El adiós del patriarca de Grifols

Barcelona"Víctor Grífols Roura, que con una audaz visión transformó a Grifols en uno de los líderes mundiales de hemoderivados, renuncia a su cargo como miembro del consejo de administración después de casi cuatro décadas de servicio". Con estas palabras la multinacional catalana Grifols hacía público este martes que quien ha sido su patriarca y gran responsable del éxito de la compañía abandona su consejo de administración. Tres datos ponen cifras a su paso por la empresa catalana: cuando se convirtió en consejero delegado de la empresa en 1987, Grifols facturaba 24 millones de euros y tenía 450 trabajadores. En el momento del adiós de Víctor Grífols, la compañía ronda los 25.000 empleados y facturó el pasado año 6.064 millones de euros.

El adiós del directivo a su empresa se ha producido por etapas: en 2017 cedió el cargo de consejero delegado, en 2022 cedió el cargo de presidente ejecutivo, y ahora ha abandonado su puesto en el consejo de administración de la compañía. "Es ley de vida, tiene 74 años", explican fuentes del sector, que añaden que Grifols "está evolucionando".

En los últimos meses, coincidiendo con la abrupta caída de cotización de la compañía, Grifols apostó primero por Steven F. Mayer como presidente ejecutivo (una decisión que por primera vez hacía que el primer directivo de la empresa no fuera un Grifols) y pocos meses después le sustituyó Thomas Glanzmann, en un relevo que va sorprendió a los mercados y que se hizo público cuando la empresa acababa de anunciar 2.200 despidos.

El cargo de Víctor Grífols en el consejo lo ocupará otro miembro de la familia, Albert Grífols Coma-Cros, neto del científico Josep Antoni Grífols y Lucas, descubridor de la decisiva técnica de la plasmaféresis.

La decisión del hasta ahora patriarca de la compañía cierra el debate sobre si todavía mandaba a la compañía que hizo mayor bajo su gestión. Fuera del consejo de administración, el poder recaerá en Glanzmann y en su equipo directivo. Entre ellos destaca el rol de las dos figuras que compartían el rol de consejeros delegados: Víctor Grífols Deu como director de operaciones y Raimon Grífols Roura como vicepresidente y director general corporativo.

A consecuencia del movimiento anunciado hoy, Grifols ha subido un 4% en bolsa. Después de meses tormentosos, la compañía catalana se ha rehecho y ha visto cómo sus acciones ganaban un 33% de valor en lo que va de año. Las acciones superan ahora los 14 euros, cuando habían llegado a estar a poco más de 8 euros.