Apagar las nucleares aumentará un 33% la factura eléctrica catalana
Alargar una década la vida de las tres nucleares ahorraría 5.400 M€, según un informe de PwC

BarcelonaApagar las tres centrales nucleares catalanas aumentará la factura eléctrica del Principado al menos 543 millones de euros anuales, según los cálculos de un estudio realizado por PwC, presentado este viernes por el socio responsable del sector energético de la consultora, Óscar Barrero. De hecho, este cálculo está realizado con la proyección de un precio del gas normalizado, en torno a los 30 euros el MWh. Pero el tenedor podría elevarse hasta los 1.221 millones de euros anuales si el precio del gas subiera. Dicho de otra forma, la generación nuclear en Catalunya rebaja en un 33% el coste de producción de la energía eléctrica.
El informe indica que alargar 10 años la vida de las tres nucleares –Ascó I, Ascó II y Vandellós II–, que deben cerrar entre 2030 y 2034, ahorraría 5.400 millones de euros a los catalanes. La base de estos cálculos se encuentra, según Barrero, en la falta de desarrollo de las renovables en Cataluña y de sistemas de almacenamiento como las baterías y las centrales de bombeo. Con esta situación, es inviable cumplir las previsiones del Proencat (la hoja de ruta energética de Catalunya) y, por tanto, una gran parte de la generación nuclear debería sustituirse por producción en ciclos combinados de gas, lo que aumentaría la factura.
El informe argumenta que las nucleares aportan el 58% de la generación eléctrica en Catalunya. Y, además, el Principado es deficitario en la producción de electricidad, que entre un 7% y un 10% debe importarse de Francia o de otras comunidades. A este factor se le suma que la producción renovable es insuficiente. "Lo establecido en el Proencat requiere la instalación de 1.500 MW de energía renovable al año hasta 2030, mientras que durante la última década la cifra se situó en 24 MW, con lo que será imposible sustituir la pérdida nuclear con renovables, lo que comportará impactos negativos para el territorio", indica el
De hecho, el informe destaca que Catalunya tenía 1.801 MW instalados entre eólica y fotovoltaica a finales de 2024, con el objetivo de llegar a 11.230 MW en 2030, lo que supondría multiplicar por seis las renovables que hay en Catalunya ahora mismo. El socio de PwC ha insistido en que la mayoría de los países están alargando la vida de sus nucleares, especialmente después de que la UE incluyó esta fuente de generación en la taxonomía verde. Además, ha destacado que el único estado europeo que cerró las nucleares, Alemania, ha visto cómo la energía se encarecía y, además, las emisiones han aumentado porque han necesitado una mayor generación con ciclos combinados de gas e, incluso, con centrales térmicas de carbón. "Alemania tiene muchas renovables, pero no ha logrado romper con la dependencia de las energías fósiles", ha insistido Barrero.
El otro dato clave es el almacenamiento. Actualmente, Cataluña dispone de 534 MW (sólo con centrales de bombeo), y el objetivo es llegar en 2030 a 2.234 MW (200 de baterías y 2.034 de bombeo), lo que significa multiplicar por cuatro la capacidad actual, un objetivo que, por las inversiones necesarias y el tiempo para desarrollarlas, parece bastante.
Cambio geopolítico
El presidente de Foro Nuclear –la patronal de las centrales atómicas españolas–, Ignacio Araluce, que ha participado en la presentación del informe, se ha quejado de la falta de diálogo del gobierno español sobre el posible alargamiento de la vida de las nucleares. Una prórroga que, según ha dicho, no supondría para las siete centrales españolas una inversión superior a los 200 millones de euros anuales que ya invierten actualmente. Además, se ha quejado porque el protocolo de cierre se acordó en 2019 (el primer cierre será el de la central de Almaraz en 2027), aunque "las circunstancias geopolíticas han cambiado mucho".
También ha participado en la presentación el director de desarrollo sostenible de la patronal Fomento del Trabajo, Salvador Sedó, que ha incidido en que para la descarbonización de la industria es necesario, por un lado, tener garantizado el suministro, cosa difícil si se apagan las nucleares y no se aumentan las líneas de muy alta tensión y la interconexión, . Sedó ha puesto un par de ejemplos: la petroquímica de Tarragona consumirá tanta electricidad como la producción de las tres nucleares, o un horno eléctrico de la siderúrgica Celsa consume tanto como si todas las casas de la ciudad de Tarragona pusieran en marcha el horno. Además, recalcó que si la electricidad se encarece por el apagón nuclear, Catalunya perdería competitividad y capacidad de atraer industria.