Perfil

Marc Murtra, la nueva estrella catalana del Ibex

Su entorno define al flamante presidente de Telefónica como un hombre inteligente, contundente, humanista y con un pie en el Mediterráneo y el otro en Inglaterra

MadridA pesar de intentar blindarse los fines de semana para pasar tiempo con la familia y los amigos, sobre todo esta época del año en la que las calçotades son un imprescindible, y más para quien tiene raíces en Valls e incluso una receta secreta de salsa de calçots –y no salsa romesco, como le gusta diferenciar a él–, a Marc Thomas Murtra Millar, conocido como Marc Murtra (Blackburn, Inglaterra, 1972) los dos últimos grandes saltos profesionales le han trastornado sábados y domingos. Tanto el nombramiento en Indra en mayo de 2021, como el reciente nombramiento en Telefónica se han resuelto entre un viernes y un domingo, cuando los focos mediáticos funcionan a medio gas.

Si bien no es la única coincidencia –ambos movimientos han sido apadrinados por el gobierno español, primer accionista en ambas cotizadas–, encaja, sin quererlo o no, con su fama de hombre discreto y reservado. Sin embargo, es de los pocos altos directivos, por no decir el único, que se ha dejado conocer a través de columnas en la prensa, en el ARA hace unos años y más recientemente en La Vanguardia. "Su pensamiento es público", dice una voz cercana. Inteligencia artificial, ciencia, cambio climático, el rol de las redes sociales como TikTok o la relación Cataluña-España son sólo algunos de los temas en torno a los que Murtra se ha atrevido a reflexionar. "Es muy inteligente", afirma la misma persona.

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Quien le conoce asegura que esto es resultado de haber cultivado un currículo "heterogéneo" y que más de uno define como "extenso y excelente". Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y con un máster en administración de empresas y finanzas por la Leonard School of Business de la Universidad de Nueva York, al actual Murtra presidente de Telefónica le acompaña el Murtra ingeniero; quien fue gerente en empresas como Ràdio Estel o Betevé; el consultor en el sector tecnológico; el empresario –en el 2011 fundó Crea Inversión de la mano con un amigo suyo–, y el Murtra que ha ocupado cargos en la administración pública, siempre bajo gobiernos socialistas, como el de jefe de gabinete de Joan Clos cuando fue ministro de Industria. De hecho, pese a no haber participado nunca en la política orgánica, es ese vínculo con el PSC el que hizo polémico y poco plácido su aterrizaje en Indra. "No piensa que el paso por la función pública haya sido un pasivo, sino todo lo contrario. Lo vive como un activo, como un proceso de aprendizaje más", explican desde su entorno.

Toda una especialización técnica que, con el tiempo, ha acompañado de una buena dosis de humanismo y cultura general. "Ha dedicado esfuerzo, tiempo y energía a lecturas de historia, economía o filosofía política, y eso le ha ayudado a entender un mundo lleno de complejidades", dice Mauricio Lucena, presidente de Aena, que no duda en que esto, sumado a su perfil analítico, "le ayudará a insertar a Telefónica en el lugar que le corresponde". "[Marc] es capaz de tomar decisiones contundentes, pero siempre habiendo hecho un análisis profundo y serena", añade Lucena. Un rasgo que no sorprende teniendo en cuenta que uno de sus referentes de cabecera es el psicólogo y premio Nobel de economía en 2002 Daniel Kahneman, autor del libro Pensar deprisa, pensar poco a poco.

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Un pie en el Mediterráneo, y el otro en Inglaterra

Al nombre de Kahneman se suma el de Winston Churchill, de quien conoce su vida de memoria ya quien ha elogiado en más de un artículo. Para entender esta fascinación es necesario mirar las raíces de Murtra. "Es una mezcla entre catalán y británico", resume una de las voces de antes. Su padre, de Valls, y su madre, de "familia presbiteriana de Irlanda del Norte", como él mismo ha explicado, se enamoraron y conocieron en Reino Unido en los años 60. Aunque se trasladaron a Catalunya cuando Murtra todavía era pequeño, ha mantenido sus lazos personales y profesionales con Inglaterra. "Lo ves rápidamente en su ética y su cultura", dice la misma persona.

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Otro referente menos conocido es su tía abuela Maria Murtra, a la que ha dedicado columnas. De su bagaje, corto, pero "brillante", ha presumido haber heredado un "regalo inesperado": "Ayudarnos a entender que todos tenemos prejuicios nocivos sin saberlo. Será bueno tener conciencia de ello, ya que no es posible escapar de una cárcel si no sabes que eres prisionero", escribía Murtra en el 2022.

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Sin embargo, pese a que su llegada al hueso del poder económico de España ha colmado ríos de tinta, a ojos de quien lo conoce esto no le ha distraído. "Tiene la fortaleza de no perder el mundo de vista", asegura una persona de su entorno, desde donde incluso se le coloca la etiqueta deoutsider. "El Ibex 35 es muy madrileño y él está fuera de algunos circuitos", defiende una de las personas que le conoce de cerca. Ni pierde el mundo de vista, ni "hace volar palomas", añade un exdirigente político trabajado en él y que sitúa a Murtra como un hombre de consensos.

"[En Madrid] pensaban que sería una figura decorativa, y él venía a ejercer. Queda claro que ha salido adelante y es una persona respetada por quien no le conocía", añade la misma persona de antes. Hoy, se ha convertido en uno de los rostros catalanes más influyentes de este núcleo duro económico, junto a Isidre Fainé, con quien, por cierto, tiene una excelente relación. De hecho, el máximo directivo de la Fundación La Caixa, que a través de su holding CriteriaCaixa es el segundo accionista de Telefónica, ha sido clave en la trayectoria de Murtra en estos últimos años. "Los espacios se los ha ganado", asevera una voz cercana, que aleja a Murtra de la idea de élite, aunque no de la burguesía barcelonesa.

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Nadie duda de que ahora se pondrá el sombrero de presidente de Telefónica rápidamente. "Es muy propio de Marc", dice una voz conocida. De hecho, el propio Murtra lo ha evidenciado. "Acabo de llegar a la familia Telefónica, pero ya soy un orgulloso telefónico", dice en la carta enviada aparte de la plantilla justo después de ser nombrado presidente.