Los grandes retos de Indra en pleno relevo a la presidencia
Ángel Escribano asume las funciones de Marc Murtra, que aterriza en Telefónica mientras se desencadena un nuevo choque entre gobierno español y el PP

MadridIndra es la joya del sector de la defensa en el Estado. Era consciente de ello Ángel Escribano (Madrid, 1971) en la primavera del 2023 cuando, de la mano con su hermano, Javier Escribano, compraron un 3% de la compañía a través de su empresa familiar Escribano Mechanical & Engineering. Dos años después de ese movimiento, los hermanos madrileños no sólo controlan un 14,3% del capital social de Indra (son el segundo accionista por detrás de la SEPI, el brazo inversor del gobierno español) y tienen una silla en el consejo de administración –Javier Escribano es consejero dominical–, sino que Ángel Escribano acaba de ser nombrado presidente de la empresa. Este domingo asumió las funciones de Marc Murtra, que el sábado dio el salto a Telefónica –un cambio propiciado por el gobierno español, que tiene un 10% del capital social, y con el beneplácito de CriteriaCaixa, el otro gran accionista en la teleco (9,9%)–.
Si Ángel Escribano pensaba que algún día asumiría ese cargo no lo sabemos, pero sí "lo soñaba", dicen fuentes del sector industrial consultadas por el ARA. Los hermanos apostaron por el sector armamentístico cuando tomaron las riendas del taller de reparación de frenos de disco que levantó su padre en el municipio madrileño de Coslada.
Ahora Ángel Escribano ve cómo su ambición de hacerse fuertes en el negocio de la defensa da un salto estratosférico. Más allá de continuar reforzando la empresa familiar, toma el reto de hacer de Indra el "campeón" de la defensa y la tecnología en el Estado, pero también un potencial competidor en Europa, tal y como se plantea en el Plan Estratégico de la compañía presentado hace menos de un año por parte de Marc Murtra.
Hispasat, Tess Defence y Minsait
Pese al terremoto, inesperado e inédito, en la cúpula de una de las principales cotizadas del Ibex 35, fuentes de la compañía mantienen que lo más importante sigue siendo llevar a cabo este plan. plan", apuntan estas voces. Pero la tarea es ingente. Indra ha prometido a los accionistas facturar 6.000 millones de euros en 2026 y alcanzar un volumen de negocio de hasta 10.000 millones en 2030, cifras que los analistas calificaron de "ambiciosas" (en 2023 cerró con unas ventas de 4.343 millones) La intención es lograrlo reforzando el negocio de la defensa en un momento en que los gobiernos han anunciado incrementos del gasto público en esa dirección. Por eso será importante el mercado exterior y no sólo español y aquí jugará un papel clave el nuevo presidente, acostumbrado a mirar a Oriente Medio.
Sin embargo, Escribano también hereda frentes abiertos pendientes de resolverse. Uno de ellos es la compra de Hispasat. Indra mostró interés en adquirir el operador de satélites español a través de la filial aeroespacial Indra Espacio. El otro reto es resolver los retrasos de las entregas de unos vehículos blindados de la empresa Tess Defence en el gobierno español –Indra tiene participación–.
El tercer gran frente que Escribano hereda de Murtra es la venta o entrada de un socio inversor a una parte de la tecnológica Minsait. "No hay novedades", apuntan desde la compañía. Esta operación ha vuelto a tomar especial relevancia con la entrada de Murtra en Telefónica porque Minsait no sólo incluye la actividad de la movilidad, sino también aquélla vinculada a las tecnologías de la información. Algunos medios apuntaron que la Moncloa vería en la teleco española la clave para resolver este puzzle. "Es una operación difícil de realizar sin ruido", apunta una fuente consultada por el ARA, que recuerda que en Minsait trabajan más de 30.000 personas.
Hombre de consensos
La alineación entre la visión del nuevo presidente y la estrategia que la compañía tenía ya con Murtra no es el único elemento que explica la transición pacífica que se espera. También entra en juego la sintonía entre el gobierno español y los hermanos Escribano. Ángel Escribano ha sido nombrado presidente de Indra gracias a la SEPI, que tiene un 28% del capital social; la compañía vasca de defensa SAPA (7,9%) y el fondo Amber (7,3%) –principal propietario de Prisa–.
El hecho de que sea un hombre de consensos –también tiene buena relación con el consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, un perfil cercano al PP, con el que ha comido este lunes– ha comportado que su nombramiento no haya levantado polvareda, a diferencia de lo ocurrido con el desembarco de Murtra en Telefónica. Este lunes, la teleco sufrió una caída de un 2,72% en bolsa, a diferencia de Indra, que cerró con una subida de un 2,9%.
Choque PP-PSOE por Telefónica
El perfil de Escribano, totalmente técnico e industrial, se aleja del de Murtra, que sumaba la pátina política. Pese a que el catalán ha hecho manos y mangas para desprenderse de la sombra que le vincula al PSC –es sabida la buena relación con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la confianza que se ha ganado de Pedro Sánchez–, l aterrizaje en Telefónica ha causado el mismo choque que cuando desembarcó en Indra en el 2021: entonces el Partido Popular ya puso el grito en el cielo por el nombramiento.
El sábado los populares cargaron contra el fichaje de Murtra y este lunes su presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto. "Ningún gobierno puede cesar al presidente de una compañía cotizada o no cotizada en el palacio de la Moncloa", ha criticado Feijóo en alusión a la reunión del pasado viernes entre el gobierno español y José María Álvarez-Pallete (hasta ahora presidente de Telefónica) y en la que se le comunicó su salida. El líder del PP ha hablado de "alerta antidemocrática" por la intención de Sánchez de "controlarlo todo". Mientras, Sumar, el socio minoritario dentro del gobierno, ha aplaudido el nombramiento de Murtra, pero ha cargado contra la indemnización millonaria que recibirá Pallete.