Fainé: "Hay que anticiparse al mercado sin perder el sentido social de la empresa"
El presidente de CEDE, La Caixa y Criteria pide unos directivos ejemplares y "con compromiso social"
BarcelonaEl presidente de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), Isidre Fainé, ha instado hoy a los representantes patronales a anticiparse al mercado "sin perder el sentido social de la empresa". Durante la clausura de la 24 edición del congreso de esta organización en Zaragoza, el presidente de la Fundación La Caixa y Criteria ha reclamado un liderazgo marcado por los "valores humanistas y sociales" para contribuir a un modelo de crecimiento más inclusivo. "El cambio es constante, y la velocidad con la que se produce nos obliga a estar en adaptación permanente", ha dicho.
Ha recordado que "vivimos una época de grandes transformaciones tecnológicas, económicas y sociales" y en este entorno "la planificación estratégica es imprescindible, pero sólo será eficaz si va acompañada de flexibilidad, rapidez de respuesta y visión integral". A lo largo de su intervención, Fainé ha explicado muchos retos que pueden traer oportunidades y que surgen a partir de "grandes fuerzas globales, como el proceso de la integración europea, las crecientes desigualdades sociales y la polarización política, los conflictos geopolíticos internacionales, el cambio climático, la transición demográfica y, por supuesto, la revolución tecnológica". Fainé ha afirmado que "hoy se espera de los líderes empresariales no sólo eficiencia, sino también ejemplaridad y compromiso social". Y ha añadido: "La legitimidad empresarial se construye cada vez más desde su utilidad social".
Fainé ha invitado a los directivos a actuar para que las empresas sean "motores de progreso y vectores de cohesión social" y contribuyan a "un modelo de sociedad más justo, inclusivo y sostenible". A su juicio, los líderes deben "tratar a las personas con respeto, pensar a largo plazo sin dejar de lado el corto y anticiparse". Uno de los elementos clave, añadió, es la innovación. Y se mostró convencido de que la prosperidad de la sociedad "no lo determinará ni las máquinas, ni los mercados, ni las regulaciones, ni la inteligencia artificial, sino que dependerá de nuestra capacidad humana para pensar y obrar con sentido, con sabiduría, con propósito, y poniendo el alma".
Por su parte, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, que también ha participado en la jornada, ha asegurado que se ha conseguido detener la desindustrialización. Ha dicho que el sector secundario supone actualmente el 15 por ciento del producto interior bruto (PIB), pero que "ahora, en valor absoluto, estamos en un máximo de valor añadido industrial en una serie de 30 años". Tras décadas de pérdida de peso, este proceso se ha detenido para iniciar una nueva fase de reindustrialización "para fortalecer Europa".
Industria y modelo europeo
Durante su intervención, Hereu ha vinculado a la industria con la defensa del modelo europeo. En un momento que calificó de "globalización regionalizada", el ministro destacó que la industria significa mayor productividad, uno de los retos de la economía española. También permite innovar y exportar más y, por tanto, tener mayor calidad social.
Una de las prioridades del gobierno español, ha dicho, es "trabajar para la reindustrialización de España para acabar con décadas de deslocalización de la actividad productiva y empezar una senda de reindustrialización". En el campo del turismo ha dicho que "el objetivo es transformarnos para mantener el claro liderazgo que tiene el país". Ha afirmado que hasta septiembre ha habido 76 millones de visitantes, un aumento del 3 por ciento, y un gasto de 105.000 millones de euros, con una subida del 7 por ciento.
Tanto en un sector como en el otro ha destacado la importancia de los fondos europeos Next Generation y el despliegue a través de los PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica). Se trata, a su juicio, de "reindustrializarnos para fortalecer Europa, porque es el modelo de mayor libertad y bienestar". Hereu ha advertido de que será muy difícil defender la forma de hacer europea "si no reforzamos la base productiva económica de Europa", que contribuirá también a financiar el estado del bienestar, uno de los rasgos definitorios del modelo.
El ministro ha alertado de que el modelo europeo "tiene enemigos" y por eso "hay que relocalizar actividad productiva en Europa". "Defiendo la globalización porque ha reducido la pobreza, pero ahora viene la etapa de la autonomía estratégica de Europa, y fortalecerla es el primer elemento", ha dicho.
A lo largo de su intervención ha destacado que el Estado se encuentra "en una fase de política industrial activa como nunca". Ha admitido que existen retos como la simplificación administrativa y también ventajas competitivas a las que ha contribuido la apuesta por las energías renovables. "Por eso vienen operadores internacionales", ha añadido.
Riesgo en bolsa, gasto público y "no bancos"
En la misma jornada, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha afirmado que la situación económica europea "es mejor de lo esperado hace unos trimestres", y ha recordado el impacto del acuerdo arancelario con EEUU, que a su juicio ha sido "agridulce", ya que se ha evitado una escalada de la guerra a mediados del año 3 15%.
También ha alertado de una posible "corrección" de las bolsas, pero sin ser igual a la crisis de las puntocom a principios de los 2000. Otro riesgo es el fiscal, ya que a decir que además deberá "gastarse más y mejor en defensa". Y un tercer riesgo son los llamados "no bancos", que van desde los fondos hasta los mercados privados, formados por los fondos de alto riesgo y los private equity, que cada vez tienen mayor interrelación con la banca. Y se da la circunstancia, añadió, que están muy endeudados y carecen de tanta supervisión ni regulación como las entidades financieras tradicionales.