de La Caixa, primer accionista del banco, con un 31,7%, a través de CriteriaCaixa. El segundo accionista es el FROB (el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, es decir, el Estado), que tiene un 18%. Con el nombramiento de Muniesa, confirmado este mediodía, CaixaBank vuelve a tener a un presidente catalán tras la época de Goirigolzarri, que es vasco. Muniesa ha obtenido el visto bueno del supervisor europeo y llegaría al banco sin funciones ejecutivas, ya que el BCE quiere a bancos con una separación entre la presidencia, no ejecutiva, y un consejero delegado con las funciones ejecutivas.
El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado recientemente un borrador orientativo sobre gobernanza de las entidades bajo su tutela en el que daba un nuevo impulso al modelo de estricta separación entre los presidentes de los bancos y las funciones ejecutivas, para centrar los exclusivamente en las de tutela de los equipos directivos. Goirigolzarri, que llegó a la presidencia de CaixaBank sustituyendo a Jordi Gual después de que la entidad catalana absorbiera Bankia en el 2020, tenía bajo su responsabilidad las áreas de la secretaría del consejo, la comunicación externa, las relaciones institucionales y la auditoría interna.
Goirigolzarri fue la persona encargada de poner orden en Bankia tras la fuerte crisis en la entidad con la presidencia de Rodrigo Rato, pilotando desde la entidad madrileña la absorción por parte de CaixaBank. Con esta operación, CaixaBank subió a lo más alto del podio de la banca en el Estado, ya que se convirtió en la primera entidad financiera en España.
CaixaBank tiene previsto precisamente presentar mañana jueves sus resultados de enero a septiembre. En el primer semestre del año, la entidad elevó más de un 25% sus ganancias, hasta los 2.675 millones de euros, una cantidad que le encamina a cerrar el ejercicio del 2024 con un beneficio alrededor de 5.000 millones de euros. Su récord de beneficios se produjo en 2021, con 5.226 millones, gracias a la fusión con Bankia.
José Ignacio Goirigolzarri Tellaeche (Bilbao, 4 de febrero de 1954) es licenciado en ciencias económicas y empresariales por la Universidad Comercial de Deusto y en finanzas y planificación estratégica por la Universidad de Leeds (Reino Unido). También fue profesor en la Comercial de Deusto entre 1977 y 1979. En 1977 empezó su carrera bancaria en el entonces Banco de Bilbao, y en 1992 fue nombrado director general del BBV (Banco Bilbao Vizcaya). En 1994 entró a formar parte del comité de dirección de la entidad vasca y tenía la responsabilidad sobre la banca comercial en España y sus operaciones en América Latina.
En 2001 ascendió a consejero delegado del banco, cargo que mantuvo hasta septiembre de 2009. Su salida del BBVA llegó después de años de durísima pugna con el presidente del banco, Francisco González, en una lucha de poderes que en el mundo de la gran empresa y de la banca es habitual. Su salida fue especialmente asombrosa porque se le consideraba uno de los mejores banqueros de España. En esos años también fue vicepresidente de Telefónica y de Repsol.
El 9 de mayo de 2012 regresó a la primera fila cuando fue nombrado presidente de Bankia y su matriz BFA, formada por la fusión de antiguas cajas de ahorro, hasta que en 2021 llegó a la presidencia de CaixaBank con la fusión. Sus nueve años en Bankia apuntalaron su prestigio en el sector.
Incomodidad y poder
En los últimos meses habían llegado en varias ocasiones rumores de que la relación entre Goirigolzarri y el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, no era la mejor. Fuentes del sector explicaban que el grado de conocimiento del mundo de la banca comercial por parte del presidente había supuesto choques por una competencia que correspondía al primer ejecutivo. De ahí que la instrucción del BCE recordando que los presidentes no deben ser ejecutivos pueda haber jugado un papel en esta salida.
Pero, en paralelo, fuentes del sector consultadas por el ARA explican que en la relación de Goirigolzarri con Isidre Fainé, presidente de La Caixa, había habido una pérdida de confianza. Goirigolzarri se mantuvo en el cargo tres años y medio; su predecesor, Jordi Gual, estuvo en el cargo aún no cinco años.
La salida de Goirigolzarri mantiene paralelismos con la de Joan Maria Nin, entonces consejero delegado y señalado como delfín de Fainé (2014), con la de Antoni Massanell, que era vicepresidente del banco (2017), con la de de Jaume Giró, director general de La Caixa y también había sonado como posible sustituto de Fainé (2019), o con Juan Antonio Alcaraz, el gran responsable de negocio de CaixaBank (2023).