Cinco pasos y dos consejos para montar una tienda online

EL volumen de ventas online en España superó los 20.000 millones de euros en el 2015 (cuyo último año hay registro oficial). Esta cifra representa más del doble de lo facturado en el 2011 y multiplica por diez las cifras del 2005. Más de 27 millones de ciudadanos -el 80% de los que tienen entre 16 y 74 años- acceden a diario a internet, según el informe La sociedad de la información en España, de Telefónica. Y en todo el mundo ya hay 3.200 millones de usuarios, según el Banco Mundial, lo que convierte a internet en un mercado potencial de clientes que cada vez más pymes quieren aprovechar. Sin embargo, esta plataforma tiene particularidades que hay que tener en cuenta.

“Es mucho más barato, pero las pymes que quieren vender por internet deben tener muy en cuenta la exclusividad; si tienen un producto diferenciado es casi obligatorio que utilicen internet”, explica el profesor de marketing digital de Esade Franco Carreras, que añade: "Si por el contrario no tienes un producto o servicio diferenciado y eres un intermediario, prepárate, porque tendrás una competencia mucho más feroz que en los canales tradicionales". Los expertos coinciden en que montar un negocio online no es lo mismo que hacer un blog o una página web. ¿Cuál es la mejor manera de montar una tienda online? Hay cinco pasos clave que según Andreu Bru, director del departamento de innovación y tecnología de Pimec, son básicos.

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Hacer un plan de negocio. “Hacerlo de otra forma sería empezar la casa por el tejado”, dice Bru. Estudiar la competencia, calcular la rentabilidad, los recursos, las debilidades y las fortalezas es -como en cualquier otro negocio- la base para no perder dinero.

2.

También es necesario controlar las cuestiones logísticas, como definir cómo se entregarán las ventas: “No puedes utilizar el mismo servicio de mensajería si vendes zapatos que si vendes un producto fresco -argumenta Bru-. También es importante controlar los stocks necesarios”.

3.

En tercer lugar, montar una tienda online también pasa por establecer un plan de marketing para posicionar correctamente la empresa en internet. "El error más común es pensarse que en internet no se paga nada, y el marketing no es gratis", alerta Carreras.

4.

Una vez organizada esta base, la patronal de la pequeña y mediana empresa recomienda definir la parte técnica: en qué servidor se alojará la tienda, realizar el diseño de la página y elegir el CMS (el sistema de gestión de contenidos). “Cualquiera puede abrir una tienda en Shopify de una forma tan fácil como abrir un perfil de Facebook”, explica Carreras, pero Bru recomienda ponerse en manos de profesionales: “Todo el mundo puede escribir una definición de un producto, pero hay profesionales expertos que marcan un rasgo diferencial y saben cómo captar a los clientes”. Las cuestiones técnicas son claves para que el cliente tenga una buena experiencia de compra y que la tienda sea capaz de gestionar correctamente los pedidos que recibe: “Lo peor que puede pasarte con una tienda online es que el cliente no reciba el producto a tiempo o que no fuera lo que esperaba”, asegura el experto en pymes digitales Andreu Bru.

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El último paso es decidir el sistema de pago que la empresa pondrá a disposición de sus clientes. Las fórmulas más comunes son los pagos con tarjeta bancaria o sistemas internacionales como PayPal, pero también se utilizan fórmulas como las transferencias bancarias. “Todos los bancos tienen pasarelas de pago, con costes muy bajos, y éste suele ser el sistema más habitual en España”, explica Bru.

El coste de poner en marcha una tienda virtual va desde los cero euros (sin contar con profesionales) hasta los 1.500 o 2.000 euros si se cuenta con la ayuda de expertos. Para quienes se atrevan a sacar adelante una Carreras, especialista en marketing digital, da dos consejos: “Antes de empezar a vender que hagan una prueba sin productos con la versión más básica de lo que quieres vender para medir si interesa a la gente, es decir para ver si hacen clics. El otro consejo, que a su vez implica el error más común, es no descuidar la atención al cliente -explica Carreras-. Todos queremos notar que hay alguien en el otro lado, nos da confianza”.