El FMI empeora en un punto la previsión del PIB español para el 2022
El impacto de la guerra en Ucrania recorta todos los pronósticos de crecimiento económico mundial
BarcelonaLas perspectivas económicas globales —con la guerra entre Ucrania y Rusia y una escalada sin freno de la inflación por el medio— han cambiado mucho desde las últimas predicciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo ha publicado este martes una rebaja significativa en sus cálculos respecto a los que compartió el enero pasado. En el caso de España, los últimos meses de turbulencias geopolíticas se han traducido en una reducción de la previsión del PIB para el 2022 de un punto porcentual, hasta situarse en el 4,8%. El pronóstico para el 2023 también es algo menos optimista y baja cinco décimas, hasta el 3,3%.
"Esta crisis se ha desatado mientras la economía global estaba en proceso de recuperación de la pandemia del covid-19", pero todavía no lo había hecho del todo según indica el FMI en su nueva publicación. La institución que dirige Kristalina Georgieva añade a este escenario de conflicto bélico en Europa el regreso de los confinamientos en China y su impacto en las cadenas de suministro de la industria. "En general los riesgos para las previsiones económicas han aumentado de forma brusca y las compensaciones se han convertido en un reto cada vez mayor", añade.
El informe descabeza en ocho décimas, hasta el 3,6%, la previsión de crecimiento del PIB mundial para el 2022, y reduce en dos décimas la del año próximo y la fija en el mismo dato. Ninguna gran economía se escapa de este empeoramiento de las previsiones, aunque Alemania es la principal víctima (pierde 1,7 puntos) y la que se queda con el peor pronóstico de todo el continente, con un aumento del 2,1% este año.
El impacto de la guerra en Ucrania
Aunque el FMI admite que es imposible obtener datos precisos del daño al PIB causado por la guerra, el órgano prevé que la economía ucraniana se contraiga un 35% en 2022. En este sentido, apunta que, incluso en caso de que la invasión se acabe pronto, "la pérdida de vidas, la destrucción de capital físico y el éxodo de ciudadanos impedirá la actividad económica normal durante los próximos años". En cuanto al PIB de Rusia, el organismo espera un batacazo del 8,5% agravada por el efecto de las sanciones a los lazos comerciales del país de Vladímir Putin, la desconexión de algunos bancos del sistema de pagos Swift y el boicot al gas y el petróleo rusos por parte de potencias como los Estados Unidos.
Las complicaciones del sector energético preocupan al FMI, que considera que una reforma de los precios de los carburantes ayudaría en la transición hacia un modelo más verde y la reducción de la dependencia de Rusia que ha hecho patente la guerra. Así pues, cree que estas medidas se tendrían que complementar con más subsidios a las renovables y un aumento de la inversión en infraestructuras energéticas sostenibles. "Cuando los precios de la energía son elevados las reformas son menos populares, pero el incremento en el coste global de los carburantes hace evidente la necesidad de virar hacia formas de energía limpia que dependan mucho menos de las fluctuaciones internacionales", asegura el informe.
Como se esperaba, el FMI también es más pesimista sobre la moderación de la inflación respecto a su última publicación. La institución da por hecho que este impacto se alargará todavía más y sitúa el dato medio para las economías avanzadas en el 5,7%, un salto de 1,8 puntos porcentuales. "Aunque se espera que una resolución gradual en los desequilibrios entre la oferta y la demanda y un repunte modesto en la oferta de trabajo relajen los precios, la incertidumbre vuelve a rodear las previsiones. Las condiciones podrían deteriorarse significativamente", avisa el documento.