Francia pone en peligro el tratado comercial entre la UE y Canadá

París¿Está el riesgo comercial entre la Unión Europea y Canadá en riesgo? Francia podría obligar a Bruselas a suspenderle si el gobierno de Emmanuel Macron no logra su ratificación parlamentaria, que cuelga de un hilo. El Senado ha rechazado este jueves el tratado comercial conocido como CETA (por sus siglas en inglés) con 211 votos en contra y sólo 44 a favor, y en los próximos días será el turno de la Asamblea Nacional, que también podría decir no en el acuerdo comercial. El contexto político en Francia, con los agricultores contra los tratados comerciales y la proximidad de las elecciones europeas, no augura un final feliz para el CETA.

El 98% del tratado está en vigor provisionalmente desde 2017 y consiste en facilitar los intercambios comerciales entre los países europeos y Canadá mediante la reducción al mínimo de los aranceles aduaneros y la eliminación de trabas administrativas y legales. Ahora bien, no podrá entrar en vigor totalmente y de forma definitiva si no lo ratifican los 27 Estados miembros. Por ahora sólo lo han hecho 17.

Ante las dudas que genera el tratado en Francia y el peligro de un descalabro, el gobierno francés había optado por no someterlo a voto en el Senado, dominado por la derecha conservadora, y dejar que el tiempo pase, como han hecho otros países . Pero el partido comunista ha colado la votación en la sesión de este jueves sin que la coalición de gobierno haya podido evitarlo. La Asamblea Nacional sí había ratificado al CETA en el 2019, pero el no del Senado obliga a votar de nuevo el texto en el Parlament. Con una Asamblea renovada en la que Macron no tiene la mayoría absoluta, la ratificación ahora parece más complicada.

Más intercambios comerciales

Macron, además, tiene un problema: su gobierno se ha mostrado en contra de tratados comerciales como el de Mercosur –en vías de negociación– y ahora le resulta más complicado defender al CETA. Sin embargo, hay ministros que han hablado públicamente de los beneficios del acuerdo y han asegurado que ha aumentado los intercambios comerciales entre Canadá y los países europeos un 37%.

Si la Asamblea también rechaza el CETA, el futuro del tratado estará en manos del presidente de la República. Emmanuel Macron deberá decidir si comunica la no ratificación a Bruselas, que debería suspender la aplicación del acuerdo, o no hace ninguna notificación oficial a la Comisión Europea para que el tratado se siga aplicando. Con las elecciones europeas en el horizonte, la elección no será fácil.