Fainé y Oliu, los últimos banqueros de una época
Los directivos, de 79 y 72 años, aplazan sus respectivas jubilaciones de la Fundación La Caixa y el Sabadell
BarcelonaSi en 2007 se hubiera hecho una foto de familia de los principales banqueros de España, en la imagen habrían aparecido dos ejecutivos catalanes. Eran Isidre Fainé (Manresa, 1942) y Josep Oliu (Sabadell, 1949). El primero era presidente de la Caixa de Pensiones (cuando todavía era una caja de ahorros) y el segundo ostentaba el mismo cargo en el Banco Sabadell. En aquel momento, poco antes de la Gran Recesión, los dos tenían una sólida trayectoria y estaban en un momento de plenitud profesional cuando se acercaban al umbral de la jubilación estándar: Fainé tenía 65 años y Oliu se encaminaba hacia los 59. Si la misma foto de familia la hiciéramos ahora, 15 años después, de los banqueros de entonces todavía encontraríamos a dos en la imagen: el propio Fainé, que cumplirá 80 años en julio y preside la influyente Fundación Bancaria La Caixa, y Oliu, que ahora tiene 72. Y nada indica que piensen en dejarlo.
A finales del mes de febrero, en una reunión del patronato de la Fundación Bancaria —que es máxima accionista de CaixaBank y decisiva también en Naturgy, Telefónica o Cellnex— se pactó la renovación del patronato. Y allí se aprobó la continuidad de Fainé en su actual despacho, el que más poder ostenta en Catalunya, durante cuatro años más, hasta que tenga 83. También se aprobó la entrada de dos figuras como Pablo Isla (expresidente de Inditex) o José María Álvarez-Pallete, actual presidente de Telefónica. En los dos casos entraron para cubrir las vacantes de históricos que no podían continuar por razones de estatutos, como son Salvador Alemany (presidente de Saba) y César Alierta (predecesor de Álvarez-Pallete).
La normativa de la Fundación La Caixa divide en tres grupos a sus patrones y dos de ellos tienen una limitación temporal en el cargo. Los hay que pueden ser patrones un máximo de dos años y los hay que tienen el límite en 12 (tres mandatos de cuatro años), entre los que se contaban a Alemany y Alierta. Pero un tercer grupo, el de los que tienen experiencia financiera, no fija límite de tiempo. Es aquí donde la Fundación enmarca a Fainé y otras figuras del patronato como Juan José López Burniol, vicepresidente de la entidad; Isabel Estapé; Asunción Ortega, o Javier Godó.
Fuentes de la fundación confirmaron al ARA que no hay ningún plan de sucesión previsto para el financiero de Manresa, en la que es una cuestión delicada y que a menudo genera tensiones en las grandes empresas. El propio Fainé respondió de manera contundente a un periodista que en abril de 2017 le preguntó, teniendo en cuenta su edad, por la jubilación. “Si quiere, salimos usted y yo a la Diagonal y hacemos una carrera”, le dijo.
Oliu, 32 años en la cúpula
La misma pregunta tuvo que afrontar Josep Oliu ahora hace diez días. Un periodista le pidió si tenía planes para jubilarse y el presidente del Sabadell le respondió con una pregunta: ¿“Sabe cuánto de tiempo hace que soy presidente?”, le dijo. Y él mismo se respondió. “De presidente llevo 22 años y, si sumo la etapa de consejero delegado, 32”, respondió el banquero, hijo de otro presidente de la entidad catalana con sede en Alicante. Y después de hacer la puntualización, quiso dejar claro que no tiene ninguna prisa en jubilarse: “No tengo ninguna intención de dejar la presidencia mientras el consejo crea que es necesaria mi presencia”.
Fuentes del Sabadell recuerdan que el modelo de gobernanza que aplica la entidad es el que pide el regulador. “Los presidentes no ejecutivos son el modelo que promueve el BCE en sus recomendaciones de mejores prácticas”, explican desde el banco. Además, en este caso, los estatutos también juegan a favor de la continuidad del presidente del banco. Si fuera presidente ejecutivo, la normativa interna del Sabadell fija una edad límite de jubilación a los 75 años. Pero desde el año pasado, a raíz de los cambios después de la profunda crisis que sufrió en 2020, Oliu delegó las funciones ejecutivas en el nuevo consejero delegado, César González-Bueno, en lo que fue una transición difícil para el banquero catalán, pero que le ha permitido, eso sí, no tener limitación de tiempo en el cargo.
En cuanto a su retribución, Fainé no cobra sueldo como presidente de La Caixa —sí que lo hace por otros cargos—; Oliu cobró en el último año como presidente ejecutivo, en 2021, 1,7 millones de sueldo y 7,4 de remuneraciones de su plan de pensiones.
Es justo decir que ni Fainé ni Oliu han tenido presión interna para dejar el cargo. La situación en La Caixa y el Sabadell es muy diferente de la que se vive desde hace meses en Unicaja, donde Braulio Medel (74 años) ha blindado su continuidad como presidente esta semana de su fundación votándose a sí mismo. Uno de los patrones, según reveló El Confidencial, le reprochó que había perdido una oportunidad “ética y estética” de echarse a un lado.