"El esfuerzo a hacer es colosal"
La consejera Paneque deja claro que el futuro económico y la competitividad dependen de las renovables y el agua
BarcelonaSi hay que sacar alguna conclusión es que Cataluña, si quiere conseguir que su economía sea competitiva y tenga un futuro asegurado, debe dar un gran impulso a las energías renovables y, al mismo tiempo, debe poner en marcha, en plena emergencia climática, una política hídrica que asegure el suministro de agua. "El esfuerzo [que hay que hacer] es colosal", ha resumido la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, y portavoz del Govern, Sílvia Paneque.
La consejera ha participado en la primera de las tres mesas sobre sostenibilidad y transición energética de una jornada organizada por el BBVA junto con el ARA y el Clúster de la Energía Eficiente de Catalunya (CEEC). Paneque ha compartido mesa con Jordi Valls, vicepresidente del área de desarrollo social y económico del AMB. Una mesa moderada por la directora del ARA, Esther Vera, en la que ha quedado patente que el retraso en renovables es muy grande en Catalunya. En el caso del agua, sin embargo, la consellera ha recordado que se destinarán 2.200 millones de inversión que deben permitir que en 2027 el 70% del recurso hídrico no dependa de las lluvias.
Para Jordi Valls es necesario movilizar inversiones en la descarbonización. Y ha explicado que debe invertirse en vivienda, tanto en autoconsumo eléctrico como en eficiencia energética. Para Valls, éste es "el gran reto no sólo de Cataluña y España, sino de Europa", porque se ha invertido mucho en infraestructuras pero "no ha habido una gran inversión en vivienda en Europa en los últimos 40 años" .
En el caso de las renovables todo es más difícil. La demanda eléctrica que se cubre en Cataluña con generación neta se sitúa entre el 13% y el 20%, y el objetivo es llegar al 50% en 2030. Y hay una piedra en el camino: todavía no se ha aprobado el Plan Territorial Sectorial de las Energías Renovables (Plater) y yendo bien se tardará dos años en terminar su tramitación, según la consellera. Su propuesta para impulsar las instalaciones mientras tanto es "trabajar codo con codo con los ayuntamientos" y avanzar en las renovables en paralelo a la tramitación del Plater.
Difícil tramitación
Que el Platero no esté aprobado preocupa al sector. Ha quedado claro en la mesa en la que han participado Pere Borràs, director de la filial de generación del grupo Estabanell; Xavier Massa, director de operaciones de KM0 Energy, y Alberto Barriga, abogado especialista en derecho energético en Schlaich Dauss, y que ha moderado a Santi Martínez, presidente de la empresa pública de la Generalitat La Energética.
Todos han estado de acuerdo en que el principal escollo para las renovables en Catalunya es la tramitación y, especialmente, la parte urbanística, que depende de los ayuntamientos. El propio moderador ha puesto el ejemplo: el canal Segarra-Garrigues quiere poner placas sobre sus depósitos, pero la gestión es lenta, incluso para saber si debe tramitarse como fotovoltaica sobre tejado o sobre suelo, porque en ninguna parte se prevén placas sobre el agua. Pere Borràs ha cuantificado el esfuerzo necesario. Para cumplir el objetivo de 2030 es necesario instalar 8.000 MW en seis años, cuando en los últimos seis años sólo se ha crecido en 170 MW.
Sin embargo, se están haciendo cosas. En la segunda mesa, Ferran Cornudella, director de banca corporativa BBVA en Catalunya, ha indicado que la entidad quiere destinar 300.000 millones a la financiación sostenible hasta 2025, lo que significa alinear a los clientes a los que da crédito con la descarbonización. Héctor Calls, director de sostenibilidad ambiental y transición energética del Puerto de Barcelona, ha remarcado el esfuerzo que se está haciendo para electrificar los muelles, ya que el 70% de las emisiones las realizan los barcos atracados quemando combustible. Enric Brazís, director de Endesa en Catalunya, ha asegurado que su empresa quiere adelantarse a los objetivos de la UE y que toda su generación eléctrica sea renovable en 2040. Brazís lo tiene claro: "La sostenibilidad no es una tendencia, es una necesidad".