Cánovas, la hora en punto de la Barceloneta
Esta relojería y joyería abrió en 1929 en el barrio marinero de la capital catalana
Que ningún barrio de Barcelona se parece a otro puede parecer una flagrante obviedad. Y lo es aún más cuando afirmamos que en el caso de la Barceloneta esta obvia certeza se quintuplica. Alfons Cánovas y su hijo, también Alfons, son la segunda y la tercera generación al frente de la joyería Cánovas, en el número 16 de la transitadísima calle de La Maquinista. Tal vez sea su casa el último reducto –o uno de los últimos– del comercio de proximidad –o de toda la vida, dígale como queráis– que queda en un barrio tan especial, tan querido y tan cambiado como la Barceloneta. Quedan, eso sí, muchos establecimientos de restauración emblemáticos –Salamanca, Chérif, La Electricidad, La Bombilla, Can Ramonet, Café Salvador, La Cova Fumada, Casa Leo... la lista es bastante larga—, pero la queja de los dos Alfons está clara: "Nos hemos quedado solos, en el barrio no hay zapaterías. Están contentos porque su negocio va bien y se mantiene arraigado en la personalidad del barrio. Han apostado por hacerle crecer, por ganar clientela, por adaptarlo a los nuevos tiempos, pero a la vez les queda el pesar que la Barceloneta ya no es un barrio para los vecinos. "No se ha hecho ningún esfuerzo para proteger los comercios de proximidad, los emblemáticos, sólo hacen que abrir supermercados, tiendas de móviles y restaurantes iguales", argumenta Alfons fill.
Para encontrar los orígenes de la joyería y relojería Cánovas debemos remontarnos a 1929, cuando Alfons Cánovas Lapuente, a los 12 años, empieza a hacer de aprendiz en el taller Cabanes de joyería. Diez años más tarde, junto a dos familiares, deciden montar un negocio propio en la Barceloneta, en la portería de la calle Maquinista 18. Como, pese a las estrecheces de la inmediata posguerra, el negocio parecía que iba bien, a Cánovas se le ocurrió que era buena idea echar un cabezazo y buscar un local más grande. Los familiares no quisieron seguirle, pero él lo tenía claro. Así nació, en 1945, la joyería y relojería Cánovas en la ubicación que todavía hoy ocupa. Junto a su esposa Joaquina, Alfonso puso de pie el negocio. Pasó de ser joyero y orfebre raso a dirigir, vender ya comandar un equipo que llegó a ser amplio: cinco personas para joyería y cuatro para relojería.
Su hijo, Alfons Cánovas Barbarà, empezó a trabajar codo con codo con su padre de muy joven. Juntos vivieron las sucesivas remodelaciones y ampliaciones del local. En paralelo, un progresivo y muy satisfactorio latido de comunión con el barrio. El fundador de la joyería fue también de la Agrupación de Industriales y Comerciales de la Barceloneta. Una entidad primordial para mantener viva, aún hoy, la llama de la personalidad del barrio, por muchos trompicones, estomacados y disgustos que hayan recibido. Y que reciban. También fue durante tres décadas presidente del Club Natació Barceloneta y concejal del Ayuntamiento. Murió en 2021 a los 103 años. ¡Qué vida!
Venta online
Hoy, su hijo y su nieto trabajan incansablemente encabezando un grupo de cinco trabajadores para mantener viva la esencia del negocio que tanto aman y tanto ama el barrio. La incorporación de Alfons net –la tercera generación– hace unos diez años fue primordial para dar un empuje tecnológico al negocio. La propia página web contiene unas 50.000 referencias. El puntal de las ventas son los relojes, claro, tienen todas las marcas y de todos los precios. El año pasado incluso se atrevieron a crear uno propio, el Cánovas 1929, un tirón de 350 ejemplares, con gran éxito. Y un precio asequible, unos 130 euros dependiendo del modelo. Tienen ideas para el futuro, como por ejemplo un reloj de pared también de diseño y fabricación propia, que ha tenido muy buena acogida en las escuelas porque enseña a decir la hora correctamente: la una y media, las seis y media, etc. Tienen uno tuneado con la bandera de la Barceloneta. ¡Si esto no es hacer barrio!
No les conviene perder de vista el comercio de proximidad, la venta de mostrador. Quien desea cambiar la pila o la correa, la maquinaria del reloj o quien quiere hacerse el anillo nuevo o comprar las alianzas de boda. Clientes de toda la vida, clientes que ven productos en la web y los venden a comprar y también, claro, turistas y expados. Recién llegados a la vida barcelonesa que también necesitan los servicios que ofrecen en Cánovas. Estos días de diciembre son los más intensos del año. Desde el Black Friday hasta Reyes. Unas semanas de mucho trabajo. Lo que más vienen? ¡Relojes!