Fiscalidad

Los contribuyentes más ricos ahorran 300.000 euros de sucesiones gracias a las empresas familiares

Un estudio publicado por el Banco de España muestra cómo las grandes fortunas aprovechan las exenciones a grupos familiares en Cataluña

Imagen de la sede de la Agencia Tributaria de Cataluña
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BarcelonaLas exenciones fiscales a las empresas familiares son la principal herramienta de elusión del impuesto de sucesiones para los contribuyentes más ricos en Catalunya, según un estudio publicado por el Banco de España este martes. Gracias a los beneficios de incorporar parte del patrimonio en una compañía controlada por un grupo familiar, los contribuyentes que declaran herencias de más de dos millones de euros (el 0,5% del total de herencias en Cataluña) pueden ahorrarse de media unos 300.000 euros en ese tributo.

Las exenciones a empresas familiares hacen que la Generalitat deje de recaudar unos 117 millones de euros anuales, aproximadamente un 27% de lo que debería obtener a través de sucesiones, según el artículo Inheritance tasa avoidance through the family firm [Elusión del impuesto de sucesiones mediante la empresa familiar], del economista del Banco de España Isabel Micó-Millán. El estudio analiza los efectos de la reforma del impuesto de sucesiones en Cataluña aprobada en 2014, con la que se incrementó la exención aplicada a las empresas familiares. Lo hace con datos de herencias por valor de 750.000 euros o más, que son aproximadamente un 2% del total, pero cree que, con la reforma de hace diez años, los beneficios a las empresas familiares tuvieron impacto sobre todo en las herencias superiores a los dos millones.

El impuesto de sucesiones es el que pagan las personas cuando reciben una herencia. En Cataluña, lo regula la Generalitat y se abona en la Agencia Tributaria de Cataluña. Se trata de un impuesto con muchas exenciones y rebajas, especialmente para herencias entre parientes cercanos (de padres a hijos, entre cónyuges), y que procura minimizar el gravamen en la primera residencia del fallecido. En el caso catalán, existe un tratamiento especial a los bienes (inmuebles, dinero, etc.) que se heredan a través de una sociedad controlada por una misma familia.

Este tratamiento se incluyó en la reforma de 2014 aprobada por el gobierno de Artur Mas, que revirtió una reforma anterior del mismo ejecutivo de 2010. En esta última se aprobó una exención del 99% para herencias entre familiares cercanos , "una casi eliminación" del tributo a Catalunya, según el artículo del Banco de España, pero la necesidad de reducir el déficit obligó a la Generalitat a dar marcha atrás y recuperar el impuesto cuatro años más tarde.

Así hace diez años se reintrodujo el impuesto, pero diseñado por lo que grava sobre todo las herencias más elevadas. "Aunque la reforma del impuesto catalán aumentó los tipos impositivos a todos los descendientes que heredaran un patrimonio superior a los 750.000 euros, la magnitud del incremento fue progresiva en toda la distribución de herencias", indica el artículo. Es decir, cuanto más se hereda, mayor porcentaje se paga.

Ahora bien, la inclusión de los beneficios en empresas familiares a partir de 2014 modificó el comportamiento de las grandes fortunas. Según el informe –que utiliza datos oficiales–, a raíz de la reforma creció un 5,8% el total de herederos con herencias superiores a 750.000 euros que heredaron total o parcialmente a través de sociedades familiares. En el caso de herederos beneficiarios de testamentos de dos o más millones, el incremento de transmisiones con empresas familiares se disparó un 28%.

De esta forma, gracias a las exenciones a las compañías familiares, una herencia de 750.000 euros se ahorra de media unos 41.000 euros en impuesto de sucesiones, una cifra que aumenta hasta los 300.000 euros en el caso de los herederos que reciben más de dos millones de euros, de acuerdo al estudio.

Esto ha hecho, también, que ya antes de morir, las personas con mayores patrimonios reagrupen sus bienes en empresas familiares para permitir que sus herederos paguen menos. Esta reorganización del patrimonio puede realizarse incorporando inmuebles, dinero u otras propiedades a la empresa como una ampliación de capital tradicional o bien como capital operativo de la compañía. Una tercera opción es que la empresa compre los bienes a la persona. Según el artículo, la primera opción es la preferida por la mayoría de grandes fortunas, ya que no es necesario justificar la ampliación de capital y, además, las ampliaciones de capital permiten exenciones en la declaración del IRPF para rentas de el ahorro.

La empresa familiar también afecta a la recaudación de patrimonio

La exención a las empresas familiares que trastocan la progresividad del impuesto es similar a la del impuesto de patrimonio –otro impuesto regulado y recaudado por la Generalitat, que en este caso grava los activos que tiene una persona–, tal como mostraron los economistas de la UPF Jordi Galí y Èlia Capella en otro estudio. En el caso de patrimonio, los beneficios fiscales a las empresas familiares permitían que, de media, las fortunas catalanas superiores a los 100 millones de euros aplicaran exenciones al 70% de su riqueza, mientras que los contribuyentes con menos de un millón casi no podían aplicar exenciones.

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