INDUSTRIA

La Burbujita que enseñó a nadar a varias generaciones se reinventa

Tres socios compran el negocio de Ology de material de natación y se proponen relanzarlo con nuevos productos

Elena Freixa
3 min
La Burbujita que enseñó a nadar a varias generaciones se reinventa

Varias generaciones de niños han aprendido a nadar recurriendo a la Burbujita, la marca comercial que da nombre a un flotador esférico que va atado a la espalda y que en el pasado era reconocible por su color fucsia llamativo. Pocos identificaban quizás que la burbuja salía de una fábrica de Cornellà de Llobregat, de la empresa Ology, un negocio familiar con medio siglo de tradición que acaba de cambiar de manos. Tres socios han comprado la compañía a su fundador, que se jubilaba, y se han propuesto relanzar las ventas, que llevan años a la baja sitiadas por la competencia, a menudo procedente de China, que ha inundado el mercado, explica Sergio de la Sotilla, uno de los tres accionistas y director general de la compañía.

Ology quiere hacer crecer el negocio tradicional y expandirse por otras áreas donde ve potencial, siempre relacionadas con el deporte, pero que le ayuden a paliar la fuerte estacionalidad que tienen ahora las ventas, precisamente por el enfoque en verano y la piscina, explica el directivo. Aparte de vender flotadores y objetos de natación, Ology también se encarga deequipamiento para piscinas (desde los elementos que separan los carriles de las piscinas hasta los podios de competiciones). La diversificación que han puesto en marcha los nuevos propietarios mira hacia el fitness como un nuevo segmento para crecer, con la incorporación de una línea de pesas y material por hacer crossfit, yoga y todo tipo de ejercicio de gimnasio.

También están desarrollando una línea textil para ciclismo, running y bañadores para natación o waterpolo, explica el director de la empresa: “Queremos crear marca propia y enfocarnos en los clubs, polideportivos y hoteles”. La empresa se propone jugar la carta de la personalización, que ya aplican a otros elementos como los gorros de baño, en los que serigrafían el logo o el nombre de equipos o clubes.

La plantilla de Ology está formada sólo por cuatro personas y la producción es "muy artesanal", explica el empresario. Por ejemplo, para fabricar una burbuja se ensamblan una a una todas las piezas que se compran a proveedores. Este trabajo de hormiguita implica meses de fabricación en invierno para cubrir la demanda del verano. En otros casos, como ocurrirá con la futura colección textil, la fabricación se encargará a terceros. “La produciremos 100% en talleres catalanes porque ésta es nuestra apuesta”, explica De la Sotilla. La opción de competir a base de precio, añade, no está sobre la mesa.

Los planes de Ology pasan por ir poco a poco recuperando las ventas, que han ido bajando en los últimos años, y diferenciarse "con calidad" de la competencia china. “Hemos comprado la empresa en un momento de estabilidad, pero cogida con pinzas”, reconoce el empresario y accionista, que asegura que el negocio sobrevivía pero era necesario un empujón que los nuevos dueños se proponen darle en los próximos meses.

El año pasado la compañía facturó medio millón de euros y este ejercicio prevé un crecimiento del 30%, hasta los 650.000 euros aproximadamente. En los momentos buenos, la compañía facturaba cerca de dos millones de euros, explica De la Sotilla.

El principal enfoque comercial de Ology serán los clubes deportivos. Uno de los principales activos cuando los nuevos propietarios adquirieron la empresa, sostiene el director, fue precisamente su cartera de clientes. Muchos son clubs tanto privados como municipales aunque en este último caso han sufrido los recortes de los últimos años en los presupuestos para adquirir o renovar equipamientos, reconoce.

El canal del comercio minoristaSin embargo, está casi muerto. “Ya apenas quedan, de establecimientos especializados en esto, todo funciona a base de grandes centrales de compras”, añade el empresario. Por eso, lo que Ology quiere atacar prioritariamente en los próximos años son los gimnasios que han proliferado por doquier, especializados en una o varias modalidades de ejercicios.

La burbuja sigue siendo el producto superventas de la empresa, aunque ahora es blanca y azul y ya se fabrican fundas estampadas personalizadas. También se venden bastante otros elementos de flotación para los cursillos de natación. Cataluña es el primer mercado, aunque también llegan pedidos del resto del Estado. Elexportación es minoritaria, pero Ology también quiere apostar por ella. De momento, sirve pedidos para Alemania, Suiza, Dinamarca y todos los mercados a los que “se pueda llegar en transporte terrestre”, resume.

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