Farmacéuticas

Grifols adelanta el último relevo previsto en la cúpula

Glanzmann deja el cargo de presidente ejecutivo y el consejero delegado, Nacho Abia, asume todas las funciones ejecutivas

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La sede de Grifols en Sant Cugat

BarcelonaGrifols ha adelantado unos meses el último relevo previsto en su cúpula. El hombre que ha pilotado la compañía en el último año y medio, primero como presidente ejecutivo y después también como consejero delegado, ha dejado del todo sus funciones ejecutivas, que quedarán en manos de Nacho Abia, consejero delegado desde el abril.

El hasta ahora presidente ejecutivo de la farmacéutica catalana, Thomas Glanzmann, asumió el cargo en febrero del 2023, pocos días después de que la compañía iniciara un importante plan de reducción de costes, y en mayo de ese año llegaba a la cúspide de la dirección al relevar a los dos consejeros delegados de la familia, Raimon Grífols Roura y Víctor Grífols Deu. Ahora, Glanzmann ejercerá como presidente no ejecutivo y se dedicará a defender los intereses de todas las partes interesadas de Grifols.

"Ha sido un gran privilegio y un honor [...] formar parte de la transformación de Grifols en un momento crítico de progreso y crecimiento, acompañado también de desafíos complejos y, a veces, inmerecidos", ha señalado Glanzmann. El directivo hace referencia a las turbulencias que ha vivido últimamente la farmacéutica, agravadas por el ataque de Gotham, el fondo bajista neoyorquino que en enero acusó a la compañía catalana de manipular los resultados y la deuda. Esta ofensiva llegó en un momento complicado para Grifols, que con una cotización bajista a causa de la pandemia –cuando tuvo que cerrar los centros de recolección de plasma–, se encontraba en medio del plan para reducir costes, de el histórico paso junto a la familia y en plenas maniobras para reducir su elevada deuda.

La compañía debía vivir en junio su último gran capítulo del año: primero con el aval de los accionistas en Glanzmann y Abia, en una inédita junta sin ningún miembro de la familia a la alta dirección por primera vez en sus 115 años de historia, y segundo con la venta de su filial china en Haier por 1.600 millones de euros por encaminar la deuda. Pero lo más importante estaba por llegar.

Glanzmann deja sus funciones ejecutivas en pleno proceso de una oferta pública de adquisición (opa) por la totalidad del capital social de la farmacéutica catalana. El fondo canadiense Brookfield estudia desde mediados de julio con accionistas de la familia fundadora si presenta una opa sobre el fabricante de hemoderivados para excluirla de la bolsa. Esta operación serviría para evitar vía crucis bursátiles como el que le ha provocado Gotham en 2024. Las acciones de Grifols caían esta mañana un 2,7%, hasta los 9,5 euros.

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