Consejos para recortar gastos en la cuesta de septiembre
Revisar facturas, buscar alternativas de transporte público o refinanciar la hipoteca pueden suponer importantes ahorros para las familias
BarcelonaSeptiembre de este año será uno de los inicios de curso con los precios más elevados de las últimas décadas, debido a la escalada de precios iniciada con el fin de la pandemia y acelerada por la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania. Pese a no ser tan conocida como la costa de enero, en septiembre se produce un fenómeno similar que obliga a apretar el cinturón a las familias a la espera de Navidad.
Es por eso que la vuelta a la rutina es un buen momento para revisar los gastos principales del hogar y mirar si cada mes se pueden ahorrar algunos euros en diferentes facturas.
Hipotecas
Uno de los principales problemas para la economía de muchas familias es el pago de las cuotas de la hipoteca, sobre todo las que tienen tipo variable. Con la inflación, los bancos centrales, incluido el Europeo, han subido los tipos de interés básicos, lo que en la zona euro se ha traducido en un incremento sustancial del Euribor –el interés de referencia para la mayoría de préstamos– y, por tanto, en el encarecimiento de lo que deben pagar cada mes a su banco en concepto de hipoteca.
De momento, no parece que el Banco Central Europeo tenga intención de devolver los intereses a los niveles de hace dos años, cuando el Euribor era negativo, por lo que algunas familias pueden estar interesadas en una subrogación hipotecaria. Es decir, en un cambio de las condiciones para reducir las cuotas y oxigenar el bolsillo.
Las dos opciones principales son mover la hipoteca –o cualquier otro crédito que debemos al banco– a otra entidad que nos ofrezca un tipo de interés más bajo, o bien refinanciar con nuestro banco un alargamiento de los plazos de la hipoteca que permita devolverla a más años, pero pagando algo menos cada mes. Dado el precio del dinero actual, es casi imposible recuperar las condiciones de pocos años atrás, pero la competencia entre bancos sí hace posible que algunas entidades ofrezcan notables mejoras.
Sin embargo, antes de cambiar de banco "es recomendable solicitar a varias entidades una simulación" para poder comparar con exactitud las condiciones que nos ofrecen y tener varias opciones para elegir, según la asociación de consumidores Facua.
Alimentación
La alimentación es la parte de la cesta de la compra que más se ha encarecido este año. Las asociaciones de consumidores recomiendan ser muy cuidadosos sobre los establecimientos donde se compra y avisan de que, si se realizan buenas comparaciones y se aprovechan las ofertas, es factible reducir la factura del supermercado.
El último ejemplo es el aceite de oliva, que se vende en precios récord y que en algunas cooperativas agrarias se ha agotado de las estanterías a la espera de la nueva cosecha de este otoño. Según un estudio de Facua, "la misma marca de aceite de oliva virgen extra cuesta hasta un 45% más en función de la cadena de supermercados donde se adquiera", una diferencia que puede suponer un ahorro de cuatro euros por litro .
Luz y gas
La factura del gas y de la luz fueron la principal preocupación de los gobiernos y de las familias durante buena parte de 2022, pero la normalización de los mercados internacionales y las medidas tomadas por el gobierno español (rebaja del IVA y el tope del gas) han permitido recortar el coste energético de los hogares. Sin embargo, septiembre es un buen momento para buscar comparadores de ofertas y dedicar un tiempo a navegar por las páginas web de las diferentes distribuidoras en busca de ofertas que puedan encajar con los horarios de consumo de cada casa, así como –si no se tiene– revisar si saldría más a cuenta pasar a las tarifas reguladas por el Estado.
Material escolar
La vuelta a la escuela representa para las familias catalanas un gasto adicional de 2.728 euros por alumno de media, entre matrícula, material, ropa y otras necesidades, aunque la cifra puede variar entre municipios y escuelas, evidentemente; en el caso de centros privados la cifra es mucho mayor y puede superar los 7.000 euros por niño, mientras que en centros públicos es inferior, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En el caso del material escolar puramente, un estudio del BBVA pone la cifra en unos 370 euros por alumno de media.
Sea cual sea la cantidad final, el inicio del curso escolar es un quebradero de cabeza para las finanzas familiares, sobre todo si en casa hay más de un menor con edad de ir a la escuela. En este sentido, es importante que las familias presionen a los centros para que permitan reaprovechar material de cursos anteriores –una tendencia que va a más–, sobre todo en cursos más bajos en los que el temario de un curso varía poco, de modo que los libros pueden pasar de un hermano a otro.
Igualmente, en las escuelas que manejan a los niños con bata o –sobre todo centros privados– uniforme, así como la ropa de educación física, es importante que se pueda reaprovechar si está en buenas condiciones. Asimismo, que la ropa obligatoria sea unisex permite pasarla entre hermanas y hermanos sin distinción.
Carburantes y transporte
El coste de la gasolina y el gasoil se encuentra en los niveles más elevados desde el estallido de la guerra en Ucrania, otro hecho que comporta problemas en muchos hogares que utilizan el coche con asiduidad. Para las familias que se desplazan a menudo en coche, es un buen momento para reevaluar si vale la pena usar el transporte público siempre, claro, que sea posible: muchos municipios pequeños y medianos no tienen buenas conexiones de autobús o tren o, si las tienen, son con horarios y rutas que conllevan destinar mucho más tiempo a los desplazamientos que si se viaja en vehículo propio.
Ahora bien, si se vive en ciudades con una buena red de transporte público o bien conectadas con el resto del país, a menudo existen alternativas para dejar el coche en el garaje y desplazarse en transporte público, lo que permite ahorrar y al mismo tiempo contaminar menos. Además, cabe recordar que los descuentos aprobados por el gobierno español se mantendrán vigentes hasta, al menos, el 31 de diciembre.